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Sacerdotes miran los restos de un automóvil que explotó cuando la policía intentó desactivar una bomba, ayer, cerca del Santuario de San Antonio en Colombo, Sri Lanka.

Foto: Jewel Samad / AFP

Sri Lanka atribuyó los atentados a un grupo yihadista local

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El gobierno cree posible que los ataques hayan sido respaldados por una red internacional.

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El día después de los atentados que golpearon a varias iglesias y hoteles de Sri Lanka durante el domingo de Pascua, el país se mantenía en estado de alerta máxima y se preveía una segunda noche con toque de queda. El portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara, confirmó ayer que el número de muertos en los ataques aumentó de 209 a 290, en tanto los heridos llegaban a 500. El vocero también anunció que 24 personas fueron detenidas y permanecían anoche en custodia policial, aunque no dio detalles sobre sus identidades.

Hasta ayer, ningún grupo había reivindicado la autoría de los atentados. Sin embargo, el ministro de Salud y vocero del gobierno, Rajtha Senraratne, dijo en una conferencia de prensa que los “ataques suicidas” fueron coordinados por el grupo yihadista local National Thowheed Jamath (NTJ). Las autoridades investigan si la organización contó con respaldo internacional, debido a la magnitud de los hechos. “No creemos que una organización pequeña de este país pueda hacer todo esto. Estamos investigando el apoyo internacional y otros vínculos”, dijo el ministro, al tiempo que se preguntó: “¿Cómo se formaron los atacantes suicidas? ¿Cómo se produjeron bombas como esas?”. Más tarde, el presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, manifestó en un comunicado que pedirá ayuda extranjera para rastrear estos posibles vínculos internacionales de los atacantes.

El ministro de Salud admitió que varias agencias internacionales de inteligencia alertaron al gobierno de Sri Lanka a principios de mes sobre la posibilidad de estos ataques, en informes que incluso detallaban que los objetivos podrían ser “iglesias y destinos turísticos”. Según Senraratne, también fueron enviados “los nombres de supuestos terroristas”. Por todo esto, reconoció, el gobierno “es responsable”, y manifestó: “Que lo supiéramos o no es otro asunto, pero somos responsables, lo sentimos mucho y pedimos disculpas”.

El gobierno entregará cerca de 5.600 dólares para las familias de los fallecidos, adelantó el ministro, y entre 560 y 1.600 dólares para los heridos, al tiempo que se ocupará de la “inmediata reparación de las iglesias con la ayuda de las fuerzas de seguridad”.

Mientras los familiares de las víctimas reconocían ayer los cuerpos de sus seres queridos en la capital, Colombo, la Policía tuvo una intensa jornada en esa ciudad: detonó de forma controlada un artefacto que se encontró dentro de una camioneta, desactivó una bomba en el aeropuerto internacional y encontró 87 detonadores de explosivos en la principal estación de ómnibus.

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