Este lunes, tras la elección que definió a Yamandú Orsi como presidente electo, el próximo mandatario consignó las primeras reuniones de cara al siguiente período de gobierno. Se espera que en los próximos días, junto a sus equipos, Orsi defina a quienes estarán al frente de las distintas instituciones. Mientras, distintos integrantes del Frente Amplio (FA) repasan prioridades en cada una de las áreas.
En salud, la exsubsecretaria de Salud Pública y senadora por el Frente Amplio (FA) Cristina Lustemberg, definió varios puntos en los que se deberá trabajar apenas inicie el gobierno. Según expresó Lustemberg en diálogo con la diaria, hay temas claves que están planteados en las bases programáticas y a su vez en las 48 medidas que el partido presentó como prioridad en Colonia, que tienen que ver con la integración del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) y se pueden dividir en acceso a la atención, fortalecimiento del primer nivel de atención, acceso a los medicamentos, reducción de los tiempos de espera, salud mental y rectoría de la Junta Nacional de Salud (Junasa).
“La ley que creó el sistema [de salud] fue una de las medidas más importantes de todos los gobiernos del Frente Amplio y una de sus bases era la cobertura universal, la equidad y continuidad del proceso de atención de la salud, que es un derecho que atraviesan las determinantes sociales”. Sin embargo, para Lustemberg ha sido una de las debilidades más importantes de este gobierno. Para la senadora electa, “el gran desvelo” de la gente es el acceso a la atención. Por esto, el FA buscará el modelo de atención centrado en la atención y en el territorio. “No puede ser que en un país en el que se invierte el 9,3% de Producto Bruto Interno en salud, haya problemas tan básicos”, agregó.
Por otra parte, Lustemberg mencionó que el próximo gobierno deberá trabajar en políticas que se debilitaron durante los últimos años, por ejemplo, la política antitabaco.
Consultada sobre los programas y las políticas a las que se les dará continuidad, sostuvo que habría que mantener y mejorar la estrategia de prevención del embarazo adolescente pero con enfoque en derechos vinculados a la salud sexual y reproductiva, y mejorar el rol de la Agencia de Evaluación y Tecnologías Sanitarias.
Respecto a los temas que le interesa llevar al Parlamento, adelantó que se volverá a plantear la discusión sobre eutanasia y promover un proyecto de ley que incentive los entornos educativos saludables.
Apostar al primer nivel de atención
A su vez, Federico Preve, diputado electo por el FA, coincidió en que “por una cuestión personal” también llevará al Parlamento la discusión sobre eutanasia pero dentro de un plano más amplio que contemple la muerte digna y, dentro de ella, una mayor cobertura de cuidados paliativos. Otro de los temas que llevará al ámbito legislativo, si se llega a los acuerdos, es la creación de una agencia reguladora de medicamentos y una reestructura vinculada al rol rector de la Junasa y a la gestión en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).
Respecto al prestador público Preve agregó que el FA trabajará en un plan de reestructura de ASSE para potenciar la descentralización y generar mayor poder de decisión de las regiones, junto a la profesionalización de la gestión a través de proyectos con objetivos definidos para las unidades ejecutoras, concursos para el ingreso de los directores y una acreditación de presupuestos que sea equitativa con el sector privado, para que al final del quinquenio se llegue con un gasto por usuario similar en ASSE y en el sector mutual.
Potenciar la atención en el territorio también “es clave”. Para Preve, esto requiere impulsar en territorio la presencia de los médicos rurales y de familia, junto a otras acciones como priorizar el presupuesto para centros de salud de primer nivel.
En este y en todos los niveles de atención “hay que volver a fomentar la participación social” a través de las juntas locales y departamentales de salud y los consejos consultivos, algo que “será fundamental”, por ejemplo, en la aplicación del plan de emergencia para salud mental que tiene varias áreas, dentro de ellas, la formación de equipos de primer nivel de atención compuestos por psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros y agentes comunitarios. Este plan se articulará con un plan de suicidio y de tratamiento de adicciones.