El Colectivo 4 y 2, que reúne a auxiliares y licenciados en enfermería, reclama modificar el régimen de trabajo actual de cuatro días de trabajo y uno libre, para que se agregue un día más de descanso en los centros de salud públicos y privados de todo el país, explicó a la diaria la enfermera Vivian Mazzone, integrante del colectivo. Afirman que este cambio no sólo generaría mejoras en las condiciones laborales, sino también en la atención a los pacientes.
El grupo comenzó a gestarse en el Hospital Pasteur, donde auxiliares y enfermeras comenzaron a reunirse de forma espontánea cuando se decretó la emergencia sanitaria; su alcance creció rápidamente y se trasladó a otros centros de salud públicos y privados, y llegó a todo el país, contó Mazzone. Actualmente, alrededor de 7.000 enfermeros y licenciados en enfermería de todo el país integran el colectivo, según su página de Facebook, “Colectivo 4 y 2 ya! para enfermería”, que es el mecanismo que utilizan para comunicarse. Asimismo, Mazzone sostuvo que el Colectivo 4 y 2 “no es partidario, es laico y no gremial” y señaló que “el único interés que [los] unió fue reivindicar un mejor régimen de días libres”, algo que intentaron, sin éxito, durante muchos años por distintos mecanismos.
La enfermera contó que el 13 de marzo, cuando se detectaron los primeros casos de covid-19 en Uruguay, a los auxiliares y licenciados en enfermería se les ofreció un régimen de trabajo con dos días libres, que se extendería mientras durara la pandemia, porque no tendrían la posibilidad de pedir licencia ni días libres por otro motivo. “Pero a los dos meses de haberlo implementado, nos lo quitaron”, reprobó. Bajo esa experiencia, los funcionarios identificaron beneficios en las condiciones laborales: “La gente empezó a descansar más en su casa, a pasar más con su familia, y eso se vio reflejado en todo el sistema de salud, porque trabajamos de otra manera, más descansados, trabajamos mejor con el paciente”, expresó Mazzone. Sostuvo que disminuyó la cantidad de solicitudes de certificación porque los trabajadores descansaban bien. Según afirmó, no es necesario contratar más personal para cumplir con este régimen.
De todas formas, Mazzone comentó que hay varios centros que ya implementan el régimen de cuatro y dos. “En Montevideo y en algunos centros del interior tenemos centros que lo tienen implementado, incluso algunos tienen el tres y dos, o el tres y tres”. En la Administración de los Servicios de Salud del Estado, se aplica el cuatro y uno, mientras que el Hospital de Clínicas (que pertenece a la Universidad de la República) y el Hospital Policial tienen regímenes de cuatro y dos, tres y tres, y tres y dos, explicó la enfermera.
Otras reivindicaciones del colectivo pasan por hacer visible su situación laboral, que consideran “insalubre” por las tareas que en muchos casos deben llevar a cabo. Además, sostienen que para la labor que desempeñan, los sueldos son bajos: el turno reglamentario de un enfermero es de seis horas diarias con un sueldo de 23.000 a 25.000 pesos mensuales y por eso la mayoría tiene más de un empleo, lo que implica largas jornadas laborales que se extienden a 12 y a 18 horas.
La semana pasada, el lunes 7, el colectivo compareció a la Comisión de Salud Pública de la Cámara de Senadores, y el martes 15 se reunió con los integrantes de la Comisión de Salud y Asistencia Social de la Cámara de Representantes. Según contó Mazzone, los legisladores tuvieron buena receptividad de la propuesta. Destacó que se encontraron con que “nadie conoce nuestro régimen de trabajo ni nuestra situación laboral”.
En la versión taquigráfica de la comparecencia al Senado, uno de los enfermeros integrantes del colectivo explicó a los senadores que en los meses en que se aplicó la modalidad del cuatro y dos en el Pasteur “el ausentismo bajó de 20% a 1%”, según datos proporcionados por la dirección de ese hospital. “La gente no se certificaba”, añadió, y prosiguió: “Para quien tiene multiempleo –como la mayoría de los que estamos acá–, otro día de descanso es fundamental y repercute, a la larga –quiero que esto lo sepan–, en el paciente”. Los integrantes del grupo añadieron que un día más de descanso ayudaría a disminuir los síntomas del “síndrome de burnout o síndrome del trabajador quemado”, por la responsabilidad que acarrean a diario, el estrés crónico y la cantidad de horas que trabajan. Estos síntomas se profundizan con el tiempo y generan cambios en el estado de ánimo, desmotivación, agotamiento mental, falta de energía, repercusiones en el aparato locomotor, y la forma de poner un punto final a todo eso es con el descanso necesario y la posibilidad de compartir tiempo con la familia y el entorno afectivo, argumentaron.