Las mutaciones de los virus se dan cuando estos intentan replicarse. Esto constituye un fenómeno natural, y por eso que surjan nuevas variantes “no debe sorprendernos”, expresó a la diaria Daiana Mir, docente grado 3 de la Unidad de Genómica y Bioinformática del Departamento de Ciencias Biológicas del Centro Universitario Regional Litoral Norte de la Universidad de la República (Udelar) e integrante del Grupo Uruguayo Interdisciplinario de Análisis de Datos (Guiad).
Distintas mutaciones se agrupan en variantes o linajes del virus. Pocas veces esas mutaciones confieren una “ventaja selectiva” para las nuevas variantes, por ejemplo, una mejor transmisibilidad, pero cuando esto sucede “pueden convertirse en el nuevo virus dominante, reemplazando a las variantes más antiguas”, sostuvo la bioinformática. Este fenómeno fue lo que ocurrió con las nuevas variantes de SARS-Cov-2 que más preocupan actualmente a académicos, gobiernos y responsables de la salud a nivel mundial: la B.1.1.7 detectada originalmente en Inglaterra, la B.1.351 registrada inicialmente en Sudáfrica y la P1, descrita por primera vez en Brasil.
Estas variantes presentan una “gran cantidad de mutaciones acumuladas, de las cuales algunas particularmente ocurren en sitios del genoma que les confiere una mayor transmisibilidad” o una “mayor probabilidad” de escapar de la inmunidad natural, así como de la inducida por la vacuna, advirtió la experta. Entre las tres variantes mencionadas, la que mantiene más atentas a las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) es la P1, por su rápido avance en Brasil y su posible llegada a Uruguay.
¿Qué es lo que se sabe de la variante P1? Fue detectada por primera vez en noviembre de 2020 en Manaos, estado de Amazonas, Brasil. En poco tiempo demostró tener una alta incidencia en el nivel de contagios y rápidamente “dominó la epidemia” en ese estado, sostuvo Mir. Casi con la misma rapidez, esta variante comenzó a extenderse y hasta la fecha al menos diez estados presentan infecciones por esta variante.
Para mostrar la rápida transmisión de la P1 la investigadora citó un estudio del Observatorio Covid-19 de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), de Brasil, difundido la semana pasada, que determinó que la variante P1 –que a fines de enero tenía una prevalencia inferior a 5% en ocho estados estudiados– sería la responsable de “más de 50% de las infecciones en las últimas dos semanas de febrero en seis de los ocho estados brasileños incluidos en el análisis” –Ceará, Pernambuco, Paraná, Río de Janeiro, Río Grande del Sur y Santa Catarina–, mientras que en los otros dos estados estudiados –Alagoas y Minas Gerais– los casos alcanzaron 42,6% y 30,3%, respectivamente. El último en agregarse a la lista fue el municipio de Porto Alegre, en el estado de Río Grande del Sur: el 2 de marzo el gobierno del estado publicó una alerta sobre la identificación de transmisión comunitaria de P1 en el municipio.
Fuera de Brasil, la P1 fue detectada en Perú, Colombia, Guyana Francesa, Italia, Bélgica y Suiza, manifestó la experta, que aclaró que “la detección de la variante está supeditada por la capacidad de secuenciación y vigilancia molecular de cada país. En otras palabras, el que no busca no encuentra”.
Mayor carga viral en adultos jóvenes
La variante P1 contiene “una constelación única de mutaciones que la definen”, sostuvo Mir, pero son dos las mutaciones “clave” que causan preocupación: la E484K y la N501Y. La primera se vincula con la evasión del reconocimiento por anticuerpos neutralizantes del SARS-Cov-2 y la segunda mutación le confiere a la variante una afinidad por el receptor de las células humanas, por lo que, con menor carga viral, tendría mayor éxito de transmisión que otras variantes, explicó la docente.
