En una conferencia de prensa realizada este martes en la sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vocera de la entidad, Margaret Harris, afirmó que la pandemia del coronavirus se sigue acelerando y que Estados Unidos se está convirtiendo en un foco central de la enfermedad por la rapidez de los contagios que se registran en el país, a un ritmo casi tan rápido como en Europa, actualmente epicentro del mal detectado a fines del año pasado en la ciudad china de Wuhan. “Estamos viendo una gran celeridad en la propagación de casos en Estados Unidos”, confirmó Harris, según consignó la agencia de noticias Efe.
De acuerdo con los últimos datos de la Universidad Johns Hopkins, con sede en Baltimore, Estados Unidos, los infectados por el Covid-19 en todo el mundo son más de 400.000 personas y las personas fallecidas por el mal suman 18.250. Los expertos de la OMS consideran, a partir de la observación de la curva de infecciones y decesos por la enfermedad, que cada día los casos serán más numerosos que el anterior, “hasta que los gobiernos tomen medidas realmente fuertes y estas fructifiquen”, dijo la portavoz. “El mayor impulsor del brote sigue siendo Europa, pero también Estados Unidos: en conjunto tienen 85% de casos a nivel mundial en las últimas 24 horas y de este 85%, 40% se registró en Estados Unidos”, puntualizó Harris.
Pese a que los datos muestran que el coronavirus se extiende rápidamente en su país, el presidente estadounidense, Donald Trump, evalúa rebajar las medidas que había dictado para contener la pandemia, debido al impacto negativo que tienen en la economía. Sin embargo, Harris explicó que “para vencer al virus los países necesitan medidas muy agresivas, en particular que todos los casos sospechosos pasen un test de diagnóstico, aislar a toda persona enferma, y encontrar y poner en cuarentena a todos los contactos cercanos”. “Todo esto es crucial”, concluyó.
En Italia –el país en el que se registran más fallecidos por el Covid-19: ya son en total 6.820– este martes, por tercer día consecutivo, se constató un descenso en el número de contagiados por la enfermedad, aunque la cifra de muertos sufrió un nuevo repunte tras dos días a la baja. Los nuevos fallecidos fueron 743, un número más alto que el del lunes, cuando hubo 601. De acuerdo con los últimos datos oficiales ofrecidos por las autoridades sanitarias italianas, en las últimas 24 horas fueron 3.612, lo que representa una caída respecto del sábado. Estos datos se conocen el día en que se cumple la segunda semana de aislamiento en todo el país decretado por el Ejecutivo que encabeza Giuseppe Conte.
Según estimaron varios analistas, la disparidad entre el número de infectados y la cantidad de fallecidos puede deberse a dos cosas. Una opción es que se estén muriendo más personas que ya estaban enfermas, al tiempo que se contagian menos como consecuencia de la cuarentena. Otra teoría menos halagüeña es que se conozcan menos casos de personas infectadas porque la mayoría de los recursos en los hospitales están destinados a los pacientes graves. Este martes, cerca de 3.500 personas están en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales de la región de Lombardía, en el norte del país, por lejos la zona más afectada por la pandemia.