La presidenta de la Asociación de Funcionarios de Casmu (Afcasmu), Sonia González, informó a la diaria el lunes que los trabajadores resolvieron solicitar la intervención de la institución “no sólo por el incumplimiento de los acuerdos colectivos”, sino porque “desde octubre” preguntan cuál es la situación económico-financiera de la mutualista y “la viabilidad” del proyecto, pero la empresa “no entrega un informe o un detalle con la situación actual”.
Raúl Rodríguez, presidente del Casmu, dialogó con la diaria y planteó su visión respecto del motivo de los despidos y envíos a seguro de paro de los trabajadores, que según el sindicato ascienden a 78 y más de 200, respectivamente. Asimismo, explicó cuál es el modelo de funcionamiento del prestador y sostuvo que, lejos de una situación crítica, el Casmu se encuentra perfeccionando todos sus servicios y que, en esa línea, incorporó el cuestionado servicio diferencial a través de Medis Group. Sobre este punto, subrayó que Medis Group funciona en una sede apartada de los demás servicios, por lo que “no les saca atención o lugar a los pacientes del Casmu” y se trata de “algo diferente”.
En cuestiones generales, Rodríguez valoró que el Casmu es “una empresa en crecimiento”. Fundamentó su postura con algunas incorporaciones recientes, por ejemplo, un centro imagenológico que inaugurará la próxima semana, la inauguración de una nueva policlínica “de primer nivel”, un sistema de cuidados en el sanatorio central, y un convenio para el “intercambio y desarrollo del turismo de salud” con la Universidad de Ciencias Médicas de Costa Rica, que Rodríguez se encuentra firmando en ese país.
En cuanto a la cantidad de trabajadores enviados a seguro de paro o despedidos en los últimos meses, dijo que todos “tienen sus razones” y la empresa “lo tiene claro”. Acotó que algunos de los funcionarios despedidos iban al sanatorio a “realizar pedicuría particular”, “marcaban su tarjeta y la de otros compañeros que no iban a trabajar”, entre “una larga lista de comportamientos inapropiados”. Contrario a la versión del gremio, que sostiene que los despidos no tienen explicación ni se inicia un sumario que permita una defensa, Rodríguez dijo que los fundamentos son “ir en contra de las normas de la empresa” y que Afcasmu lo sabe pero “elige mirar para el costado” y “hacer ruido”.
“El Casmu tiene 4.000 trabajadores no médicos”, y de ellos, más de la mitad “gana 30% por encima del laudo”, “lo mínimo que les podemos pedir es que atiendan bien a los pacientes”, resumió.
Consultado sobre el motivo de los envíos a seguro de paro, dijo que eso se relaciona al avance en la implementación de nuevas tecnologías, entre ellas, la robotización de la comunicación y sistemas que requieren prescindir de los recursos humanos o que el personal deba “adquirir nuevas habilidades”.
En cuanto a los paros que los trabajadores vienen realizando en apoyo a sus reclamos, Rodríguez contó que si esos días se recorre la institución se puede observar que “la mayoría trabaja” y la adhesión al paro ronda “sólo el 8% del total de los trabajadores”.
Según el presidente de la mutualista, “Afcasmu sabe los motivos” de todos los movimientos de personal porque él les explicó “lo que está pasando”. Aun así, dijo que la empresa continuará yendo al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) para continuar negociando, y habrá un “recambio” entre quienes se encuentran en seguro de paro, pero el proceso actual del prestador “será continuado” y se seguirá “renovando la institución”.
En cuanto a la solicitud de intervención, Rodríguez opinó que es una “ilegalidad manifiesta” y una “irracionalidad” porque tanto el presidente como el consejo directivo fueron elegidos hace algunos meses, “de forma democrática”, y en base a eso “tiene el respaldo para dirigir la empresa y tomar las decisiones” que considere oportunas.
Por último, reafirmó que el reciente fideicomiso recibido por la empresa es “distinto a todos los anteriores”, pero aun así la empresa “está cumpliendo con todos los parámetros” y, una vez que eso se continúe comprobando y ante la confirmación de los veedores, “se aprobará la entrega de la tercera parte del dinero”, que si bien tiene distintos fines -por lo tanto, no llega directamente al Casmu-, luego es reintegrado por el prestador a través de la cuota del Fondo Nacional de Salud.
La primera etapa del pago se utilizó para “despidos incentivados y deudas que estaban atrasadas”, la segunda para “ponerse al día con los laboratorios”, y la última será para “implementación de tecnología e infraestructura”, indicó.