Ingresá

Gerardo Bleier, durante la movilización a un año del hallazgo de los restos de Eduardo Bleier, desde el Museo de la Memoria hasta el ex centro de tortura 300 Carlos-Infierno Grande.

Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS

A un año de la identificación de los restos de Eduardo Bleier se hizo una intervención en el ex Batallón de Infantería 13

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Gerardo Bleier dijo que el hallazgo de los restos de su padre significó “la posibilidad del duelo, de la sanación, pero también el compromiso por seguir buscando a aquellos detenidos desaparecidos cuyos restos todavía no podemos hallar”

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Con motivo de cumplirse un año de la identificación de los restos de Eduardo Bleier Horovitz, hallados el 28 de agosto de 2019 en el predio donde funcionó el Batallón de Infantería 13, se hizo una intervención con una caminata que partió del Museo de la Memoria, ubicado en Avenida de las Instrucciones y José Batlle y Ordóñez, y se dirigió al predio militar, también ubicado sobre Instrucciones, donde habló el hijo de Eduardo, Gerardo Bleier. La actividad fue convocada por la Comisión del Sitio 300 Carlos-Infierno Grande, nombre con el que se denominaba al centro clandestino de detención y tortura que funcionó dentro del Batallón 13 durante la dictadura cívico-militar.

Eduardo Bleier, nacido en José Batlle y Ordóñez, departamento de Lavalleja, en 1927, fue detenido en Montevideo el 19 de octubre de 1975, trasladado al Centro Clandestino de Detención 300 Carlos R (Casa de Punta Gorda) y luego al 300 Carlos (Infierno Grande). Permaneció desaparecido hasta el año pasado, cuando su cuerpo fue hallado en el marco de las excavaciones realizadas por el Grupo de Investigación en Antropología Forense por dictamen judicial en busca de restos de detenidos desaparecidos. En el mismo predio fueron hallados en 2006 los restos de Fernando Miranda.

Encabezada por una pancarta que decía: “¿Dónde están?, la caminata llegó hasta las puertas del cuartel, donde Gerardo Bleier, haciendo referencia a que su padre era judío, dijo que “en la tradición judía se dedica un año a procesar el duelo cuando se participa de la muerte de un familiar”. “Comprendan ustedes que quiero compartir el complejo proceso humano que en mi interioridad hice en este año, en este año de sanación, en este año de duelo. Un duelo que no había podido hacer durante 43 años, en los que los restos de Eduardo Bleier estuvieron ocultos, enterrados en este batallón como resultado de la práctica del terrorismo de Estado”, expresó.

Para Gerardo Bleier, la aparición de los restos de su padre significó dos cosas: “la posibilidad del duelo, de la sanación, pero también el compromiso por seguir buscando a aquellos detenidos desaparecidos cuyos restos todavía no podemos hallar”, para que los familiares y quienes los buscan puedan hacer el mismo proceso sanador.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura