“Condeno y denuncio ante el mundo que el régimen golpista que tomó el poder por asalto en mi querida Bolivia reprime con balas de las Fuerzas Armadas y la Policía al pueblo que reclama pacificación y reposición del Estado de Derecho. Ahora asesinan a nuestros hermanos en [la ciudad de] Sacaba, Cochabamba”, escribió en Twitter Evo Morales, el presidente de Bolivia que fue derrocado el domingo 10. “Pedimos a las Fuerzas Armadas y a la Policía Boliviana que paren la masacre”, continuó.
Pedimos a las FFAA y a la Policía Boliviana que paren la masacre. El uniforme de las instituciones de la Patria no puede mancharse con la sangre de nuestro pueblo.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 15, 2019
El diario boliviano La Razón informó en la noche del viernes que la manifestación que intentaba entrar a la ciudad de Cochabamba fue reprimida con gases lacrimógenos y hubo “violentos enfrentamientos” que dejaron cinco muertos. Los manifestantes eran cocaleros, el sector del que surgió el liderazgo de Morales.
La Defensoría del Pueblo informó de cinco muertos por impacto de bala, 26 heridos y 169 detenidos, informó La Razón. La policía de Cochabamba, según su jefe, Jaime Zurita, intentó negociar con los manifestantes “hasta más no poder”, pero “cuando las cosas pretenden salirse de control entonces la Policía tiene que tomar el mando y restablecer el orden público”. Reconoció que cientos de personas marchaban de manera “pacífica”, pero “se les encontró armamento, artefactos explosivos, en fin, una serie de cosas”.
Este sábado la agencia Efe informó que el número de fallecidos aumentó a siete y los heridos superan el centenar. “Actualmente nosotros tenemos ya siete fallecidos [...], hay un hermano que lamentablemente está agonizando por un vaciado cerebral y él penosamente va a fallecer”, dijo el representante de la Defensoría del Pueblo en la región central de Cochabamba, Nelson Cox.
El viernes, Jeanine Áñez, la presidenta de facto de Bolivia, le advirtió a Morales que en caso de que vuelva al país deberá responder ante la Justicia por un delito electoral y acusaciones de corrupción. Además puso en duda la participación del Movimiento al Socialismo (MAS) en las próximas elecciones, cuya fecha se determinará en estos días. “El tribunal tendrá que decidir si el MAS vuelve o no a participar”, afirmó. A ese movimiento pertenece la mayoría de los integrantes del Parlamento.
Por otra parte, la nueva canciller, Karen Longaric, informó que Bolivia dejó de formar parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y que cesó a 80% de los embajadores porque fueron elegidos por criterios políticos. En paralelo, el gobierno declaró a los funcionarios de la embajada de Venezuela como personas no gratas y les dio un plazo para que abandonen el territorio de Bolivia.
Morales, asilado en México, se refirió a su salida del poder en una entrevista con la radio argentina El Destape. “El 10 de noviembre renunciamos no por cobardes. Grupos armados empezaron a amenazar a nuestros funcionarios y sus familias de muerte. Abandonamos Bolivia por la vida”, dijo.
El dirigente volvió a criticar el papel que jugó la Organización de Estados Americanos (OEA). “No podía entender cómo la OEA podía sumarse al golpe. Les pedí personalmente 'paren ese informe'. Con esto están incendiando Bolivia y va a haber muertos”, afirmó Morales, quien agregó: “Lamento mucho que la OEA anda junto a Estados Unidos haciendo el golpe de Estado”. Sobre las razones, dijo que los grandes grupos de poder de su país no le “perdonaron la nacionalización de los hidrocarburos, de los recursos naturales”.
De acuerdo con Morales, el golpe de Estado en su contra fue decidido varias semanas antes de que se concretara. “Desde que empezaron con el paro en Santa Cruz tenían bien estructurado el golpe de Estado”, afirmó, y agregó que “no son todas las Fuerzas Armadas que hicieron el golpe, son algunos comandantes”.
Por otra parte, agradeció el ofrecimiento de asilo político que le hizo el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández. Dijo que está pensando la posibilidad de trasladarse de México a Buenos Aires luego de la asunción del líder del Frente de Todos, el 10 de diciembre: “Si me acerco a Bolivia vía Argentina, mejor todavía. Le agradezco a Alberto Fernández. Lo estamos analizando”.
Nin Novoa con Evo Morales
El canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa visitó a Evo Morales en Ciudad de México, en donde le "manifestó su solidaridad" y el "compromiso con el restablecimiento de la institucionalidad democrática luego del golpe de estado en Bolivia", según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores en su cuenta de Twitter.
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