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Emmanuel Macron, presidente de Francia, y Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, durante la cumbre de la OTAN en Londres (archivo, diciembre de 2019).

Foto: Christian Hartmann, AFP

El presidente turco y su par francés se enfrentan en declaraciones que suman inestabilidad en varios frentes

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Erdogan dijo que Macron necesita “terapia mental” por su postura respecto de los musulmanes; desde París se le exigió al gobierno turco que detenga sus disputas con Grecia en el Mediterráneo.

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El presidente francés, Emmanuel Macron, remarcó este domingo en una serie de publicaciones en su cuenta de Twitter su rechazo a los discursos de odio y defendió un “debate razonable”, tras los ataques personales que recibió del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. De acuerdo a lo que informó la agencia Efe, los mensajes de Macron, publicados en francés, árabe e inglés, insistieron en el espíritu de tolerancia, de conciliación y de defensa de los valores universales.

“Estaremos siempre del lado de la dignidad humana y de los valores universales. Respetamos todas las diferencias en un espíritu de paz. No aceptamos nunca los discursos de odio y defendemos el debate razonable”, expresó el mandatario francés.

A la vez, el gobierno de Macron decidió llamar a consultas a su embajador en Ankara en respuesta a las declaraciones de Erdogan, que el sábado criticó duramente a Macron, con alusiones a su salud mental, por los anuncios y las medidas de los últimos días contra el integrismo islámico, que incluyen el cierre de una mezquita y la disolución de una asociación islámica calificada de radical.

En el marco de un congreso de su sector político, el Partido de la Justicia y el Desarrollo, realizado en la ciudad de Kayseri, Erdogan expresó: “¿Cuál es el problema de esta persona llamada Macron con los musulmanes y el islam? Macron necesita tratamiento a nivel mental. ¿Qué más se puede decir de un jefe de Estado que no comprende la libertad de creencias y que se comporta de esta manera con millones de personas que viven en su país y que son miembros de una fe diferente?”. Además, en tono desafiante, Erdogan dijo que Europa “está preparando su propio fin” y podría “colapsar desde adentro” por su actitud hacia los musulmanes y el islam. Este domingo, el presidente de Turquía insistió con el tema en un acto celebrado en la ciudad de Malatya, donde dijo que Macron está “obsesionado con Erdogan día y noche”. “Realmente necesita someterse a exámenes [mentales]”, agregó.

Los dichos del presidente turco fueron criticados por el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, el español Josep Borrell, que expresó en Twitter que “las palabras del presidente Erdogan sobre el presidente Macron son inaceptables. Llamada a Turquía para que detenga esta espiral peligrosa de confrontación”.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, criticó a Erdogan por sus “insultos directos” y dijo que “ese comportamiento es inadmisible, máxime de un país aliado”, en referencia a que las dos naciones integran la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Pero Francia además emitió un duro comunicado, citado por la agencia Reuters, en el que manifestó que espera que Turquía acceda a los pedidos de París antes de fin de año respecto de sus acciones en el Mediterráneo oriental. “Francia reunió a sus socios europeos, que comparten la demanda de que Turquía debe poner fin a sus peligrosas aventuras”, se afirma en el comunicado del gobierno de Macron. En él se indica que, si Erdogan no responde en dos meses, enfrentará medidas.

Las relaciones entre París y Ankara empeoraron en los últimos meses a causa del apoyo de Francia a Grecia, que mantiene una disputa con Turquía por la explotación de las reservas de hidrocarburos en el Mediterráneo. El 13 de agosto, el líder francés anunció la decisión de aumentar temporalmente la presencia militar en el Mediterráneo y exigió que Turquía detuviera la exploración petrolera. En respuesta, Erdogan le advirtió a su colega que “no se meta” con su país.

Pero además de esta cuestión, Francia y Turquía están teniendo tensiones por el papel antagónico que ambos países están teniendo en el conflicto armado que se está viviendo actualmente en Libia.

Otro punto de tensiones entre París y Ankara en el conflicto bélico que está sucediendo en la región de Nagorno-Karabaj, donde los armenios, que dominan el territorio desde 1994, están siendo atacados desde hace casi un mes por fuerzas de Azerbaiyán, que reclaman como propio ese territorio, que oficialmente es llamado por los armenios República de Artsaj.

En este caso, Francia le reclamó a Turquía que deje de financiar el envío de combatientes a la zona, cosa que Erdogan negó, más allá de que en todo momento el presidente turco declaró su irrestricto apoyo a las agresiones azeríes contra los armenios.

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