A medida que cae la popularidad del gobierno de Jair Bolsonaro y aumenta la crisis sanitaria en Brasil, con falta de vacunas y de insumos para producirlas, se suman voces que piden la renuncia del canciller Ernesto Araújo entre los aliados del presidente en el Congreso, el llamado Centrão. El vicepresidente de la Cámara de Diputados, Marcelo Ramos, del derechista Partido Liberal, dijo este domingo en una entrevista con el medio brasileño Metrópoles: “El actual canciller contaminó la diplomacia brasileña de ideología y de oscurantismo. Brasil se volvió un paria en el mundo. Las consecuencias impactaron en la vida de los brasileños, porque esto obstaculizó la llegada de insumos para la vacuna” contra la covid-19, afirmó Ramos.
El canciller es un político muy cercano al diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente. Preocupado por eliminar el “marxismo” de la política exterior, Araújo generó tensiones con varios países, entre ellos China, a la que responsabilizó por la pandemia, y Estados Unidos, al defender la reelección de Donald Trump.
Para Ramos, Araújo “dificultó las negociaciones bilaterales incluso con Estados Unidos”. Agregó que “no hay duda de que el desastre de la política exterior brasileña tiene consecuencias muy graves en la vida de la población”, según citó Carta Capital. Si bien Ramos recordó que le corresponde al presidente designar y destituir ministros, insistió: “Lo que yo puedo decir es que él obstaculiza mucho a Brasil y ha obstaculizado mucho el proceso de vacunación del pueblo brasileño”.
Una opinión similar tiene el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, del partido derechista Demócratas, que manifestó que son necesarios “cambios” en la política exterior y que le corresponde a Bolsonaro decidir si se implementan con este ministro o con otro. “Hay de hecho una frustración, que fue expresada en forma muy evidente, en relación con la política exterior”, agregó.
El miércoles varios senadores habían pedido la renuncia de Araújo, que compareció ante una comisión legislativa para explicar cómo ha actuado su cartera ante la pandemia que ya dejó más de 300.000 muertes.
De acuerdo con BBC Brasil, dirigentes del oficialismo consideran que Araújo tiene que ser el fusible que salte en esta crisis. Pero para que esto ocurra, el bolsonarismo tiene dos asuntos que resolver, según las fuentes de ese medio. Uno es encontrar el modo de que la salida sea digna para el dirigente, y otra, encontrar un sustituto. En este punto hay diferencias entre el Centrão y el bolsonarismo. Entre los aliados del gobierno suenan los nombres del expresidente Fernando Collor y del senador del Partido de la Social Democracia Brasileña Antonio Anastasia. El entorno del presidente, en cambio, piensa en dirigente propios, como el embajador en Estados Unidos, Nestor Forster, y el embajador en Francia, Luís Fernando Serra, informó BBC.
Araújo llegó a generar tensiones también con integrantes del Poder Judicial. Semanas atrás, cuando CNN publicó un video sobre la crisis sanitaria en Brasil, y un especialista atribuyó su agravamiento al gobierno de Bolsonaro, el canciller tuiteó que “CNN entiende todo mal sobre Brasil y la covid”, y dijo que una decisión del Supremo Tribunal Federal les atribuyó a los gobernadores la potestad de disponer medidas como la restricción de la circulación de las personas. Un integrante de ese tribunal, Gilmar Mendes, lo desmintió y dijo que el fallo determinó que “las administraciones federal, estatal y municipal tienen la autoridad” para tomar esas decisiones, y que “todos los niveles de gobierno son responsables del desastre” que enfrenta Brasil.
A las voces que piden la salida de Araújo se sumaron el sábado 300 diplomáticos que emitieron una carta pública en la que acusan al canciller de “dañar gravemente las relaciones internacionales y la imagen de Brasil”, informaron Folha de São Paulo y la agencia Efe. Afirmaron que “la crisis de la covid-19 ha revelado que los errores en la política exterior causan daños concretos a la población”.