Joe Biden inició el miércoles su primera gira internacional desde que asumió la presidencia de Estados Unidos, el 20 de enero de este año. El mandatario partió a Europa para mantener reuniones con varios líderes del continente centradas en lo que los funcionarios de la Casa Blanca llaman “las tres C”: covid-19, cambio climático y China.
El líder demócrata de 78 años comenzará su gira de ocho días en Reino Unido con una reunión con militares estadounidenses que se encuentran en la base aérea de Mildenhall, para reunirse posteriormente con el primer ministro Boris Johnson y la reina Isabel II. También en ese país participará de la reunión del G7, grupo en el que además de Estados Unidos están Alemania, Canadá, Japón, Francia, Italia y Reino Unido. Posteriormente, el fin de semana, Biden y su comitiva se trasladarán a Bruselas para reunirse con representantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y con autoridades de la Unión Europea. La gira de Biden por Europa finalizará el 16 de junio en la ciudad suiza de Ginebra, donde se reunirá con el presidente ruso, Vladimir Putin.
El miércoles, antes de partir a Reino Unido, Biden dijo en una rueda de prensa que durante la gira anunciaría una estrategia global de vacunación para enfrentar la pandemia de covid-19. Se espera que esto ocurra el viernes y el sábado durante la cumbre del G7, donde el coronavirus será el principal tema de discusión.
Según consignaron medios locales e internacionales, antes de abordar el Air Force One, el presidente estadounidense dijo que durante su viaje buscará “dejar en claro a Putin y China” que los vínculos entre Estados Unidos y Europa “son estrechos”, en el marco de la nueva estrategia de política exterior, que quedó resumida con su frase “America is Back [Estados Unidos está de vuelta]” durante los discursos que está dando desde que asumió el gobierno. “Sé que las democracias pueden unirse para hacer frente a los desafíos de esta nueva era; esta semana, en Europa, tenemos la oportunidad de demostrarlo”, escribió en su cuenta de Twitter tras subir al avión presidencial.
La cuestión china
El rol cada vez más preponderante de China en el mundo también preocupa a Biden, y se espera que sea el principal tema de conversación en su reunión con la OTAN. El secretario general del organismo, el noruego Jens Stoltenberg, mantuvo una reunión previa con el presidente estadounidense el lunes. Allí planteó que, si bien “el auge de China supone algunas oportunidades para nuestras economías, por el comercio, y necesitamos hablar con ellos para asuntos como el cambio climático y el control de armas”, también son conscientes de que “pronto tendrá la mayor economía del mundo, ya dispone del segundo mayor presupuesto militar y está invirtiendo en capacidades militares, y no comparte nuestros valores”, indicó el funcionario nórdico en declaraciones recogidas por El País de Madrid.
Se espera que el punto final de la gira de Biden, su encuentro con Putin en Ginebra, se produzca en un marco de tensión. El presidente estadounidense espera tratar temas como las situaciones de Ucrania y Bielorrusia, la prisión del líder opositor ruso Alexei Navalny y las acusaciones hacia Rusia de participar en ciberataques contra Estados Unidos.
La Casa Blanca también espera poder discutir la reducción de armas nucleares y las negociaciones para retomar el acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán, que entró en vigencia en 2015, durante la presidencia de Barack Obama, y se rompió en 2018, durante el mandato de Donald Trump. En este sentido hay buenas señales, especialmente luego de que Biden y Putin resolvieran a principios de 2021 prorrogar por cinco años más el tratado Nuevo START, único acuerdo de desarme nuclear vigente entre Rusia y Estados Unidos.
El tono que tendrá la reunión quedó claro luego de las declaraciones de Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Biden, esta semana en una conferencia de prensa: “Joe Biden no se reunirá con Vladimir Putin a pesar de las diferencias de nuestros países; se reunirá con él debido a las diferencias de nuestros países”.
La reunión se confirmó en abril de este año y fue propuesta por Biden, cuando llamó a Putin para informarle sobre el ciberataque a la compañía SolarWinds, que provee servicios informáticos a agencias gubernamentales. El gobierno estadounidense apuntó a Rusia como responsable del ataque.
Putin no mostró grandes expectativas respecto de la reunión, aunque dejó entrever algunos de sus planes. En una conferencia de prensa realizada el 4 de junio, recogida por la cadena Deutsche Welle, planteó que esperaba que la Agencia Europea de Medicamentos autorizara el uso de la vacuna Sputnik V en el territorio europeo, algo que podría destrabarse en la cumbre con Biden.
El mandatario ruso sostuvo que no esperaba “grandes avances como resultado de esta reunión” pero tenía esperanzas de que “pese a las divergencias, que no fueron creadas por la parte rusa, quiero decirlo, hay intereses coincidentes”.