Ayer la Fiscalía sueca dio por terminada la investigación contra el fundador de Wikileaks, Julian Assange, por una denuncia de violación. En una conferencia de prensa, la fiscal Eva-Marie Persson dijo que la denunciante brindó un testimonio creíble y detallado, pero las evidencias que lo apoyaban se “debilitaron” en estos años. “Las pruebas no son suficientes para una acusación. En esas circunstancias la investigación debe cerrarse”, explicó.
En Suecia, Assange había sido acusado de cuatro delitos sexuales, tres que prescribieron en 2016 y este, que prescribe en noviembre de 2020 y por el cual se pidió su captura. En 2012, Assange se encontraba en libertad condicional en Reino Unido cuando se refugió en la embajada de Ecuador en Londres. Cinco años después, el caso se cerró en Suecia porque la Fiscalía entendió que era imposible avanzar en esas circunstancias. Pero Persson lo reabrió cuando Ecuador le retiró el apoyo a Assange, que fue detenido y condenado a 50 semanas de prisión por no respetar las normas de la libertad condicional.
A su vez, Estados Unidos pide la extradición del fundador de Wikileaks para juzgarlo por actos de espionaje y la publicación de documentos secretos, como los que exponen crímenes contra la población civil iraquí.