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Luis Lacalle Pou y Daniel Martínez, ayer, al final del debate.

Foto: Javier Calvelo, adhocFOTOS

Un debate sin libreto que permitió más cruces entre los candidatos

9 minutos de lectura
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Los presidenciables intercambiaron por más de una hora y media.

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El primer debate obligatorio entre los candidatos Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN), y Daniel Martínez, del Frente Amplio (FA), tuvo intercambios más duros que el anterior entre los mismos presidenciables. El nacionalista empezó su minuto y medio señalando que en los últimos días la campaña tomó un tinte que no le gusta, “debido al nerviosismo y la presión de algunos, quizá ante la posibilidad del cambio y la alternancia del gobierno”. Por otra parte, Martínez dio su puntapié inicial repasando su historia laboral: desde que a los 16 años hizo “clic”, para terminar subrayando que los políticos están “al servicio de la gente” y “nunca” debe ser a la inversa.

Por sorteo, el candidato oficialista fue el primero en disponer de los cuatro minutos para el tema “Desarrollo económico y empleo”. Subrayó que es ineludible recordar la situación del país en 2005, cuando el FA llegó al gobierno. Dijo que había más de 30% de pobreza, casi 20% de desocupación y que “el salario real era el más bajo de los últimos 30 o 40 años”. Fue así que, luego de un “ordenamiento” macroeconómico y microeconómico impulsado por el FA, los “grandes resultados” fueron “un crecimiento de 60% del salario real” y que Uruguay “pasó a ser el país más rico por habitante, más igualitario y con mejor distribución de la riqueza de América Latina”. En respuesta, Lacalle Pou dijo que su diagnóstico es “un poco distinto” del de Martínez y subrayó los “números fríos”, que dicen que el déficit fiscal es de 4,9%, la inflación, de 8,34%, y el desempleo, de 9,2%.

Pero fue en los diez minutos destinados al “intercambio libre” entre los candidatos cuando el debate tomó más color. Martínez señaló que, al hablar de la “destrucción del trabajo”, el “mundo está cambiando” y por eso se necesita “recapacitar y dar herramientas para la innovación”, por eso capacitarán a “80.000 uruguayos” todos los años. A todo esto, la periodista y conductora del debate Pilar Teijeiro les recordó que podían interrumpirse. Así las cosas, Lacalle Pou dijo que iba a leer algunas frases para “terminar con el relato del oficialismo”. Las citas señalaban un crecimiento del país en varios aspectos desde 2004. Lacalle Pou subrayó que eso lo dijeron Tabaré Vázquez y los ministros de su gobierno, en 2005. “Entonces, vamos a terminar con [las afirmaciones sobre] el país fundido. No se puede seguir con ese relato que no es cierto”, agregó. El candidato blanco sostuvo que “hay una moda” en el FA de decir que se han “cometido errores”. Acto seguido, le preguntó a Martínez si la regasificadora, “el despilfarro de ANCAP” y la gestión de Pluna fueron errores.

Daniel Martínez, en el debate.

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Martínez no contestó esas preguntas y subrayó que “no se puede decir que en 2004” el país “era una panacea y estaba todo solucionado”. Señaló que ese año hubo un avance porque se salía del “pozo”. “Lamentablemente, nos vamos a quedar con las ganas de saber cómo pretende hacer para bajar el déficit y equilibrar las cuentas”, retrucó Lacalle Pou.

Round 2

“Integración social y seguridad” fue el tema del segundo bloque. El candidato nacionalista fue el primero en tomar la palabra. “La mayoría de los uruguayos han cambiado sus costumbres por el tema de la seguridad, y lamentablemente el gobierno no ha actuado en consecuencia”, dijo Lacalle Pou. Aseguró que esto se debe a que existe “un sentimiento enorme de impunidad”. Además dijo que hay “descontrol carcelario” y que Uruguay es “célebre en el mundo” por el narcotráfico. A su juicio, se necesita “autoridad”, un gobierno “que se haga cargo” y declarar la “emergencia en seguridad pública”.

