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Francisco Legnani (archivo, julio de 2025).

Foto: Gianni Schiaffarino

Francisco Legnani entiende que Canelones alcanzó su “madurez política” y se apoya en la “bancada canaria” al estilo del Congreso de Intendentes

10 minutos de lectura
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El intendente marcó como prioridades el saneamiento en Atlántida, las 500 personas en situación de calle y la movilidad metropolitana: si bien entiende que el impacto mayor lo tendrá Montevideo, dijo que está “arriba de los tiempos para llegar a ese objetivo”

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La Feria de Osaka, en Japón, termina el 13 de octubre. Hasta el momento la han visitado más de 21 millones de personas, y una de ellas fue el intendente de Canelones, Francisco Legnani. El jefe departamental, con 12 horas y varios kilómetros de distancia, dialogó con la diaria sobre el trabajo de los últimos días en establecer lazos internacionales, y también de cómo trata de afianzar puentes a la interna de su departamento.

En pleno diseño del presupuesto departamental, Legnani destaca que el trabajo de oficina se complementa con los insumos alcanzados en más de 100 cabildos que se han realizado en todo el departamento. Pero, más allá de lo que diga la “participación ciudadana directa”, tiene claro que hay algunas necesidades en Canelones que son impostergables.

Abrazada de la “madurez política”, la intendencia canaria trabaja en determinar los costos y la cobertura que tendrá el saneamiento en Atlántida, para luego solicitarle a la Junta Departamental que apruebe un fideicomiso con mayorías especiales. Confiado en que Atlántida “va a ser otra gracias al turismo”, Legnani también piensa en la movilidad metropolitana: dice que confía en lo que resuelvan los técnicos y coincide con Mario Bergara en que “el mayor impacto” de la obra lo tendrá Montevideo.

El saneamiento y la apuesta por Atlántida

¿Qué enfoque se le va a dar en su administración al turismo?

Le vamos a dar mucho impulso, no sólo con lo que nosotros ya tenemos. La gran acción que vamos a hacer para el turismo, en la medida en que obtengamos el fideicomiso, va a ser realzar nuestro principal balneario, Atlántida, primero con el saneamiento y después con la viabilidad que eso le va a dar a proyectos que hoy la intendencia no puede autorizar. Atlántida va a ser otra, no en esta temporada, pero sí en los próximos años, gracias al turismo. Y lógicamente eso se derrama para balnearios aledaños.

¿Cuáles son esos proyectos que van a tener andamiaje después de instalado el saneamiento?

Hay un hotel y un edificio de mediano porte; no son construcciones muy altas. En la medida en que hubiese saneamiento, la intendencia estaba en condiciones de autorizarlos. Es muy precario lo que hay; no banca la población que tiene estable Atlántida, mucho menos los veranos. Con el saneamiento, además, estamos pensando en que muy posiblemente el Ministerio de Salud Pública va a anunciar, probablemente en octubre, el hospital de la Costa de Oro allí.

¿Qué falta para que Atlántida tenga saneamiento?

Necesitamos tres voluntades, porque se necesita una mayoría especial de 21 votos [en la Junta Departamental]; nosotros tenemos 18. Por las conversaciones que hemos tenido con quienes comparecieron como candidatos de la coalición, confiamos en obtener esa mayoría especial. Fue una propuesta de campaña, creo que de todos los candidatos. Nada hace pensar que eso se detenga, muy al contrario. Estamos terminando de definir el área de cobertura y lo que insumiría en términos de costos; hay un equipo técnico de la Intendencia Canelones y un equipo técnico de OSE terminando de afinar todo. Una vez definido eso, empezamos los trámites con la Junta Departamental.

La madurez política de Canelones

Integró a algunas personas de partidos de la oposición a su gestión; también ha tenido reuniones con lo que se ha denominado la “bancada canaria” de diputados. Mirando hacia la financiación y esas tres voluntades que faltan en la Junta, ¿cómo se evalúa el relacionamiento con los otros partidos?

