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El ministro de Economía, Gabriel Oddone, durante la conferencia “Lograr Reformas en América Latina”, el 18 de noviembre.

Foto: Gianni Schiaffarino

Oddone afirmó que Uruguay tiene “una agenda enorme de reformas” por impulsar

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El ministro mencionó especialmente los temas del agua, la energía y la logística portuaria: “Tenemos que terminar de decidir cómo vamos a gestionar nuestro sistema de puertos para poder ser competitivos en materia logística”.

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El ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, participó este martes en la mesa de alto nivel de la conferencia “Lograr reformas en América Latina”, organizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En ese marco, Oddone destacó tres tendencias exógenas sobre las cuales los responsables de formular políticas públicas tienen poca “capacidad de influir” y tres sectores que están en la mira de reformas del gobierno.

El ministro, que compartió el panel con su par paraguayo, Carlos Fernández Valdovinos; el exministro de Hacienda de Chile Andrés Velasco, así como autoridades del FMI y la OCDE, sostuvo que las “lecciones del pasado respecto de aspectos teóricos y evidencias empíricas que nos motivan y nos orientan en la formulación de políticas públicas no forman parte del acuerdo político que hoy está sobre la mesa”.

La irrupción de la inteligencia artificial y su efecto en el mundo del trabajo, el cambio climático y, principalmente, el “cambio de época” respecto de las “reglas del comercio y las formas en que el comercio se organiza” son tres factores que afectan las políticas públicas en toda América Latina, indicó.

“El mainstream al que nosotros pertenecemos, de algún modo, hoy no integra los principales centros de decisión de políticas públicas a nivel global”, dijo Oddone. Agregó que “está en controversia” la idea “de que la libre movilidad de personas, de capitales y de bienes era un atributo deseable, y que, por lo tanto, eso construía prosperidad”.

Oddone afirmó que “hay un desencanto de la globalización” y eso es la raíz de “la elección de los líderes globales que hoy ponen sobre la mesa políticas públicas que son, de naturaleza, permítanme decirlo, neomercantilistas”.

La lógica de comercio actual, acotó Oddone, está “absolutamente” guiada por principios de interés geopolítico. A modo de ejemplo, dijo que no sabe si podrá concretarse la reindustrialización de Estados Unidos impulsada por la administración de Donald Trump, pero esta “tiene fundamentos de naturaleza política”. Para Uruguay, “un mundo desordenado en materia de juego” resulta “muy complicado porque somos incapaces de incidir en una agenda dominada por la geopolítica”, sostuvo.

El titular de la cartera de Economía analizó que la crisis financiera de 2008 impactó en el mundo industrializado y generó “desencanto de las clases medias” en Europa y en Estados Unidos, al cual “el mainstream, nosotros, en el mundo desarrollado, no tuvo respuesta”. En ese contexto, sostuvo que “el auge de una izquierda un poco infantil en sus reivindicaciones –no necesariamente gobernando– y de una derecha muy reestructuradora de elementos muy antiguos”, en buena medida, “tiene que ver con eso”.

“Las instituciones, el multilateralismo, la cooperación internacional, todo eso, hay algo que no lo estamos comunicando bien”, consideró Oddone, quien, seguidamente, apuntó que “la lógica de la conducción de la política es un delicado equilibrio entre lo que hay que hacer y la gestión del disenso”.

En el caso de Uruguay, destacó que tiene “una enorme capacidad como país de gestionar el disenso”, y, por tanto, es un aspecto que “tenemos para mostrar”, más aún, “en este mundo que se ha vuelto tan complejo y a veces difícil de codificar”. “No sé por cuánto tiempo, no sé si esto es permanente o simplemente venimos atrás de lo que está pasando en el mundo, pero es un atributo”, acotó.

Agua, energía y logística: el eje de las reformas

El ministro realizó un repaso de las reformas importantes que han tenido lugar en Uruguay en los últimos 25 años. En primer lugar, mencionó la reforma tributaria de 2007, que introdujo cambios “disruptivos” y que han servido de base para otras modificaciones “progresivas” desde entonces. En segundo lugar, la reforma sanitaria, que estableció el Sistema Nacional Integrado de Salud y “permitió un régimen de acceso mucho más amplio, mucho más comprensivo y, a su vez, con un esquema de financiamiento que tiene oportunidad de ser mejorado”, dijo.