A su turno, Martínez utilizó los primeros segundos de su espacio para responder a las críticas de Lacalle Pou realizadas en el bloque anterior: “Lamentablemente, como fui acusado de mentiroso, voy a decir, en primer lugar, que Lacalle Pou aprenda a leer. El programa del FA no mandata, hace propuestas, y el candidato es el que decide”, apuntó. Luego dijo que decidió que los “impuestos no se van a variar”. Sobre el punto que se trataba en ese bloque, recordó las 12 propuestas que ha planteado en la campaña y entre ellas comentó la “eliminación de las bocas de pasta base multiplicando los operativos Mirador” y un aumento de la cantidad de cámaras de reconocimiento facial en la vía pública. Con relación a las cárceles, señaló que impulsará que quienes reinciden no tengan la posibilidad de reducir la pena.

En los diez minutos de intercambio hubo más ida y vuelta entre los presidenciables que en el bloque anterior. Lacalle le dijo a Martínez: “Cuando le quiera decir mentiroso se lo voy a decir directamente”. Al igual que en el segmento anterior leyó algunas frases de dirigentes del oficialismo. En este caso recordó una frase de octubre de 2010: “Los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres”, atribuida a Gustavo Leal. “Me encantaría ver el contexto; así, al bolazo, no puedo contestar”, dijo Martínez al respecto. Lacalle Pou enfatizó que el candidato oficialista no reconoce los errores cometidos por los gobiernos del FA. “Le voy a dar otra oportunidad. ¿Fue un error la ley de liberación de presos, que liberó injustamente, al barrer? ¿Es un error sostener a [Eduardo] Bonomi como ministro de esa cartera [Interior]? ¿Fue un error votar en contra de aumentar las penas de los violadores?”, sostuvo, entre otras cosas. Remarcó que los gobiernos del FA no lograron controlar el tema de la seguridad a causa de una cuestión “ideológica”.

Luis Lacalle Pou en el debate del 13 de noviembre

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Martínez negó que se tratara de una cuestión ideológica y sostuvo que los gobiernos del FA “apoyaron” a la Policía para mejorar sus condiciones laborales. El candidato oficialista agregó que impulsar “la ley de presunta defensa –como dijo un asesor colorado– es como darle un escudo de plástico a la Policía” que lo único que va “asegurar” es “más violencia y más muerte”. “Este año van 31 delincuentes muertos y ningún policía procesado”, aseveró. Al respecto, Lacalle Pou dijo que “el gatillo fácil lo tienen los delincuentes” y le reclamó a Martínez que “no se esté aplicando” la ley de patrulla de fronteras. El candidato del FA respondió que “ideológicamente no tendría problema respecto del papel del Ejército en la frontera, pero quedó demostrado que hoy no es el problema quién vigila, sino de qué forma se hace y cómo se aplican las herramientas tecnológicas”.

Desarrollo humano

“Espero que en este bloque podamos escuchar alguna propuesta. Hasta ahora se repite lo del debate anterior: mucha acusación y cero propuesta”, dijo Martínez al inicio del tercer bloque, dedicado a “Desarrollo humano”. Subrayó que Uruguay es uno de los países con “mejor índice de desarrollo humano en Latinoamérica” y que eso “tampoco era así”. “Había un millón de pobres y hoy hay 8,6%, por eso tiene que haber una nueva generación de políticas sociales. Me gusta hablar del empoderamiento de la gente: no tanto ayudar sino, como dice el dicho, dar la red y enseñar a pescar, no dar el pescado”, indicó. También destacó el aumento del presupuesto para la educación y los liceos, las escuelas y locales de UTU que se construyeron durante los gobiernos del FA. Lacalle contestó que “cuatro de cada diez [jóvenes] abandonan la educación media, y en el quintil más bajo, nueve de cada diez”, según el Instituto Nacional de Evaluación Educativa.

Más adelante, Martínez afirmó que aumentará las jubilaciones más bajas, que corresponden a 150.000 personas, y les volverá a dar el aguinaldo, un beneficio que les sacó la dictadura. Estimó que eso implicaría un monto de 40 millones de dólares. “Realismo mágico”, retrucó Lacalle, y señaló que le gustaría saber “de dónde va a sacar la plata”, ya que todavía no sabe “cómo va a bajar el déficit”.

