“Esta iniciativa del voto en blanco es una movida de un grupo de ciudadanos de a pie, quienes, sin ataduras mentales, libres de cualquier vinculación político-partidaria, hemos decidido recorrer este camino”. Estas son las palabras del abogado Fernando Doti con las que ayer de tarde en un hotel de Ciudad Vieja se lanzó la campaña para votar en blanco –que acumula para el No– en el referéndum de la ley de urgente consideración (LUC) del 27 de marzo. Buscan defender la LUC y a su vez “terminar con la tibieza” del gobierno.
Además de Doti, los oradores fueron Nicolás Quintana –ex Partido Uruguayo, ex Partido de la Gente y actual militante de Cabildo Abierto (CA)– y los escritores Eduardo Abenia y Mercedes Vigil. Los dos últimos pertenecen al denominado Foro de Montevideo y son quienes a fines de noviembre de 2021 se reunieron con el presidente Luis Lacalle Pou para pedirle la liberación de los represores presos en Domingo Arena.
Doti explicó que llaman a votar en blanco, respaldando a la LUC, “que es una buena ley”, pero “no es un apoyo al gobierno; al contrario, es una señal de advertencia, es un llamado de atención”. “Es pedir un poco más. Es pedir que se cambie de verdad, que fue para lo que lo votamos, y que, en algunos casos, nos hemos visto decepcionados. En mi caso, aspiro a que se cumpla con la afirmación que el presidente de la República hizo el día de su asunción: ‘Si en cinco años los uruguayos son más libres, habremos hecho bien las cosas’”, indicó. Acotó que siguen esperando “el giro hacia la libertad”.
En tanto, Abenia dijo que quieren ir “un paso más”, o sea, no sólo quieren LUC sino “más LUC”. Subrayó que la coalición de gobierno está “muy trabada” a los efectos de “tomar decisiones”. Puso como ejemplo el proyecto de ley de tenencia compartida, “que no termina de salir”; la desmonopolización de los combustibles, “que no fue posible”, y “una cosa que es muy muy importante: la reglamentación del funcionamiento de los sindicatos, que tampoco fue posible”.
Agregó que “la traba no proviene solamente de los propios socios de la coalición, sino que la principal traba viene de la oposición”, y el “tirón de orejas” no es sólo al gobierno sino “a todo el sistema político”, porque tiene “una larga serie de vicios”. Subrayó que el “sistema político uruguayo es carísimo”, ya que sólo el Poder Legislativo “cuesta 150 millones de dólares por año”. “Muchos nos dicen que no es el momento oportuno, porque el gobierno ha tenido pandemia y esta no es la manera. Pero si las urnas no son la manera, ¿cuál es la manera? Nosotros trabajamos, somos laburantes, no salimos a romper vidrieras ni con las tetas al aire para decir que estamos descontentos con el género”, señaló, y se ganó los aplausos de las 15 personas que estaban en la sala.
Las “feminazis” y la “tibieza” de Javier García
Por su parte, Quintana le agradeció al líder de CA, el senador Guido Manini Ríos, por darle “la libertad” para poder estar en el evento. Aprovechó para “solidarizarse” con las “feminazis”, porque para la campaña del Sí están “adoptando el color rosado, que es el estigma heteropatriarcal del machismo”, además de “seguir a varios machos”, como “el presidente del Frente Amplio (FA)” y “el presidente del PIT-CNT”, por eso “debe ser un momento muy difícil para ellas”.
Quintana se desmarcó de los que piensan que en este gobierno “no hay tibieza”, y puso como ejemplo al ministro de Defensa, Javier García, que hace pocos días dijo que “no hay presos políticos” en Uruguay. “Él realmente defiende que en Uruguay no hay prisioneros políticos, es lamentable que lo diga y es una muestra de tibieza”.
El broche del evento lo puso Vigil. Dijo que es de las que cree que “esta campaña” es “de la gente del Foro de San Pablo [que nuclea a partidos y dirigentes de izquierda de Latinoamérica]”, porque “nuestros mejores diputados y senadores, que vaya si ganan, están hablando hace un año y medio de la LUC”, pero “la LUC no le cambia la vida a la República, y la portabilidad numérica tampoco”. “Lo que le va a cambiar la vida a la República es cambiar la filosofía marxista, que está en la Udelar [Universidad de la República], en las escuelas, en sus docentes y en sus textos”, señaló. Agregó también que se debe “regularizar a los sindicatos”.
Vigil contó que “el otro día” habló en “una radio de Tranqueras [Rivera]”, en donde “una señora cocinaba, puso un negocio porque es viuda y estuvo un año haciendo trámites”. La señora va a votar en blanco “para darle contenido al voto, porque cree que el PIT-CNT, que es un ala política del FA, que maneja millones de dólares, debe estar regularizado”.
La escritora aseguró haber sido “proscripta, enjuiciada y perseguida en los últimos 15 años por los intelectuales orgánicos de izquierda”, que son “funcionarios pagos”, algo que “inventó la Escuela de Fráncfort [movimiento intelectual del siglo pasado]”. “¿Vos sos frenteamplista? ¿Qué hacés? ¿Escribís, pintás? Bueno, no importa que lo hagas bien o mal, pero sos director de Cultura. Yo he estado en congresos y tuve que explicar que en la academia había gente que nunca había escrito, pero que tuvo comité de base durante 15 años”, finalizó.