El presidente de la Cámara de Senadores de Brasil, Rodrigo Pacheco, perteneciente al partido centroderechista Demócratas, anunció este martes que la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) que investigará la actuación del gobierno en el marco de la pandemia de coronavirus se instalará la semana que viene en lugar de esta, como estaba previsto inicialmente.
Pacheco argumentó que a causa del feriado en conmemoración de Tiradentes –uno de los principales héroes nacionales brasileños, asesinado por las autoridades coloniales portuguesas el 21 de abril de 1792– sería difícil reunir a los 11 senadores que integran esta comisión. De acuerdo a lo que informó el diario Correio Braziliense, la CPI comenzará sus tareas el martes 27.
La medida fue vista con muy buenos ojos por el gobierno que preside Jair Bolsonaro, que luego de no poder evitar su conformación intenta por todos los medios minar la actuación de la comisión. Según informó el portal Carta Capital, los bolsonaristas intentarán negociar cuestiones presupuestales con algunos senadores, e incluso se maneja que el presidente está dispuesto a ceder el Ministerio de Educación a algún funcionario de un partido que le brinde su apoyo en la CPI.
De los 11 senadores titulares que integran la comisión, sólo cuatro son aliados del presidente, que además de incluir en el órgano a más adeptos, pretende retirar de la relatoría de esta CPI al veterano senador Renan Calheiros, uno de los numerosos enemigos políticos de Bolsonaro.
A pesar de la postergación de la instalación de la CPI, estos días previos son de presión para el Ejecutivo. Además de los pedidos para que se presente ante la comisión el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, además de otros exfuncionarios de la cartera y del excanciller Ernesto Araújo, la CPI comunicó que también quiere citar al ministro de Economía, Paulo Guedes.
Otra posibilidad que se maneja en el Congreso es que esta nueva comisión pueda compartir informaciones con la que está a cargo de investigar las noticias falsas difundidas por diversas redes afines a Bolsonaro, donde se vertieron numerosas mentiras acerca de las vacunas y otros asuntos relacionados con la pandemia.
Otro elemento fuerte dentro de la CPI será un informe, dado a conocer por el Tribunal de Cuentas, que sostiene que el gobierno de Bolsonaro no destinó dinero al combate a la pandemia en el presupuesto del presente año. Además, de acuerdo con ese informe elaborado por el organismo estatal, hasta marzo el gobierno federal no había transferido recursos a los estados para que hicieran frente a la crisis sanitaria.