En el último bloque los candidatos debían hablar sobre la “Visión del país y rol del Estado”. Comenzó con la exposición Lacalle Pou. Dijo que quiere un Estado “presente y activo”, que genere “igualdad de oportunidades y herramientas”. Habló de la necesidad de generación de impulsos económicos para el desarrollo, atender los desequilibrios geográficos y profundizar la descentralización “real” y trabajar en transporte y logística. Lacalle sostuvo que la “región convulsionada” es una “oportunidad” para el país. Al comienzo de sus cuatro minutos, Martínez señaló: “Me alegra haber escuchado que empiezan a aparecer propuestas después de un debate y medio”. Apuntó que algunas propuestas del PN no son conocidas, entre ellas cómo se van ahorrar 900 millones de dólares y el contenido de la ley de urgencia, “que nadie conoce”. Sobre su visión del país, Martínez dijo que quiere un Estado “proactivo” y que sea “la campana de los más débiles”, que brinde igualdad de oportunidades y punto de partida para el conjunto de la sociedad. Finalmente, el candidato del FA se centró en la gestión de las intendencias del PN, en las que en “promedio” hay déficit y “41%” de las personas que trabajan allí son por designación directa”, algo que no pasó en las intendencias frenteamplistas.

Luis Lacalle Pou y Daniel Martínez, ayer, durante el debate.

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El último capítulo

En el espacio de intercambio, Lacalle Pou señaló que “era previsible” que Martínez hablaría de la gestión de las intendencias del PN. Al respecto dijo que bajo la gestión de Martínez en la Intendencia de Montevideo “los gastos de secretaría general los multiplicó por dos entre 2016 y 2018: 143 millones”, y criticó el aumento de las transferencias a los gobiernos nacionales. “No quiero que esto se convierta en una pasada de cuentas”, sostuvo, para luego espetarle a su rival: “Usted sabe que los asesores de los ministros salen por las ventanas”. A su turno, Martínez volvió a hablar de las gestiones de las intendencias y habló del caso del senador Álvaro Delgado y el campo que comenzó a arrendar del Instituto Nacional de Colonización cuando era secretario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, sin tener “ninguna condición para ser colono”. “Hay que dar el ejemplo, y ese es el Uruguay que no quiero”, concluyó.

El tiro del final

En el minuto y medio destinado para el mensaje final, Lacalle dijo que Uruguay es un “gran país”, construido “por mucha gente de distintos partidos políticos a lo largo de la historia”. “El 27 de octubre, la ciudadanía dio un mensaje clarísimo: comenzó una alternancia para conformar una mayoría parlamentaria: 56 diputados, 17 senadores. Pero los uruguayos son sabios: no se lo dieron a un partido político, sino a un conjunto de partidos: es una alternancia plural”, subrayó. Por eso, pidió la confianza de la ciudadanía de cara al balotaje, “para ejercer la autoridad” y hacerse “cargo”.

Por último, Martínez dijo que el 27 de octubre hubo un partido que ganó con casi 40% y otro que salió segundo con 28%. “Hay un acuerdo que vemos vacío de contenido, y además, un día sí y otro también, los propios actores están cuestionando su propio futuro. El FA ha sido el partido de las certezas, ha tenido errores, y los hemos reconocido. Tiene, ante todo, sensibilidad humana: todo lo que hace es pensando no en unos pocos privilegiados, sino en la mayoría”, finalizó.

Tras finalizar el debate, Daniel Martínez se dirigió a la Huella de Seregni de la sede del Frente Amplio. Allí dio un breve discurso a cientos de militantes que lo esperaban.

“Me pesa la historia de hombres y mujeres que dieron su vida por sus ideas, me pesa toda esta historia que somos nosotros, y que tenemos que tener capacidad también no sólo de vanagloriarnos sino de aprender de los errores. Y sobre todo de cultivar la unidad que es la principal herramienta. Pase lo que pase el Frente Amplio es el instrumento del pueblo uruguayo para cambiar la realidad. Nunca nos olvidemos de eso.

Por eso, el llamado a trabajar. No me pregunten como salió el debate. Yo lo vi de adentro y uno se compromete y está pensando qué decir, no tengo idea. Lo que sí, quiero transmitirles es orgullo, es tener la tranquilidad, de que tal vez no lo hice lo mejor posible, uno tiene sus limitaciones, pero que uno dejó todo en la vida con el corazón, con el afecto, como ustedes saben. No seré un gran orador, no tendré un montón de cosas como algunos dicen. No me importa, lo que si tengo es un corazón gigantesco y comprometido con el futuro de la patria. ¡Vamo’ arriba!”.

Algunas reacciones al debate en Twitter

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