Estas características diferencian la variante P1 de la P2 –que se originó en Río de Janeiro en junio de 2020–, que no es considerada de preocupación del SARS-Cov-2 porque no tiene la mutación N501Y. La variante P2 fue detectada en Uruguay en cinco de 11 muestras de personas de Rivera y Rocha, tomadas por el proyecto “Fronteras” (en el que participan la Udelar, el Institut Pasteur, Fiocruz, el MSP y el Sanatorio Americano), del que Mir es parte, y estiman que ingresó al país a mediados de diciembre de 2020.
Un grupo de investigadores brasileños de diferentes instituciones académicas y hospitales del norte de Brasil concluyó que las cargas virales de la variante P1 son igualmente altas en adultos de ambos sexos y de todas las edades, mientras que para otras variantes de SARS-Cov-2 la carga viral era mayor para hombres mayores a 60 años (así lo expresa el estudio “La epidemia de COVID-19 en el estado brasileño de Amazonas fue impulsada por la persistencia a largo plazo de los linajes endémicos del SARS-CoV-2 y la reciente aparición de la nueva variante de preocupación P1”, publicado el 25 de febrero de 2021). “Eso podría explicar por qué se transmite más rápido y por qué están llegando más adultos jóvenes a los CTI en algunos estados de Brasil, los cuales resisten más y permanecen por más tiempo que los adultos mayores, colapsando el sistema sanitario”, manifestó la bioinformática.
En cuanto a la efectividad de las vacunas, entre las nuevas variantes del SARS-Cov-2, se reportó una disminución de la efectividad neutralizante de la vacuna AstraZeneca (Oxford) contra la variante de Sudáfrica, pero para el resto de las variantes los niveles de inmunidad son un tema en estudio, dijo la experta. De todas formas, adelantó que aunque se encuentre una menor efectividad en la inmunización de la neutralización por anticuerpos para algunas variantes, la vacunación igualmente es importante “porque eso no altera la respuesta mediada por la inmunidad celular”. Asimismo, señaló que las vacunas disponibles “no están desarrolladas para evitar la infección, sino para evitar que la enfermedad evolucione a un caso grave, lo que también ayuda a no colapsar el sistema de salud”.
El director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Udelar, Julio Medina, publicó el martes en su perfil de Twitter que, según los resultados de un estudio preliminar realizado por el Instituto Butantan, de Brasil, tanto la vacuna Coronavac como la AstraZeneca (de la Universidad de Oxford) serían efectivas para la variante P1 y también para las variantes sudafricana y británica.
Inminente llegada a Uruguay
La variante P1 y su avance mantiene atentas a las autoridades del MSP. Así lo dejó claro el ministro de Salud, Daniel Salinas, en rueda de prensa el lunes: estamos “muy atentos, alertas y encima de la situación”, dijo, y advirtió que en Brasil “hay un problema severísimo” por esta variante. Salinas exhortó a vacunarse y el martes anunció que enviará el remanente de dosis de Coronavac a las ciudades limítrofes con Brasil.
Actualmente los investigadores de Uruguay y Brasil del proyecto “Fronteras” están realizando una última secuenciación de muestras extraídas en Rocha durante la primera quincena de febrero y no encontraron presencia de la variante P1, pero el proyecto está finalizando y no tienen margen para volver a hacer estudios en Rivera.
Mir sostuvo que “toda la frontera y en particular Rivera representa un problema para la introducción de esta y otras variantes” y que “no existen datos” sobre las variantes del SARS-CoV-2 que circulan actualmente en Rivera. Si bien en Santana do Livramento no se han detectado infecciones por P1 aún, Mir dijo que “no podemos asegurar que la variante P1 no esté circulando en el país” y remarcó la necesidad de “abatir” la ausencia de datos lo “antes posible”. “Es necesario estudiar la situación y generar medidas sanitarias adecuadas, que seguramente incluyan profundizar las medidas personales de higiene, el distanciamiento, el uso de tapabocas y vacunarse”, subrayó.
Salinas informó a la diaria que el MSP está buscando “activamente” la presencia de la variante P1 en Uruguay, a través del Laboratorio de Salud Pública, que está secuenciando muestras, y por medio de un consorcio. Sostuvo que por el momento no ha surgido, pero que no descarta su circulación en el país.