Una nueva polémica se generó en las últimas horas en Bolivia en torno a la wiphala, la bandera multicolor representativa de los pueblos indígenas, que tiene carácter oficial en el país.
El viernes, durante un acto celebrado en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra en el marco del 211º aniversario del alzamiento contra las autoridades españolas que dio pie al proceso de la independencia boliviana, un grupo de personas identificadas con el movimiento racista y secesionista santacruceño bajó la bandera indígena que había sido izada minutos antes por el vicepresidente, David Choquehuanca.
El hecho generó muchas reacciones, entre ellas la del presidente boliviano, Luis Arce, que este domingo en un encuentro con representantes indígenas y alcaldes celebrado en la localidad de Achacachi, en el departamento de La Paz, muy cerca del lago Titicaca, dijo que “la wiphala se respeta”.
“La wiphala se respeta, hermanos, porque es el lenguaje, es la historia, es el resumen de toda la lucha de nuestros pueblos indígenas originarios de nuestro país y no se va a borrar con el capricho de uno o un grupo de personas”, expresó Arce, de acuerdo a lo que informó el diario La Razón.
El mandatario boliviano agregó que se ve con preocupación el regreso de algunos sectores racistas que nunca entendieron que Bolivia está compuesta por nueve departamentos con sus propias culturas e historia. El político integrante del Movimiento al Socialismo (MAS) de 57 años, quien durante la mayor parte de los gobiernos de Evo Morales ocupó el cargo de ministro de Economía, remarcó que es una lástima que, pese a tantos años de lucha por la igualdad y el respeto entre todos, haya personas que “no entienden” la pluralidad del pueblo boliviano. Arce dijo que esa batalla de años, protagonizada por los pueblos indígenas, no se borrará por “una paradita de gallo viejo”, en referencia al gobernador del departamento de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho. Este último, acérrimo enemigo político del MAS, tomó además la determinación de no permitir que Choquehuanca hiciera uso de la palabra durante el acto del viernes.
Al respecto, el gobierno anunció que tomará medidas legales contra las personas que bajaron la bandera indígena, que es un símbolo patrio oficial de Bolivia desde 2008, y eventualmente también contra Camacho.
El ministro de Justicia, Iván Lima, informó que tiene lista la querella penal contra Camacho, pero que espera dialogar con Choquehuanca para presentarla. “Tengo la querella lista, pero la decisión es del vicepresidente y él me ha pedido reflexionarlo para poder activar la acción penal”, declaró Lima, informó el diario Opinión. Según el secretario de Estado, Camacho habría cometido el delito de “impedir o estorbar el ejercicio de funciones” a un servidor público.
Por otra parte, Lima explicó que como ministro de Justicia tiene la obligación de presentar los elementos legales y la identificación de dos personas que se encargaron de retirar la wiphala del mástil.
El ministro dijo también que el ultraje a la wiphala y algunas agresiones son insoslayables y debe encontrarse la responsabilidad de los autores materiales, eventuales e inmediatos de todo lo ocurrido, y, si bien admitió que tampoco es un delito que amerita detención preventiva, advirtió que el hecho “no puede quedar en la impunidad”.