La Policía boliviana arrestó este miércoles al ministro de Salud, Marcelo Navajas, como parte de las investigaciones por la compra sobrevalorada de 179 ventiladores españoles para pacientes con covid-19, informaron voceros de la entidad. Navajas “se encuentra en calidad de aprehendido en dependencias de la FELCC [Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen] de la ciudad de La Paz”, dijo el comandante de la unidad, coronel Iván Rojas, un día después de que la presidenta boliviana de facto, Jeanine Áñez, ordenara investigar la compra por “posible corrupción”, de acuerdo a lo que informó el diario paceño La Razón.
Navajas se presentó este miércoles para declarar, de forma voluntaria, en el marco de la investigación sobre la compra presuntamente irregular de 179 respiradores, y luego quedó detenido. Por este motivo ya había otras cuatro personas a disposición de la Justicia: dos funcionarios del Ministerio de Salud y dos del Banco Interamericano de Desarrollo, entidad que financió la compra y se encargó del traslado de los equipos.
La detención se produjo un día después de que el ahora ex jerarca negara la existencia de un sobreprecio en la adquisición de 179 respiradores por un valor de 27.683 dólares cada uno. La empresa española GPA Innova, que proveyó los equipos, informó por su parte que cada equipo tiene un costo de fábrica de 7.194 dólares, sin contar los precios de distribución.
La presidenta de facto actuó rápidamente, sacando de su puesto a Navajas y nombrando en forma interina a Eidy Roca. Según expresó la ministra de Comunicación y vocera de Áñez, Isabel Fernández, la presidenta tomó la decisión de remover al imputado “para evitar cualquier interferencia en el trabajo de la Justicia o el entorpecimiento de las pesquisas”.
Desde su exilio en Buenos Aires, el ex presidente Evo Morales comentó la noticia en su cuenta de Twitter: “En el caso de respiradores con sobreprecio hay una decisión política por la emergencia de la pandemia que involucra a comités de asesores y al ‘embajador científico’ que han recomendado la compra y, finalmente, a autoridades que han avalado y firmado, no a chivos expiatorios”.