“La emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo, pero podemos ganarla”, dijo el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el portugués António Guterres, durante la Cumbre de Acción Climática que tuvo lugar ayer en la sede de la entidad internacional en la ciudad de Nueva York. En el inicio del encuentro, la ONU comunicó que 66 países se comprometieron a alcanzar la neutralidad en las emisiones de carbono para 2050. A estos 66 países, según informaron agencias internacionales, se unieron diez regiones, 102 ciudades, 93 empresas y 12 inversores que buscan tener cero emisiones de gases con efecto invernadero para 2050, un objetivo fijado por científicos para contener el calentamiento de la Tierra a no más de +1,5ºC, en relación con el siglo XIX. 59 países anunciaron su intención de reforzar sus metas nacionales para combatir el cambio climático para 2020, y otros nueve comenzaron procesos internos para tornar sus objetivos más ambiciosos, precisó la ONU al anunciar la creación de una Alianza de Ambición por el Clima, que une a esos países, que anunciaron sus objetivos nacionales en el Acuerdo de París de 2015 y ahora los revisarán al alza.
El objetivo colectivo es reducir las emisiones de gases con efecto invernadero en al menos 45% para 2030 y, de esta manera, prepararse para alcanzar la huella de carbono cero a mediados de siglo. La alianza fue anunciada por el presidente de Chile, Sebastián Piñera, como parte de los preparativos para la próxima Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, denominada COP25, que se celebrará en diciembre de este año en Santiago, la capital de la nación trasandina. Bajo el lema “Terminar con el carbón es una prioridad” para la ONU, los países firmantes del acuerdo pretenden eliminar el uso de las centrales de carbón. En ese marco, 30 países, 22 estados o regiones y 31 empresas se comprometieron a dejar de construir nuevas centrales para 2020 y hacer la transición hacia fuentes de energía renovable.
Estados Unidos no participó oficialmente en la cumbre, aunque sorpresivamente el presidente Donald Trump –un conocido negacionista del cambio climático– acudió durante algunos minutos al encuentro, en condición de oyente. Tampoco estuvo en la cumbre Brasil –el mandatario norteño, Jair Bolsonaro, está totalmente alineado con Trump en la cuestión climática–, y si bien estuvieron representados en el evento China y Rusia –dos de los países que más contaminan en el mundo–, no acudieron a la cita sus respectivos presidentes, Xi Jinping y Vladimir Putin.
En el marco de la cumbre también se abordó la cuestión de la deforestación de la Amazonia. El Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la ONG Conservación Internacional decidieron desbloquear cerca de 500 millones de dólares adicionales para la reforestación de esta y otras selvas tropicales, según anunció la presidencia francesa.
Durante la cumbre, tal como consignó el diario El País de Madrid, 16 jóvenes de diferentes nacionalidades, liderados por la sueca Greta Thunberg, interpusieron una demanda en contra de cinco países. Amparados por la Convención de los Derechos del Niño de la ONU, los jóvenes activistas acusan a Argentina, Brasil, Francia, Alemania y Turquía de violar el derecho infantil a un futuro sostenible. Las cinco naciones acusadas, según la demanda, son los mayores emisores de dióxido de carbono que han ratificado dicha convención.