La crisis del abastecimiento de agua potable en la zona metropolitana no sólo afecta de diversas formas a la población, también tiene múltiples consecuencias en la industria. Uno de los sectores afectados es la producción de combustibles. Ante el incremento de salinidad del agua, el directorio de Ancap se vio obligado a tomar “medidas paliativas” para evitar “apagar la refinería”, dijo el presidente de la empresa estatal, Alejandro Stipanicic, en una rueda de prensa este lunes.
Stipanicic explicó que a diario la planta utiliza alrededor de 200.000 litros de agua de OSE por hora para la producción de combustibles. Pero es necesario que sea agua de “calidad potable” que pueda ser “tratada dentro de la refinería para ingresar a la producción, básicamente, vapor”. Por ese motivo, dijo, no se utiliza agua subterránea, porque además de ser un recurso no renovable, también requiere un tratamiento.
“La conductividad eléctrica cuando sube [por los niveles de salinidad] aumenta los fenómenos de corrosión en los equipos, en las calderas que generan vapor, y eso puede llevar a pinchaduras y salida de servicio de las calderas”, manifestó el presidente de Ancap.
Asimismo, dijo que los técnicos de la empresa estatal comenzaron a percibir problemas con el agua desde febrero y, en ese sentido, se han tomado algunas medidas, como el suministro de agua tratada de UTE, que el organismo no utiliza y “ayuda a paliar un poco la situación”. No obstante, el jerarca subrayó que en estas condiciones no es posible saber cuánto tiempo pueda seguir funcionando la refinería y, por eso, se hacen necesarias otras acciones.
“Estamos analizando traer agua del río Uruguay con nuestras propias barcazas y arrendar una unidad potabilizadora a OSE para su tratamiento”, dijo Stipanicic. Sin embargo, no pudo plantear cuál sería el costo de esta medida porque aún no se ha tomado ninguna decisión concreta.
El jerarca remarcó que para Ancap lo “más importante” es cumplir con la “obligación” de “proveer de combustibles a la población y preservar los activos industriales de Ancap”.
Por último, Stipanicic sostuvo que desde Ancap están en “contacto permanente” con autoridades de OSE y del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) para “tomar la mejor decisión”, que puede ser “traer agua del río Uruguay y potabilizarla para aumentar el caudal de una fuente diferente, o directamente apagar la refinería”.