El presidente chileno, Sebastián Piñera, anunció este jueves que aceptó la renuncia del director general de Carabineros, Mario Rozas, quien había puesto su cargo a disposición el miércoles, luego de que en un confuso operativo en un hogar de menores en la ciudad de Talcahuano –ubicada 430 kilómetros al sur de Santiago– dos adolescentes resultaran heridos de bala por parte de las fuerzas de seguridad.
Durante una conferencia de prensa en el Palacio de la Moneda, el mandatario comunicó la decisión, de acuerdo a lo que informó la revista The Clinic. Piñera manifestó que “el general me ha planteado su renuncia al cargo, y me ha dado sus razones y sus argumentos. Comparto los argumentos del general Rozas y he aceptado su renuncia”. “Pero quiero expresar con toda la fuerza que tengo el mayor aprecio, admiración y gratitud por la labor que ha cumplido el general Rozas, una vida entera dedicada al servicio de Carabineros, especialmente porque le tocó dirigir a Carabineros en un tiempo complejo en que hemos vivido demasiada violencia”, agregó.
El mandatario precisó: “He aceptado la renuncia y he procedido a designar al general Ricardo Yáñez”, quien hasta el momento se desempeñaba como mano derecho de Rozas. De hecho, ambos son dos de los siete altos cargos de Carabineros sobre quienes pesan cargos presentados por la Contraloría General de la República por sus presuntas responsabilidades administrativas en el uso de la fuerza durante el estallido social ocurrido en octubre del año pasado en la nación trasandina.
Es por esta razón que su designación causó malestar dentro de la oposición chilena. De acuerdo a lo que informó radio Bío Bío, el diputado Luis Rocafull, quien lidera la bancada del Partido Socialista, dijo que “era insostenible tener a Rozas como general director de Carabineros; sin embargo, cambiar por Yáñez, una persona que está siendo investigada, no nos parece lo más adecuado”.
Por otra parte, Juan Ignacio Latorre, quien es senador del partido Revolución Democrática –el sector que fundó Giorgio Jackson–, señaló que espera que la salida del general Rozas sea el primer paso para una reforma profunda y estructural de esta fuerza policial. “Chile necesita una nueva institución de Carabineros que ha perdido la legitimidad completamente y la confianza de la ciudadanía, una nueva Policía democrática, profesional, respetuosa de los derechos humanos, [...] una Policía que no tolere la corrupción y que esté subordinada al poder civil”, declaró.
En una línea similar se expresó la diputada Karol Cariola, del Partido Comunista, quien dijo que la salida de Rozas del cargo es tardía y que “amerita una revisión más profunda de esta institución [...] y hoy se deja más que explícito cuando se les dispara a quemarropa a los niños”, en referencia a los hechos ocurridos ayer en Talcahuano.
Mientras tanto, la bancada de diputados del centroizquierdista Partido por la Democracia criticó la decisión de Piñera de reemplazar a Rozas por Yánez y pidió la designación de un interventor civil para dirigir Carabineros. “El general Rozas ya no resistía un solo día más a la cabeza de Carabineros; ahora que ya es un hecho, se debe hacer una reforma profunda para reconciliar a la institución con la ciudadanía, cuya relación se ha visto sumamente dañada desde el estallido social con las violaciones a los derechos humanos”, sostuvo el jefe de la bancada del partido, Raúl Soto.
Otra diputada de este sector, Loreto Carvajal, expresó que la salida de Rozas debió producirse hace tiempo. “Recordemos que durante el estallido social una serie de informes internacionales cuestionaron el actuar de la institución con violaciones a los derechos humanos, personas mutiladas, heridas, muertos por manifestarse, y este gobierno lo respaldó”, afirmó la legisladora, quien agregó: “De nada sirve cambiar generales si la institución no asume reformas de fondo. De nada sirve que se cambie el general director si sus funcionarios continuarán con un actuar que menosprecia los derechos humanos”.