Luego de más de 20 horas de sesión, la interpelación al ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, por la cancelación del proyecto Neptuno finalizó sin mociones de respaldo ni de rechazo a las autoridades del gobierno. Sólo fue aprobada una declaración presentada por Cabildo Abierto (CA), que fue apoyada por el Frente Amplio (FA), que no respalda las explicaciones de las autoridades, pero hace un “llamado urgente al comienzo de las obras” para la “rápida concreción del proyecto” y “para dar tranquilidad a la población”, con 50 votos en 99.
Entrevistado por la diaria Radio, el diputado del FA Alejandro Zavala calificó la declaración redactada por CA como “pragmática”, y explicó que, “si bien no declara satisfactorias las explicaciones del ministro, hace una serie de consideraciones que tienen que ver con seguir con el proyecto, hacer las obras, ir para adelante”. Por esa razón, la bancada del oficialismo decidió apoyarla.
Por su parte, el diputado del Partido Colorado (PC) Walter Cervini, que fue el miembro interpelante, destacó “el hecho de que el ministro no tuvo el respaldo de la Cámara de Diputados en cuanto a sus expresiones”. La moción del oficialismo que consideraba “satisfactorias” las explicaciones de las autoridades obtuvo 48 votos, mientras que la moción que las consideraba “insatisfactorias”, presentada por Identidad Soberana y apoyada por el Partido Nacional (PN), el Partido Colorado (PC) y el Partido Independiente, alcanzó 49 votos sobre 99.
“Es decir, el ministro salió sin el respaldo del Parlamento”, sostuvo Cervini en la diaria Radio. Sobre la moción presentada por Cabildo Abierto, el diputado del PC consideró que quedaba “a mitad de camino”, ya que ni apoyaba ni rechazaba, y que, como el FA “no había logrado las mayorías en su moción”, terminó apoyándola “como para darle cierre a la interpelación”.
Zavala señaló que, cuando la oposición convoca a un ministro a ser interpelado, “que además había estado la semana anterior seis horas en comisión”, es una “decisión política” para, “básicamente, obtener una moción de no respaldo al ministro”. En términos políticos, consultado sobre si considera un fracaso que CA no se sumara a las expresiones del resto de la oposición para otorgarle las mayorías, Cervini apuntó que no cree que sea un fracaso, porque “lo que nosotros siempre fuimos a buscar es el intercambio serio y responsable para obtener la información con la delegación del ministerio”. Agregó que CA “no coordinó la moción que iba a presentar”, por lo tanto “no nos dio la oportunidad de poder acompañarlo o no”, señaló.
Con respecto a la moción que consideró insatisfactorias las declaraciones brindadas por el ministro y las demás autoridades, Cervini señaló que “la estrategia” del gobierno “fue hacer una presentación muy extensa, lógicamente que con el fin de dilatar la interpelación e ir bajando las ansiedades, y que el cansancio vaya ganando”. Consideró que “hablaron de muchos temas, sobrevolaron varias preguntas y varias inquietudes que teníamos, pero lamentablemente no nos contestaron todas las preguntas, no nos evacuaron todas las dudas, a nuestro criterio”.
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Zavala: la toma del Río de la Plata “no es una fuente alternativa; en todo caso sería complementaria”
En cuanto a la cancelación del proyecto Neptuno, el legislador colorado sostuvo que no obtuvieron información que respaldara las “afirmaciones que hacían” las autoridades para “poder llegar a ese intercambio específico, en el cual nosotros planteamos que lo mejor es una toma alternativa al río Santa Lucía que permita tener un plan B, que permita tener otra opción, por eso planteamos la toma del Río de la Plata, y bueno, no pudimos acceder”.
Uno de los puntos centrales de la discrepancia de la oposición en torno al nuevo proyecto del gobierno es que se descartara la posibilidad de tomar agua de una fuente alternativa al Santa Lucía, como el Río de la Plata, contemplada por el proyecto Neptuno-Arazatí, que pretendía la instalación de una planta potabilizadora en la zona de Arazatí, en San José.
Al respecto, el diputado frenteamplista sostuvo que la toma del Río de la Plata “es una toma muy riesgosa” y “con muchísimas consideraciones ambientales, y además, cuando más se necesita, cuando hay sequía, es cuando están los picos de salinidad más altos”, por lo que no estaría operativa en los momentos más críticos.
