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Julio Maria Sanginetti, durante el acto de la lista 2000, en Pocitos (archivo, setiembre de 2019).

Foto: .

Sanguinetti acusó al FA y a la CNT de apoyar el inicio del golpe de Estado; diputado del FA lo criticó por tergiversar la historia

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Gerardo Núñez manifestó que tanto el FA como la central obrera enfrentaron a los militares, lo que les costó “cárcel, tortura, desaparición y muerte”

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“Hace 48 años comenzó el golpe militar”, escribió en su cuenta de Twitter el expresidente colorado Julio María Sanguinetti. “Hoy recordamos la resistencia del Almirante Zorrilla. También el rechazo del Batllismo. No olvidemos la adhesión al golpe del Frente Amplio y de la CNT”, agregó.

El mensaje causó molestia entre la oposición. El diputado del Partido Comunista del Uruguay Gerardo Núñez le respondió por la misma red social y lo acusó de “tergiversar la historia”: “El padre de la impunidad tergiversando la historia. La CNT y el FA nunca apoyaron un golpe, enfrentaron el golpe del 27/06 que les costó la cárcel, la tortura, la desaparición y la muerte de muchos de sus militantes. En cambio, gran parte del Partido Colorado fue parte de la dictadura”, sostuvo.

En tanto, la Unión de la Juventud Comunista posteó una foto de Juan María Bordaberry y Sanguinetti:

El 8 de febrero de 1973, la fecha a la que hace alusión Sanguinetti, Bordaberry nombró como nuevo ministro de Defensa al general retirado Antonio Francese. Tanto el Ejército como la Fuerza Aérea anunciaron que no reconocerían al nuevo jerarca.

En los siguientes días se publicaron los comunicados 4 y 7, que ponían de manifiesto las intenciones políticas de las Fuerzas Armadas. El 11 de febrero, El Popular publicó una editorial en la que manifestaban que el “problema no es el dilema entre poder civil y poder militar; que la divisoria es entre oligarquía y pueblo”, y luego desarrollaban los puntos de los comunicados que consideraban positivos.

En el libro El Partido de la Resistencia. El papel del PCU en la derrota a la dictadura 1973-1985, escrito por Núñez, el diputado habla de la posición del partido sobre los comunicados y afirma que “el apoyo del PCU y de gran parte de la izquierda a los comunicados fue crítico y parcial”. Según sostuvo en el libro, el pedido de renuncia de Bordaberry fue una “forma de amortiguar el impacto de la crisis institucional y así abrir un cauce de amplitud democrática que reuniera a todos los uruguayos demócratas”. Con esto se buscaba “contribuir a diferenciar dentro de las Fuerzas Armadas entre los militares fascistas y los demócratas”, sostiene.

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