El eslogan del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de este año, que se celebra cada 4 de febrero, es “Yo soy y yo voy a”. La propuesta apunta a concientizar a nivel individual sobre lo que puede hacer cada persona desde su lugar para combatir el cáncer, que cada año mata a nueve millones de personas en el mundo y a 8.000 en Uruguay, lo que lo convierte en la segunda causa de muerte a nivel nacional. Para Álvaro Luongo, director del Instituto Nacional del Cáncer y presidente de la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer, nuestro país cuenta con herramientas para bajar la incidencia y mortalidad de algunos tipos de cáncer pero no se están utilizando como se debería.
Hay muchas cosas que se pueden hacer para disminuir la incidencia y mortalidad de esta enfermedad que comienzan por cada uno. Es el caso del cáncer de cuello de útero, la quinta causa de muerte por cáncer en mujeres uruguayas, que mata a alrededor de 150 mujeres cada año. Según Luongo, “no se debería morir ni una sola mujer por esto, porque tenemos todas las herramientas posibles para prevenirlo y diagnosticarlo”. Se refiere a la vacunación –la manera más eficaz, según la Organización Mundial de la Salud, para prevenir este tipo de cáncer–, el papanicolau y los test de detección del virus del papiloma humano (HPV, por su sigla en inglés), que permiten acceder a un diagnóstico precoz y son gratuitos. Sin embargo, Luongo lamenta que sólo ha recibido la vacuna contra el HPV 42% de las niñas y adolescentes –es recomendada por el MSP desde 2012–, y sólo 50% de las mujeres se hace el papanicolau periódicamente.
Aun con esas cifras, Uruguay es un ejemplo en la región. “Yo he hablado de lo horrible de la situación del cáncer de cuello de útero y en realidad somos el país mejor posicionado en América Latina”, afirmó Luongo. Pero eso no quiere decir que no podamos estar mejor: si comparamos la situación con España, se muere la misma cantidad de españolas que de uruguayas por esta causa cada año, siendo que en España viven 46 millones de personas. “La campaña que tenemos que hacer es llegar al individuo para que tome la responsabilidad personal, una responsabilidad que trasciende al Estado”, sostuvo.
Otro ejemplo es el cáncer de colon y recto, que se puede diagnosticar en forma “muy oportuna” con un estudio de la sangre oculta en la materia fecal, también denominado fecatest. Hoy por hoy, este estudio está entre las metas de muchas instituciones mutuales.
Según Luongo, los cánceres de piel, de los que se diagnostican unos 2.500 por año, también podrían bajar rápidamente su incidencia. También el cáncer de pulmón, que ya está bajando en hombres pero no en mujeres, donde la tendencia es inversa. Este tipo de cáncer está aumentando en mujeres debido al aumento de la exposición al tabaco y ocupa el tercer lugar en mortalidad en nuestro país, con 318 fallecidas al año, según cifras del Registro Nacional del Cáncer.
Implantes mamarios
Entre las mujeres, sigue ocupando el primer lugar en incidencia el cáncer de mama, con un promedio anual de 1.859 diagnósticos nuevos y 650 fallecimientos; 1% de los casos nuevos de cáncer de mama se da en hombres. Para Raquel Paniagua, vicepresidenta de la ONG Dame tu Mano y tesorera de la Red Nacional de Grupos Oncológicos, a pesar de que aún es alta la incidencia y la mortalidad del cáncer de mama, se ha evolucionado en cuanto a las prestaciones que reciben los pacientes, gracias al trabajo del Ministerio de Salud Pública (MSP) y de las organizaciones sociales.
El Plan Integral de Atención en Salud (PIAS) establece las prestaciones que se deben dar sin falta en cada sociedad médica y hospital. El PIAS cubre las operaciones, tanto en el sector público como en lo privado, y el Banco de Previsión Social (BPS) financia casi todos los insumos que se requieren para los tratamientos posteriores, como los implantes mamarios para las mujeres a las que se les realizan mastectomías. No obstante, las asociaciones de pacientes consideran que estas prestaciones deberían estar incluidas en el PIAS, dado que algunas mujeres no están amparadas por el BPS, como por ejemplo las pasivas, y afirman que también hay “problemas” para acceder a esta prestación en el sector público. Ante esos casos, intervienen las asociaciones civiles.
En este momento, la Red Nacional de Grupos Oncológicos está trabajando con el MSP para llegar a un acuerdo en este tema y además investigará durante este año qué prestaciones no se están cubriendo o se cubren parcialmente, para ver cómo se puede mejorar la asistencia de las pacientes. Paniagua se manifiesta optimista a partir de respuestas que han recibido hasta del MSP en planteos anteriores y confía en que también aceptará esta propuesta.
Hoy, Dame tu Mano va a repartir folletería en la plaza Matriz de 14.00 a 16.00 para dialogar con la población y desafiarla, como propone la campaña de este año, a comprometerse con la lucha contra el cáncer desde su lugar. “Todos nos podemos ayudar yendo al médico. Eso es lo primero que tenemos que hacer para evitar esta enfermedad”, sostiene Paniagua. “Muchas veces andamos por la vida con dolor y seguimos, porque tenemos que ir a trabajar, cuidar a los hijos, lo que sea. Pero hay que detenerse y revisarse. Y después seguir”.