El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, sancionó con vetos la ley que endurece el código penal para combatir el crimen, que incluye algunas propuestas del ministro de Justicia y Seguridad Pública, el ex juez Sérgio Moro. El texto fue aprobado por el Senado en los primeros días de diciembre, informó ayer la Secretaría de la Presidencia.
La sanción de la ley por parte del mandatario se hizo oficial en una edición extra del Diario Oficial publicada en la noche del martes 24, horas antes de la Navidad. Según informó O Globo, la ley del denominado paquete anticrimen impulsado por Moro tiene 25 artículos que habían sido aprobados por el Congreso y fueron vetados por el mandatario. Por otra parte, y para disgusto de Moro, la ley aprobada mantiene la creación del juez de garantías, enmienda que había sido presentada en el Legislativo por el diputado federal Marcelo Freixo, perteneciente al izquierdista Partido Socialismo y Libertad.
Según detallaron medios brasileños, la figura del juez de garantías tiene la función de tomar determinadas decisiones durante la investigación, antes del comienzo del proceso criminal. La idea es que este juez asegure los derechos individuales del investigado. Este juez tiene la potestad respecto de la legalidad de las acciones de los investigadores, así como en la prisión preventiva, la interceptación de llamadas telefónicas, el levantamiento del secreto bancario y las órdenes de búsqueda y detención, entre otros.
Al respecto, ayer Moro, mediante un comunicado, se mostró reacio a la creación de esta figura jurídica como parte del paquete anticrimen promovido por él, porque no está claro de qué manera funcionará en la práctica.
“El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública se posicionó en favor del veto al juez de garantías, principalmente porque no fue explicado como funcionará esta nueva figura en las localidades que sólo tienen un juez, que son aproximadamente 40% del total; además, este juez podría intervenir en procesos pendientes en los que tienen actuación tribunales superiores”, argumentó el ministro en el texto, citado por la revista Fórum. De todas maneras, Moro destacó que Bolsonaro “vetó varios artículos” propuestos por su ministerio y concluyó que “el texto final sancionado por el presidente contiene avances para la legislación contra el crimen en el país”. De cualquier forma, la medida de Bolsonaro de mantener esta figura irritó a los seguidores acérrimos de Moro, que descargaron su malestar contra el mandatario mediante mensajes en las redes sociales.
Entre los artículos vetados por el líder ultraderechista están la triplicación de la pena cuando un crimen fuera cometido o divulgado en cualquier tipo de red social; la toma de registro de ADN únicamente en el caso de crímenes dolosos contra la vida de las personas y crímenes sexuales cometidos contra personas vulnerables, y la limitación de prueba de captaciones ambientales solamente para la defensa. Bolsonaro también vetó una disposición que calificaba el crimen de homicidio en casos de uso de armas de fuego de uso restringido y prohibido. De acuerdo a lo que argumentó el presidente, esta propuesta podía generar inseguridad jurídica “notoriamente a los agentes de seguridad pública”. El presidente explicó que esos efectivos podrían ser “severamente procesados o condenados criminalmente” por emplear sus armas, de uso restringido, en el ejercicio de sus funciones, o en caso de “situaciones extremas” en las que estén intentando garantizar el orden público, así como en confrontaciones armadas con grupos criminales.
El presidente vetó además la disposición que prohíbe la realización de las audiencias de los procesados con el juez de garantías en el plazo de 24 horas mediante videoconferencia, alegando que esto podría generar inseguridad jurídica.
De todas maneras, en el Congreso los parlamentarios tendrán la oportunidad de dejar sin efecto los vetos de Bolsonaro y retomar la confección del contenido final del proyecto.