En una nueva actualización de la Clasificación Internacional de Enfermedades, la Organización Mundial de la Salud (OMS) excluyó ayer la transexualidad de la lista de trastornos mentales. De ahora en más, la transexualidad pasará a formar parte de un epígrafe nuevo denominado “condiciones relativas a la salud sexual”, dentro de lo que llama “incongruencia de género”, y ya no estará incluida en el capítulo dedicado a “trastornos de la personalidad y el comportamiento”.
La actualización de la OMS responde a una de las principales demandas del colectivo trans, que pide desde hace años que la transexualidad deje de considerarse una enfermedad.
Además del nombre, la organización también cambió la definición de la transexualidad, que hasta ahora era calificada de “un deseo de vivir y ser aceptado como miembro del sexo opuesto, por lo general acompañado de malestar o desacuerdo con el sexo anatómico”.
En el nuevo manual, en cambio, es definida como una “incongruencia marcada y persistente entre el género experimentado del individuo y el sexo asignado, que a menudo conduce a un deseo de ‘transición’ para vivir y ser aceptado como una persona del género experimentado a través del tratamiento hormonal, la cirugía u otras prestaciones sanitarias para alinear el cuerpo, tanto como se desee y en la medida de lo posible, con el género experimentado”.