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Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, durante su rueda de prensa matutina este lunes, en el Palacio Nacional, en Ciudad de México.

Foto: EFE, presidencia de México

López Obrador visitará a Trump en medio de duras críticas

2 minutos de lectura
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El mandatario mexicano dijo no ser un “vendepatria” y agregó que el encuentro será una visita de trabajo.

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Este miércoles el presidente estadounidense, Donald Trump, recibirá en la Casa Blanca a su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que viene recibiendo duras críticas por ir a visitar al mandatario estadounidense, quien durante la campaña electoral que lo llevó al gobierno en 2016 promovió la construcción de un muro en la frontera para evitar el ingreso a su país de ciudadanos mexicanos de manera irregular, propuesta que fue duramente criticada por el hoy mandatario.

Si bien la razón oficial explicitada por el presidente mexicano para viajar a Washington es la conmemoración de la puesta en marcha del nuevo tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que entró en vigor el 1º de julio, hay un profundo mar de fondo detrás de este viaje, que será, por otra parte, la primera salida del país del mandatario que asumió el gobierno el 1º de diciembre de 2018.

La principal crítica que se le hace a López Obrador es que con este paso le está haciendo un favor a Trump, quien ya está metido de lleno en la campaña electoral rumbo a las elecciones presidenciales estadounidenses que se realizarán en noviembre. La semana pasada, hablando sobre su encuentro con el presidente mexicano, el líder republicano calificó a López Obrador de un “socialista” con el que tiene buena relación. “Realmente es un gran tipo”, afirmó Trump. Por su parte, el presidente mexicano entiende que su homólogo del norte varió su discurso respecto de México y los mexicanos por uno “más respetuoso”.

La semana pasada, durante una de sus habituales conferencias de prensa matinales, López Obrador expresó: “No soy un vendepatria, para decirlo con claridad, para que no se anden preocupando o se confundan. Se puede tener una muy buena relación con un país como Estados Unidos, que es un país vecino, manteniendo nuestro decoro, nuestra dignidad, nuestra independencia, nuestra soberanía”, afirmó.

Interrogado acerca de si durante su viaje a Estados Unidos pensaba reunirse con Joe Biden, candidato del Partido Demócrata en la contienda electoral de noviembre, el presidente mexicano fue contundente y dijo que no lo haría, porque lo entiende inadecuado. “Voy a atestiguar el inicio del tratado que considero que nos va a ayudar mucho a los tres países [...] por eso no puedo hablar, o no sería correcto, adecuado, hablar con candidatos, porque es una visita de trabajo. Voy a entrevistarme con el presidente de Estados Unidos y, si lo decide, estaría también el primer ministro de Canadá”, dijo López Obrador.

El ex canciller mexicano Jorge Castañeda, quien se desempeñó en el cargo entre 2000 y 2003, durante la presidencia de Vicente Fox, y que renunció a su cargo cuando estaba comenzando la Guerra de Irak, dijo la semana pasada en un programa televisivo que la visita de López Obrador no tenía razón práctica porque el T-MEC no requiere ninguna ratificación adicional, aunque dio a entender que la ida a Washington podía tener sentido, aunque por otros motivos. “El presidente tiene muchos frentes abiertos con Estados Unidos, algunos de ellos muy tensos, por lo que llegó a la conclusión de que ya no podía posponer indefinidamente el tratar de hablar de estos asuntos personalmente con Trump”, expresó.

La visita de López Obrador a Trump también ha causado un fuerte impacto negativo en la enorme comunidad mexicana que reside en territorio estadounidense. En ese sentido, Armando Vázquez-Ramos, quien preside el Centro de Estudios California-México, escribió hace dos semanas una carta abierta dirigida a López Obrador y a su ministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que fue reproducida por numerosos medios de ambos países. En su mensaje Vázquez-Ramos sostuvo que López Obrador puede cometer el “peor error diplomático de su gestión” al reunirse con un mandatario “despreciado en el mundo por su racismo y odio contra los mexicanos, inmigrantes y mujeres”. “Para los 40 millones de mexicanos que vivimos en Estados Unidos sería vergonzoso y un insulto que la primera visita al exterior del presidente López Obrador fuera para ayudar a reelegir al peor presidente en la historia de este país”, escribió en un artículo.

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