El senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, aseguró este martes, en la comparecencia del ministro Daniel Salinas ante la Comisión de Salud del Senado, que “quedó demostrado que se está trabajando con seriedad y responsabilidad buscando la mejor solución en el tema vacunación para los uruguayos” para evitar contagios de covid-19. En declaraciones a Informativo Sarandí, el senador afirmó que la elección de la vacuna no se trata “de lo más rápido o barato” y sostuvo que “hay un plan de vacunación pronto para que, una vez que esté la vacuna, rápidamente se pueda vacunar a la población objetivo”.
Según comentó Manini Ríos, el anuncio sobre avances en el tema llegará en cualquier momento: “Estamos hablando de un tema de días, hay una ansiedad generalizada, a veces alentada por quienes quieren generar una sensación de mal manejo del tema, cuando creo que el manejo es lo suficientemente ponderado y serio como para darle el tiempo necesario para que se termine de concretar”.
Manini Ríos fue consultado por las críticas hechas por senadores del Frente Amplio sobre el plan de vacunación, en particular las de Charles Carrera, quien opinó que el gobierno trabaja “con poca seriedad” en este tema. El líder de Cabildo Abierto dijo que las declaraciones están “totalmente politizadas” y llegan “en un momento en el cual están un poco desorientados en la oposición”.
“Sienten que mucha gente los responsabiliza por la poca colaboración que han tenido durante meses y, en definitiva, alentaron muchas veces movilizaciones, reuniones, marchas que pueden haber estado en el origen de esta disparada de los contagios; hay varias posiciones al respecto, pero es una de las posibilidades”, opinó el senador, y agregó que “en esta desorientación general que tiene la oposición busca justamente pegar donde no pueden pegar, tratar de irresponsable o poco seria la conducción sanitaria del país de marzo en adelante; es totalmente fuera de lugar y cae por su propio peso”.
A su entender, “la opinión pública tiene claro que si hay algo que hizo bien el gobierno a partir de marzo fue justamente enfrentar esta pandemia de la forma en que lo ha hecho, que ha logrado destaque a nivel mundial y regional”.
El líder de Cabildo Abierto enfatizó que en ningún momento estuvo sobre la mesa la renuncia de Salinas y descartó que haya habido “un cortocircuito” con Presidencia por la negociación de las vacunas. De todas formas, puntualizó que “la negociación pasa en un momento a ser comercial; el equipo económico tiene su protagonismo y pasa a otro eje”. “No diría que hubo ningún tipo de cortocircuito ni disenso”, aseguró.
La polémica por las movilizaciones
Durante la visita a la Comisión de Salud Pública del Senado, Salinas se refirió a los eventos masivos de los últimos meses: “Si bien el GACH [Grupo Asesor Científico Honorario] está recomendando que en la playa, al aire libre, debajo de una sombrilla, haya un espacio de tres metros, hubo muchos casos de grandes eventos en los cuales no se respetó ese distanciamiento. Ese es un hecho de la realidad”. “Tuvimos todas las marchas que quisimos, ¡y déjenme decirlo, porque alguna válvula de escape tengo que tener!”, agregó el ministro.
Luego pasó a enumerarlas: “14 de agosto, marcha en conmemoración de los mártires estudiantiles; 20 de agosto, paro de la FUS –y no es que sea un retrógrado, sino que el GACH dice que hay que mantener distancia–; 28 de agosto, paro y movilización del SMU; 10 de setiembre, movilización de ADUR por el presupuesto; 16 de setiembre, festejo del INAU –¡con los casos que generó!–; 17 de setiembre, paro y movilización del PIT-CNT; 25 de setiembre, Marcha de la Diversidad –¡no pidan que les traiga la filmación de esta marcha!–; también hubo elecciones departamentales en setiembre; el 1º de octubre se manifestaron los funcionarios del Mides; el 3 fue el Día del Patrimonio; el 8 se movilizaron los sindicatos de la industria; el 15 fue la caravana de Fancap –las caravanas eran mejores–; el 20, la ocupación de AFUTU; el 28, la marcha de COFE; el 29, la movilización del SIMA; el 30, la concentración de la FUS; el 16 de noviembre fue la ocupación de Fenapes y el 24 de noviembre fue el 24 N [en referencia al 25 de noviembre y a la marcha contra la violencia machista]”.
