La Mesa Política del Frente Amplio emitió una declaración el lunes en la que cuestionó las acciones del gobierno de Estados Unidos contra Venezuela. La administración de Donald Trump ha realizado más de diez ataques contra embarcaciones alegando que eran de narcotraficantes, y hasta fines de octubre había matado a por lo menos 43 personas, según un conteo de la AFP basado en cifras del gobierno de Estados Unidos. Además, Venezuela denunció que ese país realiza maniobras militares frente a sus costas.
La situación fue abordada en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)-Unión Europea (UE) y el lunes, el canciller uruguayo Mario Lubetkin se mostró preocupado por la situación. Dijo que hay que abogar por la paz en la región y que “no puede haber tensionamientos, y menos que menos un tensionamiento como el que tenemos en el Caribe”.
El organismo de conducción del Frente Amplio sostiene que ha existido “una campaña de amenazas y hostigamientos” de Trump “contra la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela”, que incluyó “la autorización de operaciones secretas de la CIA en territorio venezolano”, “la movilización de más de 10.000 militares estadounidenses en el Caribe, acompañados por el crucero lanzamisiles USS Lake Erie, el submarino nuclear de ataque rápido USS Newport News y otras potentes armas destructoras que surcan aguas cercanas a Venezuela”.
“Estas acciones se dan en el marco de declaraciones públicas que día a día incrementan el discurso belicista por parte del gobierno norteamericano, que remiten a las peores páginas de la historia norteamericana en nuestra región. Estos movimientos militares por parte del gobierno de Trump están bien alejados de las necesidades del derecho internacional y constituyen una seria amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad regional”, advierte la Mesa Política del FA.
Finalmente, expresa su solidaridad con “el pueblo venezolano” y reafirma la necesidad de lograr la “resolución de los conflictos en el marco del diálogo y la negociación”. “A los gobiernos de América Latina y el Caribe les cabe una responsabilidad singular en los próximos días: impedir que se nos impongan agendas de guerra y reafirmar los principios de soberanía, autodeterminación y no injerencia en los asuntos internos, que son los pilares de la política exterior de nuestro país”, concluye.