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Jeanine Áñez, expresidenta interina de Bolivia, regresa al Centro Penitenciario de Mujeres de Miraflores luego de ser trasladada a un hospital para recibir atención médica, este miércoles, en La Paz.

Foto: Jorge Bernal, AFP

Unión Europea y ONU piden justicia a Bolivia tras presentación del informe sobre crisis de 2019

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Desde el gobierno se expresó el deseo de reconciliación en el país, pero se rechazó “el pacto de silencio” que pretenden la expresidenta de facto Jeanine Áñez y otros exfuncionarios.

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Leído por Lola Livchich Melone.
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La delegación de la Unión Europea (UE) y los representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Bolivia hicieron votos este miércoles por que el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los sucesos de 2019 en Bolivia permita que se haga justicia ante las vulneraciones detectadas. “Deseamos que ese informe permita avanzar y hacer justicia de forma transparente, implementando sus recomendaciones, y que [la] dignidad de las víctimas sea reconocida con [la] reparación integral que se plantea”, señaló la UE en su cuenta de Twitter.

Según informó la agencia de noticias Efe, la delegación europea también consideró que el informe del GIEI “puede y debe ser una herramienta más para lograr la reconciliación” en Bolivia y reiteró su respaldo “a toda iniciativa que contribuya a la convivencia pacífica y al diálogo entre los bolivianos”. También en Twitter, el Sistema de ONU en Bolivia manifestó su “confianza en que las recomendaciones” hechas por el grupo de expertos “se traduzcan en acciones concretas que permitan alcanzar el anhelo de justicia y medidas de reparación de todas las víctimas”.

El informe del GIEI presentado el martes concluyó en que hubo “graves violaciones a los derechos humanos” durante la crisis social y política que se produjo en el último trimestre de 2019. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, afirmó que se necesita empezar con el proceso de reconciliación en el país, pero sin que eso signifique asumir un pacto de silencio. “Necesitamos, y es uno de los mandatos de nuestro presidente, empezar esa reconciliación entre todo el pueblo boliviano, pero eso no significa que exista un pacto de silencio porque hay decenas y centenas de familias bolivianas que están exigiendo justicia”, dijo Del Castillo en una entrevista con la cadena local Unitel.

El martes, en el mismo sentido, el presidente Arce dijo que no se aceptará ningún “pacto de silencio”, porque considera que los responsables del gobierno de la exmandataria de facto Jeanine Áñez pretenden acallar todo lo ocurrido durante su administración del país.

A propósito de Áñez, este miércoles el diario paceño La Razón informó que fue trasladada al Hospital del Norte de la ciudad de El Alto para realizarse unos estudios. “A las 9.30, aproximadamente, ha sido retirada del centro penitenciario de Miraflores de La Paz sin informar a los familiares o abogados, sin notificar cuál es el rumbo o el destino”, dijo Jorge Valda, uno de los abogados de la exmandataria, quien está presa desde marzo por el caso Golpe de Estado.

Tanto la familia como los representantes legales de Áñez insisten en que su estado de salud se ha deteriorado notoriamente en los últimos meses y en ese sentido un médico del sistema penitenciario que revisó a la política de 54 años ratificó que ella sufre de hipertensión arterial sistémica y síndrome ansioso depresivo.

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