“Al pueblo se lo digo: dejo mi destino en sus manos. Si vuelve a ganar la oposición, yo me voy de la presidencia”, dijo Nicolás Maduro durante un acto de campaña para las elecciones legislativas de mañana en Venezuela. “Me perdonan lo crudo que soy, pero ya basta. Cinco años más con la oposición dirigiendo la Asamblea, no, así no”, agregó el presidente.
El enfrentamiento entre el Poder Ejecutivo y la Asamblea Nacional, el parlamento unicameral, lleva ya cinco años. En las últimas elecciones legislativas, las de 2015, la oposición venezolana, que había sufrido constantes derrotas electorales desde la llegada del chavismo al gobierno, logró la mayoría en la Asamblea Nacional. Incluso se acercó a una mayoría calificada de dos tercios, pero algunos resultados regionales fueron impugnados por el oficialismo. Desde entonces, unos y otros se han acusado de ilegitimidad, desacato y usurpación, y han tratado por distintos medios de conseguir el poder en Venezuela. De hecho, hoy la Asamblea Nacional no tiene ninguna potestad.
De las elecciones de este domingo surgirá un nuevo parlamento que asumirá el 5 de enero. Pero las figuras más conocidas de la oposición –Juan Guaidó, Henrique Capriles, Julio Borges y Henry Ramos Allup– llaman a no votar y afirman que las elecciones son fraudulentas. Los opositores cuestionan que los integrantes del Consejo Nacional Electoral, que deben ser nombrados por la Asamblea Nacional, fueron designados por el Tribunal Supremo de Justicia. También rechazan que ese tribunal haya intervenido varios partidos políticos, entre ellos Voluntad Popular, fundado por el dirigente Leopoldo López, y al que pertenece Guaidó; Acción Democrática, el más antiguo del país, que tiene entre sus dirigentes a Ramos Allup; y Primero Justicia, de Capriles. Con la intervención se nombraron nuevas dirigencias que sí accedieron a participar en estas elecciones.
También fueron intervenidas organizaciones políticas que eran aliadas del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela pero que se apartaron de Maduro y se unieron en una coalición denominada Alternativa Popular Revolucionaria, creada en torno al Partido Comunista de Venezuela.
Asamblea Nacional sin poderes
En 2017 se eligió una Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela. Como la oposición decidió no participar en las elecciones, la totalidad de sus integrantes son oficialistas. Si bien ese organismo llegó a presentar un borrador de constitución, su principal tarea fue la de asumir las funciones de la Asamblea Nacional y anular así sus potestades como Poder Legislativo. Meses atrás, Maduro anunció que la Asamblea Constituyente, a la que varias veces le prorrogó el mandato, dejará de funcionar en diciembre y, por lo tanto, esas funciones volverán al parlamento que resulte electo el domingo.
La oposición cuestionó también las elecciones presidenciales que Maduro ganó en 2018. Para esa votación, la Justicia impidió que la principal organización política opositora, la coalición Mesa de la Unidad Democrática, se presentara como tal, aunque los partidos que la integraban sí podían postularse. Después de esta decisión y de desacuerdos acerca de la fecha de las elecciones, la mayoría de la oposición declaró que no tenía las garantías necesarias para participar. Por lo tanto, en esas elecciones, el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela casi no tuvo rivales. Si bien hubo dos candidatos que compitieron con Maduro, Henry Falcón y Javier Bertucci, no contaban con un apoyo popular o partidario fuerte.
De acuerdo con los números oficiales, la participación en esas elecciones fue de 46% (la oposición puso en duda ese porcentaje) y Maduro reunió casi 68% de los votos. En Venezuela la abstención suele ser alta, y alcanzó su mayor registro en las municipales de 2018, en las que 72,6% de los habilitados no votó.
- 277 bancas de la Asamblea Nacional se definirán en las legislativas de mañana en Venezuela
- 107 partidos nacionales y regionales compiten en estas elecciones. Sin embargo, varios participan por decisión de autoridades impuestas por la Justicia, contra la opinión de otros dirigentes.
