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El presidente del Frente Amplio.

Foto: Alessandro Maradei

La presidencia del FA planifica un proceso de “investigación y debate político” sobre la fuerza política de cara al nuevo gobierno

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El FA se posiciona entre la defensa del “gobierno popular” y la necesidad de trascender al Ejecutivo y aportar “perspectivas de futuro”

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Leído por Joaquín Fernández.
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El presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, entregó este lunes al Secretariado Ejecutivo y la Mesa Política de la fuerza política el borrador del documento que establecerá la guía para el relacionamiento entre el gobierno y el partido, buscando que el ejercicio del poder no se “coma” a la organización política, un aspecto central en el proceso de autocrítica iniciado por el FA tras la derrota electoral de 2019.

En el borrador, al que accedió la diaria, se marcan algunos lineamientos sobre el análisis que deberá hacer el FA sobre la etapa que se aproxima en los próximos años, teniendo en cuenta que el 1° de marzo asume el gobierno de Yamandú Orsi y que en mayo serán las elecciones departamentales y municipales.

El principal objetivo es generar un “proceso de fortalecimiento” que le permita al partido “ensanchar los acuerdos sociales” en torno al programa, con una “amplia participación” de la militancia frenteamplista y de “profundización” de los vínculos con organizaciones sociales y sindicales. “Para esto es imprescindible profundizar a todos los niveles la unidad de nuestra fuerza política, tanto la unidad interna como la unidad del FA con el conjunto de organizaciones sociales que componen el bloque político y social de los cambios”, se señala.

El documento marca un diagnóstico de la situación del país y de la región. En esa dirección, Pereira marca que existe una “disputa” entre “dos proyectos de país” dentro de un marco de “profundas transformaciones culturales, productivas y sociales”.

“Los problemas ambientales, la profundización de las desigualdades y el surgimiento de un movimiento de extrema derecha a nivel global requieren una caracterización rigurosa del tipo de sociedad en el que se desarrolla nuestra acción política, tanto a nivel nacional como internacional”, se especifica, y se asegura que el plan político debe contener “herramientas de investigación que permitan profundizar los diagnósticos sobre las resoluciones políticas” que se adopten.

Defensa y acompañamiento del gobierno y de la fuerza política

El documento plantea ejes principales. El primero en ser mencionado es la necesidad de la “defensa y el acompañamiento al gobierno popular”, y para esto se señala un “proceso participativo de acompañamiento con los diversos actores de la sociedad”, con el fin de “construir amplios acuerdos”.

En ese sentido, se marca que en el primer semestre de implementación de este plan será “fundamental” trabajar para lograr la “mayor cantidad de gobiernos departamentales y municipales” en mayo. El FA se propone como meta alcanzar siete gobiernos departamentales y volver a gobernar en algunos municipios en los que perdió en las elecciones pasadas, como en el F en Montevideo, San Carlos en Maldonado y Bella Unión en Artigas.

“Sin embargo, los desafíos de la fuerza política no se agotan en el vínculo con el gobierno, ni mucho menos en las importantes contiendas electorales que tenemos por delante. La fuerza política necesita un proceso profundo de fortalecimiento que dé continuidad al plan desarrollado en el último quinquenio”, se enfatiza respecto de lo que debe suceder luego de las elecciones departamentales.

“Una vez configurado el escenario político nacional, es necesario iniciar un proceso de estudio y debate político sobre la fuerza política que somos y la que necesitamos ser, para iniciar un proceso de transformación política que no se agote en cinco años”, subraya Pereira.

En esa dirección se plantea la necesidad de un “proceso de investigación profunda” sobre el Frente Amplio, sus relaciones con la sociedad uruguaya y la “relación y valores que estructuran el proyecto político y aquellos que predominan en el conjunto de la sociedad”.

“Necesitamos una fuerza política que revitalice su militancia, que dinamice la vida de los comités de base y desarrolle formas de participación que permitan involucrar en sus debates a los más amplios contingentes del pueblo. Para esto es necesario construir una percepción compartida sobre la situación actual y una estrategia de largo plazo de desarrollo de la fuerza política”, se sintetiza.

Ante este escenario es que se plantea que el Congreso de 2026 debe “sintetizar” este proceso de “elaboración, discusión y acción política” que posicione al FA en “mejores condiciones para llevar adelante el ciclo de transformaciones” que inició “con la victoria electoral”.

El documento de Vázquez

Este documento elaborado por Pereira y el secretario político, Daniel Mariño, se basa, en buena medida, en un informe elaborado por el expresidente Tabaré Vázquez en abril de 2004. Entre otras cosas, ese texto enfatizaba que la organización política “no puede ni debe agotarse a sí misma en su relación con el gobierno”.

“Ello significaría una gran limitante para ella. Esta debe trascender el gobierno y elaborar políticas para el futuro. El gobierno es el hoy, la fuerza política el mañana. Ella debe proyectar la acción de hoy hacia el futuro, darle perspectiva de gobierno. Este, sin la construcción de esas perspectivas, se agotaría en sí mismo. No se puede olvidar ni dejar de lado la proyección de futuro: se estaría renunciando a una de las principales funciones de la organización política”, se marca en uno de los puntos.

El documento de Vázquez puntualizaba que la relación se debe basar en tres pilares: la autonomía relativa (el reconocimiento de que existen ámbitos, reglas y tiempos distintos y que cada parte debe reconocerlas como tal, pero no disociarse completamente), la coordinación (“las acciones de uno y otro apuntan a los mismos objetivos estratégicos, por lo que deben ser armónicas”) y la responsabilidad (“la toma de decisiones debe implicar que quien las asume esté dispuesto a hacerse cargo de las consecuencias y cómo estas afectan a otros actores”).

La intención del FA es que el documento se vaya nutriendo en los próximos días y en 15 días tener algo más acabado. En ese sentido, fuentes políticas señalaron a la diaria que una de las acciones que pueden promoverse es generar mesas políticas o plenarios nacionales en el interior del país, “como movida ante las próximas elecciones departamentales”.

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