Cervini señaló que “los informes que son citados para marcar la salinidad como un problema en Arazatí” son manejados tanto por el gobierno como por la oposición, y ya “fueron estudiados por los técnicos del ministerio” cuando otorgaron la autorización ambiental, que fue “el disparador por el cual se termina adjudicando la obra” del proyecto Neptuno.
“Si los técnicos del ministerio emitieron la habilitación ambiental y estudiaron esos informes, nosotros entendemos que no hacen lugar, por ejemplo, los problemas que plantean de salinidad, como lo decían, o bacterias, como algún otro punto que se marca en contra de los que no están a favor del proyecto”, consideró el diputado colorado.
Zavala apuntó que “el problema que tiene hoy el país es de cantidad” de agua. En ese sentido, consideró que la futura construcción de la represa de Casupá “es lo principal”. El proyecto del gobierno plantea la construcción de una planta potabilizadora en la cuenca del río Santa Lucía, en la zona de Aguas Corrientes, que aportaría de manera adicional 224.000 metros cúbicos de agua potable por día, según los números presentados por Ortuño en la interpelación, para un total de 924.000 metros cúbicos de producción de agua.
Durante la interpelación, Cervini afirmó que, con la decisión que tomó el gobierno de dejar de lado el proyecto Neptuno e ir por la solución de la represa de Casupá, “puede hacer que le falte el agua a la gente que vive en la zona metropolitana, que es nada más y nada menos que 1.800.000 personas”. Sobre ese punto, explicó: “Nos pasó en 2023, un evento excepcional en el que se dio la sequía más grande de la historia de Uruguay, se secó el río Santa Lucía y se secaron todas las maneras que teníamos previstas para que llegara el agua a la zona metropolitana”.
En ese marco, reafirmó, “planteamos la toma alternativa del río de la Plata con una nueva planta potabilizadora de 200.000 metros cúbicos diarios, ubicada justamente en Arazatí, que tenga un plan B, que sea otra opción” a la toma en el río Santa Lucía.
Además, se refirió a “los problemas de seguridad” que podrían presentarse en el Santa Lucía, porque “tiene 99 cruces de carreteras principales, carreteras secundarias, caminos vecinales, incluso cruces con el ferrocarril; cruza por allí el tren que va a UPM, que traslada no sólo celulosa, sino que trabaja productos químicos que son altamente contaminantes, con ese peligro de que algún día pueda pasar algo y pueda caer sobre el Santa Lucía”, señaló.
A propósito de ese argumento, Zavala sostuvo: “Ellos ponen la hipótesis de que pasa el tren y que podrían caer productos químicos, o sea, hipótesis catastrofistas que no han sucedido en el país, y que por eso tener la fuente que tomara agua del Río de la Plata sería la solución. Bueno, no sería la solución, porque si Aguas Corrientes no funciona, no se puede nutrir toda el área metropolitana sólo con la fuente del Río de la Plata”.
Consideró que “no es una fuente alternativa, en todo caso sería complementaria, pero no es alternativa”. Y como fuente complementaria, el FA “prefiere correr el riesgo de poner la planta donde todos los estudios recomiendan que vaya, que es al lado de la planta de Aguas Corrientes, hacer una represa con un ramal distinto del Santa Lucía”, explicó.
Sobre las condiciones del agua, Zavala sostuvo que “la cuenca alta del Santa Lucía es menos contaminada” y “menos problemática” que la cuenca baja. Señaló que lo que se planea hacer “es regular el uso del suelo”, porque, explicó, “el problema que tiene la fuente de agua potable en Uruguay es la contaminación por exceso de nutrientes, exceso de fósforo, exceso de nitrógeno, que produce generación de cianobacterias”.
En cuanto a la regulación del suelo y de la actividad de establecimientos rurales, sobre todo de tambos, la semana pasada, durante la interpelación al ministro de Ganadería, Alfredo Fratti, por la compra de la estancia María Dolores realizada por el Instituto Nacional de Colonización, el senador del PN y miembro interpelante, Sebastián da Silva, sostuvo que uno de los problemas que podría generar el establecimiento de tantos tambos en esa estancia es un posible aumento en el nivel de contaminación sobre determinados cursos de agua que son afluentes del río Santa Lucía, problemática que vinculó con la intención del gobierno de construir una represa en Casupá.
Consultado sobre esa posibilidad, Zavala sostuvo que “el agregado de estos posibles tambos del Instituto Nacional de Colonización es testimonial, no mueve la aguja”, y aseguró que hay estudios de la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental que lo respaldan.