Salud Ingresá
Salud

Hubo 100 consultas menos por niños quemados por fuegos artificiales este fin de año

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

El promedio de consultas bajó pero siguen siendo lesiones graves.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Las cifras de niños quemados por fuegos artificiales son “alentadoras”, según Beatriz Manaro, jefa de la Unidad de Quemados del hospital Pereira Rossell. La Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) difundió el balance primario de la temporada de fiestas; Manaro aclaró que fueron unos 30 niños los que consultaron en las emergencias con lesiones en las manos y alrededor de 20 quienes lo hicieron por quemaduras menores, mientras que en 2017 se habían registrado 150 casos en todo el país. Desde ASSE aclaran que esos 50 casos no contemplan las consultas tardías, es decir, cuando los padres llevan a los niños días después de producida la herida. Según detalló la jerarca, hubo menor número de quemados en general pero no disminuyó la gravedad de las heridas; se contaron varias lesiones de dedos, e incluso llegaron casos que presentaron pérdida de parte de los dedos: “Estamos mejorando en el número global pero no en su complejidad”, afirmó.

Manaro subrayó que estos accidentes tienen graves repercusiones a futuro: “Entendemos que un niño quemado es para toda la vida, con secuelas funcionales o psicológicas”. Recordó, además, que siempre hay un adulto que es responsable del accidente, y que “todos estos casos se pueden evitar porque son con niños menores que tienen entre cinco y ocho años, es decir que no estuvieron controlados por un adulto o que fueron a comprar una bomba y se la vendieron”.

Resaltó que siempre es necesaria la presencia de los padres y evaluó como positivo el resultado de la campaña de prevención “No son juguetes”: “Estamos contentos porque hemos mejorado, estamos en el camino adecuado y tenemos que, entre todos, tratar de mejorar las campañas, tratar de concientizarnos, y volvemos a decir: los padres son los tutores y los responsables de los niños, por lo tanto está en manos de ellos evitar estas consecuencias”.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

¿Te interesa la salud?
Suscribite y recibí el newsletter de Salud en tu email.
Suscribite
¿Te interesa la salud?
Recibí el newsletter de Salud en tu email.
Recibir
Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura