El Frente Amplio (FA) es el partido en el que se ven las mayores definiciones de cara a las elecciones de 2024. Con sus cuatro precandidaturas confirmadas, cada una de ellas con sus apoyos y representando -en mayor o menor medida- a una porción distinta del electorado frenteamplista, la dirigencia de la oposición optó por conformar un grupo de trabajo que genere y deje por escrito una serie de “criterios” para abordar el tema de las precandidaturas.
En el borrador del documento, del que informó El Observador y al que accedió la diaria, se establece que luego de que los precandidatos sean proclamados en el Congreso del FA, la fuerza política “deberá generar un comando de campaña que involucre a las/los candidatos o a quienes los mismos designen” para llevar a cabo “un seguimiento de la campaña hasta las elecciones internas de junio” y para que de esta forma, “en la medida que se presenten dificultades, sea la fuerza política la que las resuelva”.
Asimismo, el segundo de estos puntos determina que será el partido el que resuelva la conformación de la fórmula, y “en este sentido todos las/los precandidatos estarán a disposición de lo que el FA apruebe”. Esto probablemente para evitar las idas y vueltas que implicó la elección de Graciela Villar como candidata a vicepresidenta, en 2019, por parte del excandidato presidencial Daniel Martínez. Lo que se mantendrá, eso sí, será la condición de que se trate de una fórmula paritaria.
De cara a la primera vuelta en octubre y a un hipotético balotaje en noviembre, se creará un comando de campaña “con el candidato/a resuelto y con los compañeros/as que este designe”.
En tanto, respecto “al tema financiero”, será el FA el que resuelva “cuántos son los recursos económicos con los que se compromete, y el candidato/a podrá complementar los mismos con recursos extraordinarios que generará y a los que el FA ayudará a conseguir”. Además, será en La Huella de Seregni donde se “resolverá en el tema de las giras, actos y movilizaciones”, en acuerdo con quien resulte electo. Por último, el FA resolvió que quienes pasen a tener cargos de responsabilidad política “cumplan con el aporte resuelto por la fuerza política”.
Respecto de las alianzas electorales, se tomará como horizonte el acuerdo generado en torno al Encuentro Progresista, al que más tarde se sumó el Nuevo Espacio y terminó forjándose la alianza que triunfaría en las elecciones de 2004.