Ojo, que el vínculo con la oposición no se reduce al tema fideicomiso y saneamiento exclusivamente. Es una idea que tenemos de mantener un diálogo y un vínculo fluido durante los cinco años. Están ejerciendo un rol de contralor a través de la Junta Departamental y está muy bien que así sea, pero en los grandes temas no tengo la menor duda de que vamos a llegar a un acuerdo. Porque Canelones alcanzó una madurez política producto del trabajo de todos los partidos políticos.

¿Cuáles son las señales de la madurez política?

Tal vez parezca un gesto que haya pasado inadvertido en su momento, pero el día de mi asunción estaban los tres candidatos que comparecieron por la coalición. Eso, la verdad, que lo valoré muchísimo. Además, cuando les propusimos integrar un referente [a la gestión], los tres candidatos aportaron un nombre y hoy están trabajando en el área de descentralización que coordinan con los 32 municipios.

¿Y cuál es su rol en este esquema de buen relacionamiento con la oposición?

En la medida en que podamos llegar a acuerdos, soy siempre sincero, frontal, transparente con la información que les brindo. Entonces, mantenerlos informados, mantenerlos en diálogo. Les puse a disposición, por supuesto, las técnicas nuestras para que permanentemente les vayan informando cómo están las cosas con OSE, cómo venimos avanzando con el saneamiento. Analizamos en conjunto también el tema de la movilidad. Hay un diálogo que hay que mantener y hay buena voluntad de todas las partes.

¿De qué se trata la bancada canaria de diputados?

Nace de una convocatoria nuestra para ponernos a punto de en qué estábamos como Ejecutivo departamental, pero de ello salió en esa charla conformar una bancada canaria y empezar a coordinar la actividad parlamentaria entre los representantes de los distintos partidos. Me parece que está muy bueno, porque en definitiva no es muy diferente a lo que nosotros hacemos en el Congreso de Intendentes. Somos de distinto partido, coordinamos, llegamos en general a puntos de consenso, de acuerdo y me parece que esa es la mejor forma de hacer política y no entrar en tanto desgaste.

El Congreso de Intendentes y la sintonía con Olivera

Mencionaba el ejemplo del Congreso de Intendentes, ¿cómo analiza los primeros pasos de este nuevo período?

Nicolás Olivera planteaba el otro día –y coincido plenamente– que a las 19 intendencias nos atraviesan demandas similares. Tenemos nuestro ámbito formal y después las conversaciones de pasillo, donde todo pasa por lo mismo. Hablamos de caminería rural, hablamos de caminería urbana, hablamos de luminaria y de la recolección de residuos. Me parece que todos aprendemos con todos y el relacionamiento tiene que ser ese. Es un ámbito que valoro; no lo conocía. Yamandú [Orsi] siempre habló muy bien, lo valoró, aprendió y aportó mucho; siempre destacaba el hecho de llegar a consenso.

En línea con el Congreso, el presidente ha mostrado un perfil de diálogo. Sin embargo, eso no se traduce en el Parlamento, donde ha habido fricciones. ¿Los intendentes pueden ser un puente de diálogo entre oficialismo y oposición?

El antecedente de haber llegado a un acuerdo con el gobierno nacional sobre las transferencias para los gobiernos departamentales me parece que es una señal positiva. Después, no sé, porque el Parlamento tiene su propia dinámica. Ahí el vínculo no es el mismo que con el Congreso de Intendentes; no sé hasta dónde puede influir el Congreso para llegar a esos acuerdos. Esta forma de proceder, de trabajar del Congreso, se da desde hace muchos años.

A los espacios también los hacen los nombres propios...

Nosotros siempre estamos dispuestos a interactuar, ayudar y acercar. Voy a los nombres propios, es la impronta o la postura del presidente del Congreso [Nicolás Olivera]. Una persona de diálogo llano, que levanta el teléfono, consulta y busca acuerdo. Se tomó la responsabilidad con mucho compromiso y lo valoro mucho, porque además nosotros somos minoría [como Frente Amplio].

¿Hay una sintonía política?

