Ingresá

Richard Nixon y Sun Myung Moon, febrero de 1974. Recorte del libro The life of the Rev. Sun Myung Moon

El reverendo Moon y su apoyo transnacional al anticomunismo

4 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Las instancias de coordinación anticomunistas a nivel internacional no sólo contaron con la confluencia de sectores del catolicismo integrista y la derecha evangélica, sino que el reverendo Moon y su grupo económico y religioso dieron sustento transnacional y potenciaron actores políticos locales y mundiales.

La Iglesia de la Unificación, fundada por el líder surcoreano Sun Myung Moon en 1954, se convirtió en uno de los actores religiosos asiáticos que hizo una importante contribución para la Liga Anticomunista Mundial (1966), que en el contexto de la Guerra Fría funcionó en 100 países. El reverendo Moon se creía el nuevo mesías, superando desde su perspectiva la obra incompleta de Jesús. Compartía con otros grupos religiosos conceptos como la necesidad de “extirpar”, “eliminar” o “combatir” la presencia de la Teología de la Liberación u otras perspectivas cristianas que fueran críticas al autoritarismo.

Este grupo, desde su origen, no se limitó al trabajo religioso, sino que compró varios medios de comunicación para extender su campo de acción y desarrolló fructíferos negocios en el campo de la industria armamentística y de la alimentación.

El vehículo político principal del grupo Moon en la región fue la Confederación de Asociaciones para la Unificación de las Sociedades Americanas (CAUSA); su causa era combatir al comunismo en América. Según el libro Las sectas y nuevas religiones a la conquista del Uruguay, del sacerdote católico Julio César Elizaga, CAUSA fue fundada en 1964 por Bo Hi Pak, un ex agente de la CIA en Corea, que abandonó su carrera para consagrarse a las actividades políticas de la Iglesia de la Unificación. Se convirtió en los 70 y 80 en un espacio influyente de articulación político-religiosa en la región.

La prensa escrita fue una herramienta fundamental en la estrategia internacional de combate al comunismo del grupo Moon, y en el apoyo a las dictaduras latinoamericanas. Ejemplos de este esfuerzo se evidencian en la inversión del grupo en los periódicos New World, Washington Times y Noticias del Mundo. Del mismo modo, numerosos periodistas de derecha se unen al trabajo del reverendo; entre ellos, Manuel Fuentes (redactor jefe de La Nación de Santiago de Chile), Tomás MacHale (redactor jefe de El Mercurio de Santiago), Antonio Aggio (redactor jefe de A Folha da Tarde de San Pablo) y Antonio Rodríguez Carmona, periodista en la agencia de noticias argentina Télam, que será el vínculo con el uruguayo Julián Safi.

Las actividades de CAUSA fueron apoyadas y apoyaron a su vez gobiernos militares y dictaduras como las de Efraín Ríos Montt en Guatemala, Augusto Pinochet en Chile, Alfredo Stroessner en Paraguay y Luis García Meza en Bolivia. En el caso de Argentina, logró el apoyo de algunas figuras de la iglesia católica romana, como monseñor Antonio José Plaza, de la ciudad de La Plata, y Nicolás Argenatato (rector de la Universidad Católica), con los cuales celebran el 13 de julio de 1981 el primer seminario de CAUSA en ese país.

Entre 1980 y 1985, la dirección de CAUSA en Estados Unidos estuvo en consonancia con la política de Ronald Reagan, y fue asumida por el general retirado de la fuerza estadounidense David Woellner, que fue clave en brindar apoyo al menos por el total de un millón de dólares en insumos “humanitarios” para los contras nicaragüenses. En esta etapa, la Iglesia de la Unificación estableció a varios de sus miembros en el área centroamericana.

