Una semana después de ser designado primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson se comunicó telefónicamente con su par de la República de Irlanda, Leo Varadkar, en una conversación que tuvo como tema central el brexit y, en particular, la salvaguarda irlandesa. Esta consiste en un dispositivo que busca garantizar que no habrá una frontera “dura” entre las dos Irlandas, incluso si no se llegara a un acuerdo formal en temas comerciales y de seguridad. Durante el diálogo, Johnson le aseguró a Varadkar que “nunca” impondrá controles físicos en la frontera entre la República de Irlanda, país que pertenece y seguirá perteneciendo a la Unión Europea (UE) y el territorio de Irlanda del Norte, parte integrante de Reino Unido.
En un comunicado enviado por Downing Street se detalla que la voluntad del primer ministro es la de abandonar la UE el 31 de octubre, “pase lo que pase” y que Reino Unido “se mantendrá firme en su compromiso con el acuerdo de Belfast y nunca pondrá controles físicos o infraestructuras físicas en la frontera”.
Por su parte, un portavoz de Varadkar dijo que el Taoiseach (término en el idioma gaélico para definir al cargo de primer ministro irlandés) enfatizó, en la conversación con el primer ministro, que el respaldo era necesario como consecuencia de las decisiones tomadas en Reino Unido y por el gobierno de Reino Unido. Tras señalar que las negociaciones del brexit tienen lugar entre Reino Unido y la UE, el Taoiseach explicó que la UE estaba unida en su opinión de que el acuerdo de salvaguarda no podía reabrirse.
Varadkar descartó que sea posible un acuerdo sin el respaldo a la salvaguarda, algo que los parlamentarios conservadores euroescépticos rechazaron votar porque argumentaron que podría atrapar indefinidamente a Reino Unido en una unión aduanera después del final del período de transición fijado para diciembre de 2020. El portavoz del gobierno irlandés agregó que Varadkar “reafirmó la necesidad de que ambos gobiernos se comprometan plenamente con el acuerdo del Viernes Santo, la protección del proceso de paz y la restauración de las instituciones de Irlanda del Norte”.
Según informaron portavoces de ambas partes, durante la conversación telefónica Varadkar invitó a Johnson a Dublín para profundizar las conversaciones sobre el tema. Por su parte, el portavoz del gobierno británico manifestó que ambos líderes se comprometieron a mantener una relación cálida y profunda entre la República de Irlanda y Reino Unido.
Johnson en estos días, además de recorrer varias localidades inglesas, pasó por Escocia, Gales e Irlanda del Norte, en una gira que tiene como objetivo dar tranquilidad a los gobiernos de estos territorios acerca de los pasos que dará durante su gestión.