Las acusaciones de Washington hacia Pekín por espionaje no dejaron de crecer en los últimos meses. Primero fue Huawei la empresa china acusada por Washington de utilizar la tecnología para espiar para el Partido Comunista chino; después fue un presunto ataque informático sobre laboratorios y empresas que trabajan en una vacuna contra el coronavirus; en uno de los últimos episodios, los diplomáticos del consulado en Houston; ahora llegó el turno de TikTok, actualmente la red social más popular entre los usuarios más jóvenes.
“En lo que respecta a TikTok, lo vamos a prohibir en Estados Unidos”, dijo el presidente estadounidense, Donald Trump, el viernes, y prendió las luces de alarma de los adolescentes, de la compañía china e incluso de la estadounidense Microsoft, que estaba en tratativas para comprarla –por otra parte, ya lo suspendió–.
A ningún lado
La empresa indicó el sábado que seguirá instalada en ese país, donde cuenta con 1.500 trabajadores. “No planeamos ir a ningún sitio”, dijo su gerenta general en Estados Unidos, Vanessa Pappas, quien agregó que esperan contratar a otras 10.000 personas en los próximos tres años.
Después de esas declaraciones, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que el gobierno estadounidense puede forzar la venta o bloquear la red social si la considera una amenaza. “TikTok no puede permanecer en el formato actual debido al riesgo de que envíe información [al gobierno chino] sobre 100 millones de estadounidenses”, aseguró.