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Protestas contra destitución de los jueces de la Corte Suprema y del Fiscal General, el 2 de mayo, en San Salvador.

Foto: Marvin Recinos / AFP

El secretario general de la ONU pidió al gobierno salvadoreño respeto por la separación de poderes

2 minutos de lectura
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Lo hizo luego de que el Congreso, dominado por sectores afines al presidente Nayib Bukele, destituyera a varias autoridades judiciales.

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Leído por Andrés Alba
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El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el portugués António Guterres, pidió este lunes a El Salvador que respete la separación de poderes tras la destitución el sábado de cinco jueces de la Corte Suprema y del fiscal general por parte del Congreso, que luego de las elecciones celebradas en el mes de febrero de este año quedó bajo el control total de las fuerzas políticas aliadas al presidente Nayib Bukele.

Los legisladores decidieron cesar de sus cargos a los magistrados constitucionalistas de la Corte Suprema de Justicia por decisiones “arbitrarias” y al fiscal general Raúl Melara por considerarlo cercano a la oposición.

La medida del Congreso generó enormes repercusiones, tanto en el país centroamericano como a nivel internacional. En este marco de acuerdo a lo que informó la agencia Efe, Guterres llamó a “respetar las disposiciones constitucionales, el Estado de derecho y la división de poderes, con el fin de preservar el progreso democrático logrado por el pueblo salvadoreño desde la firma del acuerdo de paz” de 1992, según dijo a medios de prensa Stéphane Dujarric, quien es el portavoz del secretario general de la ONU.

Pero Bukele adelantó este lunes la posibilidad de continuar con la remoción de otros funcionarios. “El pueblo no nos mandó a negociar. Se van. Todos”, escribió Bukele en forma desafiante en su cuenta de Twitter. Su partido Nuevas Ideas, fundado en el año 2018, obtuvo 56 legisladores en las elecciones de febrero y su aliado, el partido GANA, logró otros cinco para un total de 61 escaños sobre 84.

Bukele acusó en reiteradas ocasiones a la Sala Constitucional, cuya misión es velar por el cumplimiento de la Carta Magna, de quitarle facultades para manejar la pandemia, la mayoría sobre regímenes de excepción, al considerar que vulneraban derechos fundamentales de la ciudadanía.

Los magistrados destituidos y el fiscal Melara habían sido electos por la anterior legislatura, que estaba dominada por los dos partidos tradicionales de la política salvadoreña, la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) y la exguerrilla izquierdista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Tanto Arena como el FMLN se alternaron en el poder en El Salvador entre 1989 y 2019 hasta la llegada de Bukele, un empresario de 39 años de edad quien tiene una activa presencia en las redes sociales y que es criticado por sus detractores por sus maneras autoritarias.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, expresó el domingo la “profunda preocupación” de su gobierno “por la democracia de El Salvador”, en momentos en que Estados Unidos intenta controlar una nueva ola migratoria proveniente de ese país, Guatemala y Honduras.

“Un poder judicial independiente es fundamental para una democracia sana y para una economía fuerte”, escribió Harris en Twitter.

Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, expresó su “seria preocupación” por las destituciones, y dijo que el fiscal general destituido era “un socio efectivo” de Washington en la lucha contra la corrupción y el crimen.

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