“En pocos días pasamos de tener 200 casos por día a tener 300 y ayer [por el domingo] hubo más de 500; si el domingo que viene no llegamos a 1.000 tenemos que prender velas en algún altar, porque es muy probable que haya 1.000 casos, si no el domingo, la otra semana”, dijo a la diaria uno de los integrantes del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) que trabajan en el área Modelos y Ciencia de Datos. Según relató esta fuente, hubo un momento en que los integrantes del área veían el panorama de forma diferente: para algunos el incremento diario de casos no era tan severo, mientras que otros presagiaban el pico que se está observando.
Ahora nadie parece dudar de que los números se dispararon y que la situación será difícil de contener. El tiempo de duplicación de casos ocurre cada 12 días, es decir que el promedio de casos diario de los últimos siete días duplicó al promedio que se tenía 12 días atrás; ese es uno de los indicadores que el equipo de datos del GACH toma en cuenta. Otra de las variables es el R, que es el número de personas que contagia cada persona, que desde el 8 de noviembre se mantiene prácticamente estancado en alrededor del 1,25, lo que quiere decir que, de cada cuatro personas infectadas, al día siguiente hay cinco.
Fernando Paganini, Rafael Radi y Henry Cohen del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), en la Torre Ejecutiva. (archivo, noviembre 2020)
Foto: Mauricio Zina, adhocfotos
Algunos de los integrantes del GACH consideran que “hay que tomar medidas mucho más drásticas y pronto” y toman el ejemplo del caso de Australia, que a partir del lockdown, es decir, de una cuarentena muy estricta y con fuertes restricciones, logró reducir drásticamente el número de nuevos casos a partir de octubre, algo que mantiene hasta ahora. Quienes tienen esta postura opinan que si no se toma ahora una decisión de ese tipo se tendrá que tomar más adelante, pero en ese caso el resultado será peor y sólo quedará tratar de no saturar los CTI, pero en el medio habrá muchas pérdidas.
La otra mirada es la de los especialistas en Salud Pública, que con una mirada más holística contemplan el perjuicio que puede representar tomar medidas drásticas como un confinamiento total. Se entiende que hay muchas personas que desde hace varios meses atraviesan una situación económica complicada, y también el impacto de estas limitaciones en la salud mental, así como la postergación del tratamiento de otras patologías.
El GACH emitió este lunes de mañana un comunicado muy escueto en el que anunció que el grupo “está analizando permanentemente las variaciones de la situación epidemiológica en el país e intercambiando información con el gobierno”. Consignó, también, como ya lo habían adelantado integrantes del Poder Ejecutivo, que el sábado referentes del GACH habían mantenido una reunión con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y con el equipo Transición Uy –conformado por Hugo Odizzio, Gonzalo Baroni, Aparicio Ponce de León, Roberto Lafluf e Isaac Alfie– para analizar “escenarios y proyecciones desde el punto de vista de los modelos y de la situación del sistema de salud”.
Según supo la diaria, a la interna del GACH se conformó un grupo ad hoc para elevar el informe de la situación actual y proponer medidas que serán evaluadas por los coordinadores del GACH –Rafael Radi, Henry Cohen y Fernando Paganini– junto con los integrantes de Transición Uy. En ese grupo es que asomaron las diferencias en torno al lockdown.