“Italia necesita certezas y elecciones valientes y compartidas, es inútil avanzar entre los no, aplazamientos, bloqueos y broncas cotidianas”, aseguró ayer en un comunicado la Liga, que junto al Movimiento 5 Estrellas integra la coalición de gobierno de Italia, llamando a que se celebren nuevas elecciones, para las cuales es favorito.
La tensión en la coalición llegó a su punto máximo el miércoles, cuando se reflejó en una votación del Parlamento las divisiones que hasta ese momento se venían procesando en la interna del Ejecutivo. El Movimiento 5 Estrellas votó en solitario y no consiguió que se aprobara la iniciativa que impulsaba. “Algo se ha roto en la mayoría”, dijo Matteo Salvini, líder de la Liga. Los cruces fueron aumentando: en la noche de ese mismo día el Movimiento 5 Estrellas emitió un comunicado conminando a los integrantes de la Liga a “que digan claramente lo que quieren hacer. Que sean claros”. Su líder, Luigi Di Maio, agregó: “No me gustan las intrigas de palacio”. En el ínterin, en los medios italianos se hablaba de una gran remodelación del gabinete para limar asperezas, pero esta nunca se produjo.
Ayer llegó el comunicado de la Liga, en el que pide al primer ministro Giuseppe Conte –un independiente al que eligieron los dos partidos en consenso– que vaya “inmediatamente al Parlamento” para comprobar que el Ejecutivo ya no tiene mayoría y que es necesario convocar a elecciones anticipadas.
El gobierno de coalición se instaló en junio de 2018, después de que el Movimiento 5 Estrellas fuera, en solitario, el partido más votado de las elecciones. Según las últimas encuestas, eso ha cambiado y ahora es la Liga la formación favorita de los italianos. Si bien no podría gobernar en solitario, sí lo conseguiría con el apoyo de sus aliados de antaño: los ultraderechistas Hermanos de Italia y la conservadora Forza Italia, del veterano líder Silvio Berlusconi.