En una reunión que se celebró sobre el final de la tarde de este miércoles en la residencia de Olivos, el presidente argentino, Alberto Fernández, junto al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, analizaron las medidas sobre cómo continuará el aislamiento social, preventivo y obligatorio por el coronavirus luego del viernes, cuando finaliza la actual fase estricta que rige en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) –zona que abarca la capital argentina y 40 municipios de la provincia de Buenos Aires– desde el 1º de julio.
De acuerdo a lo que informó Página12, las medidas de flexibilización comenzaron a ser tratadas el martes en un encuentro que mantuvieron Kicillof y Rodríguez Larreta. Los jerarcas coincidieron en “coordinar” las medidas, pero a la vez reconocieron que las realidades de los distritos que encabezan son diferentes y por lo tanto las futuras medidas no serán las mismas.
Durante la inauguración de un centro de aislamiento con 500 camas situado en el predio de la República de los Niños, en la ciudad de La Plata, Kicillof confirmó los acuerdos a los que llegó con Rodríguez Larreta, celebró los resultados obtenidos con el endurecimiento de la cuarentena y confirmó que, a partir del sábado, se comenzará una etapa “con mayor relajamiento, pero con mucho cuidado”.
“Los lugares que levantaron la cuarentena apresuradamente tuvieron que volver a implementarla apresuradamente y con mucha pérdida”, afirmó el dirigente kirchnerista.
Por su parte, el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, también se encargó de destacar los logros alcanzados en los últimos 15 días en el AMBA, donde se logró contener el aumento de ocupación de camas de terapia intensiva y reducir el tiempo de duplicación de contagios, por lo que confió en que se analizará “cómo podremos ir desarmando la cuarentena, volviendo a la etapa anterior, y poder definir qué actividades podemos ir sumando”.
Según informó el portal Infobae, el Ministerio de Salud bonaerense confirmó que los niveles de contagio que se dieron en los últimos días fueron más lentos. Si bien esto no significa que haya bajado el nivel de covid-19 en la población, es un indicio de que la cuarentena estricta habría dado resultados. Se informó además que el nivel de ocupación de camas de terapia intensiva en el AMBA se ubica en 61,3%. “Está bastante controlada la situación”, dijo un funcionario de ese ministerio.
Por su parte el infectólogo y asesor presidencial Tomás Orduna consideró que se volverá a la fase 3, que consiste en “sostener a 50% de gente en movimiento, que después podría incrementarse a 75%”, siempre hablando del AMBA, una zona que en total abarca una extensión de 13.285 kilómetros cuadrados y en la que viven aproximadamente 14.800.000 habitantes, que representan 37% del total de la población argentina. Allí se concentra más de 90% de los casos de covid-19 en el país.
En lo inmediato, Fernán Quirós, ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires, indicó que “la apertura será muy similar a lo que teníamos antes de restringir”, y no descartó que se podría agregar alguna actividad recreativa para los niños. Paralelamente, Quirós rechazó enfáticamente la posibilidad de que se habiliten las reuniones sociales.
Lo que sí está estipulado por las autoridades es la reapertura de unos 70.000 comercios esenciales, y además se otorgarán permisos para caminatas y actividad física al aire libre para la población en general.
En cuanto a las clases presenciales en el AMBA, este miércoles el ministro de Educación, Nicolás Trotta, expresó que esperan que puedan volver “antes de fin de año”.
Desde que la pandemia llegó a Argentina fueron diagnosticados 106.910 casos de la afección viral, en tanto que se atribuyó a la covid-19 la muerte de 1.987 personas.