La hay. La verdad es que a Nicolás no lo conocía, no había trabajado nunca con él. Tuvimos que acelerar de 0 a 100 en 20 metros. Nosotros asumimos el 10 de mayo; la primera sesión del congreso fue el 17 y el plazo para llegar a un acuerdo con el gobierno nacional era el 30. Fueron días intensísimos; se nos hacían las 11 o las 12 de la noche, y estábamos hablando por teléfono con Nicolás sobre qué íbamos a plantear el otro día a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto [OPP]. Tuvimos un vínculo inmediato, que la verdad parecía que hacía diez años que estábamos trabajando juntos, y hacía una semana que nos conocíamos.

Pasando al acuerdo con el gobierno nacional, la novedad para Canelones es la vuelta del antes denominado Fondo Metropolitano, ¿qué significa para la administración?

No es el mismo monto que obtuvimos en el último gobierno del Frente Amplio, pero es un monto que ayuda. Son 45 millones de dólares que les corresponden a Montevideo y Canelones; no hemos definido todavía cómo se van a distribuir. De todos modos tenemos tiempo, porque este fondo va para proyectos de obra que tienen que estar aprobados por la OPP y que se tienen que ejecutar en 2027, 2028, 2029. Reconocemos, por sobre todas las cosas, el esfuerzo que hizo el gobierno nacional, sabiendo que la situación con la que se encontró no fue la mejor.

En general, más allá de ese fondo, ¿cuál es la visión que hay en materia de obras?

Nos comprometimos en campaña a hacer obra nueva en los 32 municipios. En el último quinquenio ejecutamos 300 obras, pavimentamos 400 kilómetros de calle en el departamento. La idea nuestra es trabajar con la misma intensidad. Tenemos un territorio que, si bien su superficie no es tan grande, sí tiene todo un entramado de carretera, ruta, camino y caminos vecinales. Cuando nos definimos como un país dentro de un país, entre otras cosas, es porque tenemos la misma caminería urbana que Montevideo –3.000 km– y la misma rural que Tacuarembó –4.000 kilómetros–. Si hablamos de una obra sola destacada, esa va a ser la del gobierno nacional, el proyecto de movilidad.

La movilidad metropolitana y la confianza en los técnicos

¿Cómo avanza la construcción de ese proyecto de movilidad?

El otro día tuvimos un desayuno de trabajo en la Cámara de Comercio de la Costa junto con Mario [Bergara]. Todo pasaba por el tema de la movilidad. Planteamos las visiones de uno y de otro; los dos coincidimos en que el mayor impacto de esta obra lo va a tener dentro de Montevideo. Por tanto, toda la parte de estudio, antes de que los pliegos salgan a la calle, va a pasar sobre todo por Montevideo. Si nosotros pensamos en la avenida Giannattasio, lo que tenemos es un cantero en el medio que va hasta el Pinar; si lo contraponemos con 18 de Julio, no tiene nada que ver. En esa etapa se está, [en ver] cuál es la mejor solución. También es muy importante [el estudio del eje] 8 de Octubre y Camino Maldonado.

Pero...

Me vas a preguntar: “¿Vos por cuál de las propuestas que están te inclinas?”. Y soy abogado, soy escribano; de esto no entiendo, le doy la derecha a mis técnicos y lo que resuelvan los técnicos. Lo que sí, estoy arriba del tema de los tiempos, de efectivamente llegar a ese objetivo. Se trata de a inicios del año que viene tener los pliegos y licitar. Es una obra que va a llevar tres años, y que si no está terminada, por lo menos hay que tenerla bastante avanzada al final del período. Después, si es el ómnibus articulado, si es el tren tram o si es el aéreo, o una combinación de ellas, para mí va a estar bien.

Está el tiempo de obra, el tiempo de viaje y los costos. La ministra de Transporte dijo en entrevista con la diaria que el proyecto “más factible” es el de los ómnibus biarticulados. Allí también destacaba que se conservan las fuentes laborales vinculadas a las empresas de transporte con esa iniciativa. ¿Coincide con ese análisis?