- 14.400 candidatos se postularon.
Cuando Maduro comenzó su segundo mandato, en enero de 2019, el presidente de la Asamblea Nacional, Guaidó, lo acusó de “usurpar” la presidencia y de haber ganado de forma ilegítima las elecciones de 2018. Además, Guaidó se proclamó a sí mismo “presidente encargado” de Venezuela, en su calidad de titular del órgano legislativo.
Guaidó nombró un equipo de gobierno y embajadores en decenas de países que le dieron su reconocimiento, pero no logró imponerse como gobernante. Lo intentó cuando ingresó a Venezuela por la frontera colombiana con cargamentos de ayuda humanitaria enviados por otros países, entre ellos Estados Unidos, y trató de generar así un movimiento popular que lo apoyara. Hizo campañas en todo el mundo para reunir respaldo, y sus colaboradores llegaron a contratar a una empresa de seguridad estadounidense, Silvercorp, que intentó una fallida invasión con un grupo de mercenarios.
A casi dos años de declararse presidente encargado, la figura de Guaidó llega desgastada a las elecciones del domingo, al igual que buena parte de la oposición.
La consulta de Guaidó
Como alternativa a las elecciones legislativas, Guaidó organizó una consulta popular sobre el gobierno. Esta votación no oficial se extenderá de lunes a sábado en internet, y el último día también será presencial. Quienes se sumen deben responder si rechazan las elecciones que se realizarán el domingo, si reclaman la salida de Maduro de la presidencia y si “ordenan” hacer “las gestiones necesarias ante la comunidad internacional para activar la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan rescatar” la democracia.
Su iniciativa fue criticada por el oficialismo y también por algunos dirigentes de la oposición. El jefe de campaña del Partido Socialista Unido de Venezuela, Jorge Rodríguez (hermano de la vicepresidenta Delcy Rodríguez), dijo al canal Globovisón sobre la consulta que “eso no existe” y que Guaidó “es la nada” en la política venezolana.
Rodríguez es uno de los candidatos en estas legislativas, al igual que el hijo de Nicolás Maduro, que tiene el mismo nombre que el presidente. También se postulan la esposa de Maduro, Cilia Flores, dirigente que ocupa una banca en la Asamblea Constituyente, y Diosdado Cabello, uno de los principales líderes del Partido Socialista Unido de Venezuela, representante del ala dura y más cercana a los militares en esa organización política.
En la oposición criticaron la propuesta de Guaidó algunos dirigentes que participan en las elecciones y otros que las rechazan. “No sólo no podemos consultar más. Tenemos que actuar”, dijo la dirigente opositora radical María Corina Machado, en un encuentro internacional junto al ex presidente español José María Aznar.
“Maduro saldrá con votos, no con fantasías ni con cuentos virtuales”, dijo Henri Falcón, y afirmó que “la verdadera consulta popular es el 6 de diciembre”, agregó. Este dirigente, que compitió con Maduro por la presidencia en 2018 y fue acusado de legitimar esa votación, se postula el domingo a una banca en la Asamblea Nacional, y lo mismo hace el otro candidato presidencial de aquel año, Javier Bertucci.
Estos y otros postulantes respondieron también a la afirmación de Maduro de que dejará la presidencia si el oficialismo pierde las legislativas. “Te acepto el reto, Nicolás Maduro. Ve preparando tus cachachás [pertenencias] porque el 6 de diciembre sales de Miraflores con votos, si tienes palabra”, dijo Bernabé Gutiérrez, el dirigente que quedó al frente de Acción Democrática por decisión judicial.
En aquel discurso, Maduro dijo también que si sus oponentes quieren plantear esta votación como un plebiscito sobre su gobierno, él está de acuerdo: “A toda la oposición le digo: acepto el reto. Vamos a ver quién gana. Si ganamos nosotros, vamos para adelante”.