Uno de los referentes de la oposición rusa, Alexéi Navalni, fue enviado ayer a prisión por un tribunal de Moscú. La condena es por incumplir varias veces con una sentencia por fraude de 2014, ya que no se presentó a las citaciones judiciales, y con la libertad condicional que se le impuso. La pena dictada en 2014, que fue suspendida entonces, era de tres años y medio, pero la jueza que la efectivizó ayer tuvo en cuenta los meses que Navalni pasó en prisión domiciliaria por este caso y los 15 días que lleva de prisión preventiva en la cárcel de Matrósskaya Tishináen, por lo que tendrá que cumplir dos años y ocho meses de privación de libertad, informó la agencia de noticias Efe.
La abogada del opositor ruso, Olga Mijáilova, anunció que van a apelar la sentencia. Durante la jornada, la Policía detuvo a unas 370 personas que acudieron al lugar del juicio para apoyar a Navalni, quien también hizo un llamamiento a realizar manifestaciones en el entorno del Kremlin, que se encuentra bajo fuertes medidas de seguridad.
En agosto del año pasado, Navalni fue víctima de un envenenamiento, del que culpa al gobierno de Vladimir Putin y del cual se recuperó luego de recibir tratamiento en Alemania. Regresó a Rusia el 17 de enero, pero fue inmediatamente detenido en el mismo aeropuerto y al día siguiente enviado a prisión preventiva por 30 días.
Según informó Efe, Navalni dijo que Putin “pasará a la historia como envenenador”. “Saben, tuvimos a Alejandro [II] el Libertador y a Yaroslav el Sabio. Ahora tendremos a Vladímir el ‘Envenenador de Calzoncillos'. Así precisamente pasará a la historia”, dijo con ironía, haciendo referencia a una supuesta confesión que consiguió de parte de un agente del Servicio Federal de Seguridad que habría participado en su envenenamiento y le habría dicho que el veneno fue rociado en el interior de uno de sus calzoncillos.