En tercer y cuarto lugar, se refirió a reformas impulsadas en el gobierno anterior: la reforma del sistema previsional de 2023, que el gobierno actual busca “revisar en algunos aspectos”, pero como una “mejora por agregación y por potenciación de lo que está hecho, y no con disrupción o eliminación”, y la llamada Transformación Educativa, que no logró “terminar de cuajar y que hoy hay una agenda importante en materia educativa”.

“El estilo de reforma de este país es un estilo de acumulación donde los sucesivos gobiernos van introduciendo modificaciones o variantes de cosas que fueron hechas por administraciones anteriores”, puntualizó Oddone. Por otro lado, apuntó que Uruguay tiene “una altísima preferencia por la cohesión social”, por sobre la velocidad o la eficiencia de las reformas, lo cual genera “que tengamos un sistema que, en muchos aspectos, tiene oportunidades para mejorar”.

“Tenemos una agenda enorme de reformas en Uruguay que desarrollar, con una economía política compleja, porque el arte de la política pública es hacer lo que uno tiene que hacer, pero generando al mismo tiempo la sostenibilidad en términos del apoyo político”, afirmó el ministro, para quien “lo peor que uno puede hacer es –con una visión tecnocrática– decir ‘esto es lo que está bien, hacia allí vamos y perder al conjunto de gente en el camino’”.

El punto central, según el ministro, es gestionar “la economía política del desarme de una sociedad que está bien, pero que no se sostiene en el tiempo, y que además no incluye a todo el mundo que tiene que estar”.

El secretario de Estado sostuvo que la energía, el agua y la logística constituyen el “eje de reformas que son cruciales”. Sobre el último punto, dijo que “Uruguay tiene enormes oportunidades de fortalecer su capacidad de coordinación con la región, donde el sistema de puertos juega un papel importante”. “Nosotros tenemos que terminar de decidir cómo vamos a gestionar nuestro sistema de puertos para poder ser competitivos en materia logística. Y en eso tenemos varias decisiones que tomar”, afirmó.

Con respecto a la energía, sostuvo que UTE, si bien “tiene un conjunto de oportunidades de mejora, es muy potente, porque hay un capital humano extraordinario alojado allí adentro”, que es necesario para impulsar reformas.

“Uruguay tiene un Estado potente, inclusivo, pero todavía muy burocrático”

Con relación a esos tres sectores en los que el gobierno pone énfasis, Oddone agregó que se debe trabajar sobre otros dos aspectos, en lo cual “el FMI nos está ayudando”. El primero está vinculado a “conectar mejor nuestro sistema de innovación con el mundo de los negocios”, y el segundo, a “mejorar el vínculo de los ciudadanos con el Estado”. “Uruguay tiene un Estado potente, inclusivo, pero todavía muy burocrático”, afirmó, y se refirió a las acciones que lleva adelante el gobierno para “desempapelar el Estado”.

Por otro lado, el ministro apuntó que hay un conjunto de instituciones “que son muy relevantes para el pacto social, pero que tienen oportunidades de cambio y de mejora”. En esa línea, señaló que hay un tercio de la población que queda por fuera de ese pacto y “ahí es donde tenemos que trabajar”. “Si en Uruguay tú tenés un acceso a lo largo de toda tu vida a un trabajo formal, tú tenés un sistema de protección social en seguridad, en salud, en seguro y desempleo, razonable. Ahora, si estás afuera a lo largo de toda tu vida –tenés un ingreso intermitente de ese mercado laboral o estás fuera–, tenés un enorme problema”, explicó.

El problema, continuó Oddone, es que “hay una serie de subsidios y una serie de aspectos de beneficio a sectores de ingresos medios, que se benefician de recursos públicos, los cuales, “si yo los direcciono, de manera inmediata, pierdo el apoyo político”. Por lo tanto, para agregar protección social se debe tener “mucho cuidado en cómo desarmo beneficios innecesarios”, cuando la única forma de hacerlo “de manera razonable es crecer arriba del 3%”.

“Nada que se haga en Uruguay puede dejar de lado la cohesión social, si no el sistema fracasa rápidamente. Pero no lo podemos hacer si no crecemos”, añadió.

Asimismo, apuntó a la necesidad de reformar el sector no transable –bienes y servicios que operan en el mercado interno–, que tiene niveles de ineficiencia “importantes”. No obstante, reconoció que “reformar eso tiene una economía política compleja”, ya que el 80% de la población trabaja en el sector no transable y, por ende, aumentar su productividad “afecta el mundo del empleo y la estabilidad”.

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