Desde que comenzó a comercializarse el Viagra (sildenafilo), un fármaco que trata la disfunción eréctil de los hombres, se crearon varias versiones más, todas apuntando a mejorar el desempeño sexual masculino; sin embargo, para tratar la falta de deseo sexual de las mujeres sólo había un medicamento hasta ahora. El viernes 21 cambió la situación cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) aprobó la comercialización de Vyleesi (bremelanotide), un fármaco que activa el deseo sexual en el cerebro de las mujeres, que es recomendado para aquellas con trastorno del deseo sexual hipoactivo generalizado adquirido.
Según un comunicado de la FDA que recoge la agencia de noticias Efe, la droga está indicada para autoinyectarse en el abdomen o en el muslo 45 minutos antes de la actividad sexual, con un mecanismo similar a las inyecciones de insulina; recomiendan a las pacientes no tomar más de una dosis en 24 horas ni más de ocho en un mes. Según la FDA, el medicamento activa los receptores de las hormonas melanocortinas, pero se desconoce “el mecanismo por el cual mejoran el deseo sexual y la angustia relacionada” con el trastorno.
El informe detalla algunos efectos secundarios, como náuseas, vómitos, enrojecimiento y reacciones en el lugar de la inyección, y dolor de cabeza. Además de las náuseas, otro de los efectos secundarios más importantes que se detectaron es el oscurecimiento de las encías y la piel, efectos que se dieron en 1% de las pacientes que recibieron la droga en los ensayos clínicos.
El antecedentes del Vyleesi es la pastilla Addyi (flibanserina), que circula en el mercado desde 2015. Esta pastilla se debe tomar todos los días, independientemente de si la mujer tendrá o no relaciones sexuales, y no se puede combinar con alcohol, a diferencia del inyectable. Efe recuerda que al lanzarse Addyi hubo varias críticas de médicos y farmacólogos que pusieron en duda los efectos del medicamento e incluso se cuestionó la naturaleza del desorden sexual que trata.
Addyi y Vyleesi son los primeros fármacos para tratar la pérdida del deseo sexual en las mujeres, pero se ofrecen otras alternativas que, a pesar de no tener el mismo objetivo, terminan favoreciendo el encuentro sexual; por ejemplo, existen terapias con láser diseñadas para tratar la mucosa vaginal, lo que resulta en una mejor lubricación, o terapias con radiofrecuencia que estimulan la dilatación de los vasos.