El partido La República en Marcha, que encabeza el presidente francés, Emmanuel Macron, sufrió este viernes un duro golpe con la renuncia de su candidato a la alcaldía de París, Benjamin Griveaux. El dirigente decidió no postularse debido a la difusión de un vídeo sexual que supuestamente grabó para una mujer con la que mantenía una relación extramatrimonial.
“No quiero exponernos más, ni a mí ni a mi familia, cuando todos los golpes son permitidos”, dijo Griveaux en una conferencia de prensa en la que anunció su renuncia. El político, de 42 años, dijo que fue blanco de difamaciones, mentiras, ataques anónimos e incluso amenazas de muerte durante los últimos meses. Calificó la difusión del video, filtrado a internet y las redes sociales por el activista ruso Piotr Pavlenski, de “ataques infames” que afectan su “vida privada”.
Pavlenski, quien se refugió en Francia luego de ser encarcelado numerosas veces en su país por sus ataques al presidente Vladimir Putin, admitió haber subido el video el miércoles, y dijo al diario Liberation que lo hizo porque quería “denunciar la hipocresía” de Griveaux. “Es alguien que siempre hace referencia a los valores familiares, que se autodenomina ‘el alcalde de las familias parisinas’ y pone siempre como ejemplo a su esposa y a sus hijos. Pero en su vida diaria hace todo lo contrario”.
La caída en desgracia de Griveaux no fue celebrada por sus adversarios políticos. Todo lo contrario. Según consignó Radio Francia Internacional, Jean Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa, pidió a sus correligionarios que no hagan leña del árbol caído. “Insumisos, no participen en este linchamiento contra Benjamin Griveaux. La publicación de imágenes íntimas para destruir a un adversario es nefasta. Rechacemos el naufragio voyeurista de la vida pública del país. No, no todos los golpes están permitidos en política”, escribió el líder izquierdista en su cuenta de Twitter.
Mientras tanto, la actual alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, pidió “respeto a la intimidad y a las personas” y dijo que “no hay nada ilegal en lo que se ha revelado hasta ahora sobre Benjamin Griveaux”, y que “su intimidad no debe hacerse pública”.