A lo que plantea Lucía [Etcheverry] siempre le doy la derecha; no nos lo han transmitido a nosotros formalmente todavía, son ellos los que están trabajando en ese sentido. Nosotros no tuvimos instancia con las empresas; el ministerio sí. Son ellos los que tienen la visión global de esto; por tanto, vamos a estar a la conclusión a la que se arribe.

¿Considera que con lo que se haga van a quedar solucionados los problemas de movilidad en Canelones?

–Hay otra dificultad que te la podría relacionar con lo planteado sobre el interés de la empresa Hitachi en Osaka (ver recuadro). Tenemos un tema con la entrada y la salida por Ruta 5. Ahí la alternativa que se empezó a manejar es que la solución venga a través del tren de pasajeros. Si vas para la capital departamental, la entrada se viene desarrollando mucho. Hasta no hace tanto, la Ruta 5 era una vía sola; hoy es doble vía y al mediodía parece Bulevar Artigas. Se viene desarrollando mucho desde el punto de vista logístico e industrial esa zona del departamento. En la medida en que nosotros ahora tenemos vías nuevas que atraviesan La Paz, Las Piedras, 18 de Mayo, Progreso, Canelones, aparece la posibilidad del tren de pasajeros. La está manejando el Ministerio de Transporte y a futuro va a tener que ser la solución para esa otra entrada a Montevideo.

Temas de impacto

¿La propuesta de llevar la rambla hasta Jaureguiberry sigue en pie?

Eso causó mucho impacto. Fue en el discurso de asunción; lo planteé como una idea que tenía en la cabeza. Lo concreto que lancé ese día es que este año vamos a estar uniendo Montevideo y Canelones por la rambla. Lo vamos a estar inaugurando en las próximas semanas; vamos a tener El Pinar con Ciudad Vieja todo unido por la costa. Luego, lo que planteamos es tener puntos de conexión entre los balnearios, pero no necesariamente tiene que ser una obra de rambla dura; pueden ser construcciones blandas, en madera, bicisendas o peatonales. Pero si me preguntás si es una de las prioridades del gobierno de Canelones ahora, no, no lo es. Tengo a 500 personas en situación de calle, el saneamiento de Atlántida, la obra de movilidad y el presupuesto.

Las personas en situación de calle fue un tema de mucha preocupación en estos meses, ¿cómo sigue la situación?

Tenemos 500, de las cuales 300 están en Las Piedras. Nosotros atendemos en cuatro refugios a la gente en situación de calle y suscribimos un convenio con la Junta Nacional de Drogas para hacer un centro de atención en Las Piedras. La Junta Nacional brinda a los profesionales y la Intendencia de Canelones las instalaciones para atender a 35 mujeres que consumen sustancias. Me parece que es un primer paso.

Novedades desde la Expo Osaka

Legnani destacó la Expo Osaka como “una oportunidad” para el desarrollo de reuniones bilaterales. Entre los encuentros que mantuvo, se refirió, por ejemplo, al desarrollado con la empresa japonesa fabricante de trenes Hitachi. “Mostraron interés en la movilidad urbana, sobre todo en materia de trenes de pasajeros en tramos de corta distancia, hasta 40 kilómetros; se trata de empezar a explorar una posibilidad”, explicó Legnani. El intendente aseguró que los empresarios se comprometieron a contactarse con su sede en San Pablo para que “inicie conversaciones” con el Ministerio de Transporte.

La autoridad canaria también informó que luego de un encuentro con la directora de la División de Industria y Economía del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Sheila Aggarwal-Khan, esta le ofreció a la intendencia “apoyo técnico” para proyectos vinculados a la reducción del uso del plástico.

A nivel de gobierno, Legnani comentó que en un encuentro con el responsable de relaciones internacionales de la Prefectura de Osaka, se entablaron conversaciones para “compartir experiencia” en materia de vino con las ciudades japonesas de Kashiwara y Habikino. En tanto, con la ciudad de Osaka se buscará profundizar relaciones en materia de “intercambio cultural y deportivo”.

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