Moonies uruguayos

El vínculo de Moon con Uruguay fue investigado profundamente por Elizaga, quien durante varios años tuvo que andar con seguridad propia debido a las amenazas recibidas por sus investigaciones y denuncias. En su libro Elizaga ubica en 1978 y en un local de la calle Colonia casi Rondeau el lugar donde comenzó el grupo con algunos misioneros. En 1981 los representantes del grupo llegaron a Uruguay con 51 millones de dólares que depositaron en el Banco de Crédito, el tercero en importancia en ese momento. El propio coronel Bo Hi Pak viajó varias veces a Montevideo para llevar a cabo esta y otras transacciones.

En 1981 el grupo adquirió el diario Últimas Noticias y la editorial e imprenta Polo. El periódico buscó convertirse en un diario popular, con un precio que desafiaba a la competencia, sucesos en primera plana y una importante sección deportiva. Sus editoriales estaban redactados por notables miembros de CAUSA, como Venancio Flores y José Gálvez, así como por Carlos Estellano y Omar Piva, todos muy comprometidos en la lucha contra el comunismo. Estellano trabajó como consejero de la Dirección Nacional de Relaciones Públicas (Dinarp) de la dictadura. En tres años el diario logró ser la tercera tirada de la prensa uruguaya.

Julián Safi, además de haber sido titular de la Dinarp en la dictadura, en los últimos años de su carrera trabajó como director de Últimas Noticias, propiedad de los Moon en Uruguay, que cerró definitivamente en 2012. Hoy escribe artículos para el semanario La Mañana.

Según relata el periodista francés Jean-Francois Boyer en su libro El imperio Moon (1987), en su despacho Safi lucía una fotografía que mostraba al presidente Reagan estrechando la mano del ex coronel Bo Hi Pak, y repetía a sus visitantes: “No soy un hombre de negocios. Si he llegado hasta aquí, no es porque sea un genio de las finanzas, sino porque cuento con la confianza del reverendo Moon”. Su trayectoria como periodista había comenzado en 1960 en La Mañana, propiedad de Carlos Manini Ríos, líder del sector más conservador del Partido Colorado. Luego se casó con Margarita, la hija de Alberto Manini, y comenzó a participar políticamente de la mano de su cuñado Hugo Manini, coordinador de la JUP, en 1970.

Luego se convirtieron en dueños del hotel de cuatro estrellas Victoria Plaza. Los que lideran este proyecto son Venancio Segundo Flores –suegro del general Gregorio Álvarez, el último dictador militar uruguayo del siglo XX– y Safi, entre otros.

En abril de 1981 se efectuó en Montevideo el primer seminario de CAUSA. El lugar de reunión fue una dependencia del gobierno: la Dirección Nacional de Turismo. En la sala, entre los importantes invitados se encontraban el general Luis Queirolo, comandante de las Fuerzas Armadas; Alejandro Rovira, ministro del Interior, y Francisco Toureilles, ministro de Industria y Energía.

El grupo Moon continuó su carrera de inversiones en el país con la compra, en marzo de 1983, de 51% del capital del Banco de Crédito, que en ese momento era el principal banco privado que operaba en el país. Asimismo, en la publicación Prontuarios, del semanario Mate Amargo, se menciona como directores y testaferros del grupo a Julián Safi Mischler, Enrique dos Santos Molinari (gerente del Victoria Plaza), Gonzalo Soto Platero (presidente del Banco de Crédito) y Charles Ham Manini (fue presidente del Frigorífico Swift y del directorio del Banco de Crédito).

Entre las vinculaciones políticas, económicas y religiosas del grupo Moon en Uruguay, en una lista de nombres publicados el 17 de julio de 1986 por el semanario El Popular y en el libro citado del periodista francés Boyer, aparecen Jorge Guldenzoph, integrante del Departamento 5 de Información e Inteligencia de la Jefatura de Policía de Montevideo y acusado de torturas a presos políticos; y Darcey Britos, psicólogo que desempeñó tareas en el penal de Libertad durante la dictadura y que estuvo encargado de planificar operativos destinados a la destrucción psíquica de los detenidos.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura