Este lunes las cifras diarias de la expansión del coronavirus en España e Italia se mantenían altas, pero muy por debajo de las que se registraban hace dos o tres semanas. Si bien es temprano para declarar que esta tendencia a la caída de los contagios está afianzada, ya transcurrieron más de diez días en que el número de nuevos casos y de muertes se reduce o se mantiene estable.
Estos dos países son los que han llegado a las mayores cantidades de contagios y de personas fallecidas por millón de habitantes: un promedio 2.786 casos positivos reportados y 265 muertes en España y 2.136 positivos y 263 fallecidos en Italia, según el diario español El País. En total, los contagios son más de 132.000 en Italia y 135.000 en España, y las personas cuya muerte le fue atribuida a la covid-19 suman 16.500 y 13.000, respectivamente.
Los dos países tomaron medidas de aislamiento social y de suspensión de todas las actividades que no sean esenciales hasta el lunes 13 de abril para frenar la expansión del virus, y todo indica que ese régimen se prorrogará hasta mayo. Según los datos oficiales de este lunes, en 24 horas habían muerto más de 600 personas en cada uno de esos países. Semanas atrás, este número se había acercado a 1.000.
23.000 personas se curaron de covid-19 en Italia y más de 40.000 en España.
En cuanto a los casos confirmados de covid-19, Italia registró este lunes la cifra más baja desde el 17 de marzo, 3.599, y también en España la cantidad de casos nuevos disminuye: ayer se notificaron 4.273. Una caída en los casos se refleja también en menores esperas en las emergencias y menor demanda de centros de internación. Otra cifra alentadora es el número de personas que se curaron, que en Italia suman casi 23.000, y en España son más de 40.000.
Año aprobado en Italia
El gobierno italiano trabaja en planes para el momento en que terminen, gradualmente, las medidas de cuarentena, dijo el ministro de Salud italiano, Roberto Speranza, al diario La Repubblica. Esas políticas incluyen la creación de nuevos hospitales específicos para covid-19, medidas de aislamiento domiciliario con atención médica para quienes tengan la enfermedad, y test masivos para analizar cuántos habitantes del país tuvieron el virus o son inmunes. A esto se agregó una aplicación para reconstruir los movimientos que tuvo en las últimas 48 horas alguien que da positivo al test. También en España se evalúa una herramienta de este tipo, y el gobierno aclaró que no se trata de un método para vigilar si alguien incumple la cuarentena.
“La emergencia no terminó. El peligro no terminó, nos esperan todavía meses difíciles. Nuestro trabajo es crear las condiciones para convivir con este virus. Aquí el verbo correcto es convivir, al menos hasta que tengamos la vacuna o una cura”, dijo Speranza. Aclaró también que el final del aislamiento de la población en su casa será gradual.
Entre muchas medidas sanitarias, económicas y sociales dispuestas para atenuar el impacto de esta crisis en la población, las autoridades comenzaron a evaluar la posibilidad de que todos los estudiantes de escuelas y liceos tengan aprobado el año lectivo que termina en junio, y que en el siguiente año sean evaluados. Esto dependerá de si se retoman o no las clases en mayo.
Ingreso mínimo en España
En el caso de España, el gobierno evalúa aumentar el número de pruebas para detectar la covid-19, y repartir un millón de test rápidos entre las autoridades regionales para su aplicación, en particular en hospitales y residencias de ancianos, donde se expandió la enfermedad.
Otro de los proyectos, impulsado por Unidas Podemos, parte del gobierno de coalición, es un ingreso mínimo para todos aquellos que no tengan ninguno. “Estamos trabajando para que haya un ingreso mínimo vital lo antes posible”, dijo uno de los vicepresidentes del gobierno, Pablo Iglesias, al periódico digital eldiario.es.
Iglesias agregó que una de las enseñanzas que dejó esta crisis es que se necesita “una sanidad pública más fuerte”, y que “no puede ser” que “las privatizaciones hayan debilitado” los servicios de salud en España. Consideró que “todo el mundo entiende que no puede volver a ocurrir, si vuelve a llegar una pandemia como esta, que España no tenga capacidad para fabricar los respiradores que sean necesarios o los equipos de protección individual que sean necesarios”.
También comparó esta crisis con la de 2008 y dijo que en aquella “mucha gente vio cómo les cortaban la luz y la calefacción; ahora han visto que hay un gobierno que prohíbe los cortes de suministros”. A continuación, agregó: “A partir de ahí, ¿qué habrá que hacer? El ingreso mínimo vital es algo que ya se ha discutido y que tenemos claro que se tiene que hacer. Falta concretarlo, dialogar entre los diferentes equipos y también con las comunidades autónomas. Pero yo espero que lo tengamos listo pronto”.