La conferencia de prensa en la que el gobierno anunció su intención de rescindir el contrato con el astillero español Cardama para la construcción de dos patrullas oceánicas no cayó bien en la oposición, y en particular en el Partido Nacional (PN), responsable durante la administración anterior de la Presidencia de la República y del Ministerio de Defensa. Así quedó claro con la comparecencia, el lunes, a la reunión del Directorio del PN del expresidente Luis Lacalle Pou, quien está alejado de la actividad política cotidiana y mide cuidadosamente sus apariciones públicas. Una de las últimas había sido también para defender una iniciativa del gobierno anterior cuestionada por el actual: el proyecto Neptuno. Pero en aquella ocasión fue por medio de sus redes sociales. El lunes, en rueda de prensa, Lacalle Pou afirmó que el presidente Yamandú Orsi “se pasó de rosca” y que “hay una decisión política de no continuar con lo que hizo el gobierno anterior”.
Los senadores nacionalistas Martín Lema y Sergio Botana destacaron, en diálogo con la diaria, la actitud del expresidente. Botana dijo que le “gustó mucho” que Lacalle haya asistido al Directorio “a respaldar a los compañeros”. “A los blancos nos gusta eso, tener al jefe ahí. Eso es lo que somos nosotros”, sintetizó.
Para Lema, la salida de Lacalle Pou es “una clara muestra de su liderazgo” en un contexto en el que “no se respetaron parámetros diplomáticos de funcionamiento y relacionamiento entre gobierno y oposición”, así como una “muestra de apoyo” a “las acciones que se dieron durante su gobierno”.
Sobre el asunto de fondo en relación con Cardama, para el senador los argumentos del gobierno “están totalmente forzados para desacreditar” las gestiones de la administración anterior. Acotó que se puede mejorar “algún aspecto puntual”, pero “la salida de la conferencia no fue en esa línea ni en ese tono”, sino que apuntó a “cortar desde la raíz el tema”. “Claramente, creo que es legítima la duda de que hubo una intencionalidad que iba mucho más allá de lo que son las características del contrato” del Estado con el astillero español, añadió.
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Por su parte, Botana consideró que “hay que hacer lo que la ley y el acuerdo de inversiones con España dicen que hay que hacer”. “Si se verifica una situación de incumplimiento de este tipo hay que pedirle a la empresa que vea esa situación, que justifique que está cumpliendo, y en el caso de que esté incumpliendo, que de verdad la garantía que está aportando no sea tal, que la sustituya por una con validez rápidamente, que es más o menos lo que dijo [el ministro de Economía y Finanzas Gabriel] Oddone”, apuntó.
Sergio Botana (archivo, octubre de 2025).
Foto: Alessandro Maradei
Lema y Botana consideran que Orsi estaba “incómodo” con la situación. Para Botana, fue “un error muy muy feo hacerlo salir a Orsi en un tema que es siempre complejo, como el de los contratos internacionales”, porque se lo puso a “dar la cara” y “después fue para atrás y para adelante”. “Vi en una postura al presidente en contradicción con lo que ha pregonado una cantidad de tiempo. Siempre se hacía referencia a alguien con un espíritu de diálogo” y “vi a una versión muy distinta de la que él hace alarde de querer representar”, expresó, por su parte, Lema, y cuestionó que no se hubiera comunicado con las autoridades del gobierno anterior para ponerlos al tanto de la situación.
Para Lema, a Orsi “intentaron vestirlo de un liderazgo que no tiene” y demostró ser “sumamente permeable” a su “entorno”. “Uno puede no compartir con un presidente de la República, pero cuando vos ves que hay conducción, que hay firmeza, tenés la tranquilidad de que aun en la diferencia, se está andando. Que se va hacia algo o hacia un objetivo. Y acá el presidente mostró una enorme debilidad, no mostró temple de conductor, lo cual es un gran problema”, afirmó.
Lema apuntó al secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, como uno “de los principales responsables” de “dejar de manifiesto esa debilidad” del presidente: “Creo que en el fondo él se da cuenta y siente la responsabilidad de ser uno de los protagonistas que llevó al presidente de la República a un episodio tan menor como el del otro día”, valoró.
Botana dijo que desde el PN se sintió “una intención de atacar” la gestión anterior. “No quedó atacada porque no les salió la jugada”, acotó. Evaluó que Orsi “mostró que no está preparado espiritualmente para estas situaciones de discusiones, que no es lo de él. Y eso es bueno también”. De todos modos, dijo que no concuerda con lo afirmado por la senadora nacionalista Graciela Bianchi respecto de que Orsi tiene un “carácter débil”, sino que más bien “le erraron con el consejo” que le dieron de hacer la conferencia. “Yo creo que no es un hombre al que le guste andar confrontando, es un hombre de bien, un hombre de unidad. Si tuviera carácter débil, no estaba donde estaba. Nadie sin carácter llega a donde llegó él”, sostuvo.
Para Botana, lo sucedido puede haber tenido la intención de tapar el tema de la venia de la exvicecanciller Carolina Ache para la embajada en Portugal: “Creo que el tema de Ache estaba pesando, generando incomodidad en la interna, y que dejó a algunos actores de gobierno en una posición complicada. Se intentó salir con un tema positivo y terminó siendo peor el remedio que la enfermedad”, evaluó.
En particular, cuestionó a Sánchez y al prosecretario de la Presidencia, Jorge Díaz. “Creo que los secretarios de Presidencia son los que quedaron en la peor situación. El caso de Sánchez es un problema que se repite”, advirtió, en referencia a las declaraciones del secretario de la Presidencia sobre la estancia María Dolores el día del velatorio del expresidente José Mujica. “En este tipo de situaciones complicadas parece que no tiene buen olfato”, comentó Botana.