En la misma línea, el senador de Cabildo Abierto Raúl Lozano afirmó que la oposición tiene un “problema bastante importante de doble discurso”, porque “por un lado, se piden medidas rígidas y, por otro, se alientan movilizaciones”. Por su parte, el senador nacionalista Gustavo Penadés rechazó que el FA haya colaborado con el gobierno “estableciendo convocatorias y llamando a marchas y a defensas de situaciones que ponían en riesgo la salud pública”.
A su turno, el senador frenteamplista y ex ministro de Salud Pública Daniel Olesker preguntó “si hay indicios de que las movilizaciones hayan tenido efecto sobre los contagios”. “Todos los informes nos muestran que los contagios son laborales, intrafamiliares. Quisiera saber si hay un nexo epidemiológico con las movilizaciones a las que se alude, porque no es la primera vez que se mencionan”. Además, dijo que “se las alude como movilizaciones frenteamplistas”. “Por suerte, el movimiento por la diversidad, el PIT-CNT y otras organizaciones son independientes”, dijo Olesker, que preguntó al menos por “algún indicio”.
En respuesta, la senadora nacionalista Graciela Bianchi dijo que hay “dos estudiosos” que “forman parte” de un equipo que sigue, y mencionó al catedrático de la Facultad de Química de la Universidad de la República Óscar Ventura y al economista Aldo Lema. “Ellos se han dedicado a estudiar y publican en forma casi diaria un estudio, con gráficas –son científicos; Ventura, sobre todo, tiene un perfil muy matemático–, donde aparecen las proyecciones a partir de la fecha de las movilizaciones”. La senadora dijo que “también hay estudios en Europa” al respecto.
Las referencias de Bianchi fueron respondidas por el senador frenteamplista Óscar Andrade: “El GACH nos resulta bien en una dirección, pero cuando establece que no son las marchas y las movilizaciones las que provocan los contagios deja de ser la referencia y se busca una ajena. ¿Se puede caer en la miseria de decir que alguien va a una marcha para infectarse e infectar a sus hijos para que al gobierno le vaya mal? ¿Alguien puede creer tal cosa? Sensatamente, ¿alguien puede pensar que se puede empobrecer tanto la discusión para llegar a ese nivel? No; creo que no”.
¿Qué dice el GUIAD?
Integrantes del Grupo Uruguayo Interdisciplinario de Análisis de Datos de covid-19 (GUIAD) consultados por la diaria coincidieron en que no hay evidencia suficiente que compruebe una relación directa entre las movilizaciones masivas realizadas este año con el aumento de los casos registrados en las últimas semanas. Álvaro Cabana, biólogo y docente en la Facultad de Psicología de la Universidad de la República, afirmó que “el consenso que tenemos es que no hay nada, ningún tipo de evidencia, en los datos públicos disponibles, de que estas movilizaciones hayan causado algún repunte en los números”.
“Muchas veces las personas, cuando estamos ante un fenómeno difícil de comprender, tenemos la necesidad de pensar que tiene que haber causas únicas y fáciles de identificar, y eso también nos lleva a encontrar chivos expiatorios o explicaciones sencillas, pero en realidad lo que pasó es lo que pasa en otras partes del mundo, que no necesariamente tuvieron marchas”, explicó Cabana. Lo que pasó en Uruguay “es que tuvimos la dinámica bajo control en un momento y lentamente se dejó de tener ese control”, agregó.
Cabana señaló que el coronavirus se transmite “en general en contacto estrecho, persona a persona y principalmente en espacios cerrados”, y que “según reportó hasta octubre-noviembre Salud Pública, la mayoría de los contagios se daban en espacios cerrados, como lugares de trabajo u hogares; espacios que no habitamos en un momento para ir a una marcha, sino en los que estamos todos los días”. Por otra parte, aclaró que esto no significa que “no haya habido ningún contagio en estas movilizaciones, pero es difícil saberlo”, y agregó que “en setiembre-octubre la circulación [del virus] era tan baja que era muy poco probable que se diera un brote; hoy en día eso puede cambiar porque hay más circulación del virus”.
Otras fuentes del GUIAD consultadas coincidieron en que no hay “evidencia clara y contundente” de que las manifestaciones hayan derivado en el aumento de casos, y que “es muy difícil establecer causalidad entre un evento puntual que implique la aglomeración de muchas personas y la evolución de la epidemia”. “Sin duda que en momentos como este es importante evitar aglomeraciones, pero establecer que una marcha es responsable de un salto en el número de casos es una afirmación arriesgada”, agregaron.