El viernes 1° de noviembre, el hospital Maciel hizo una denuncia policial después de constatar que faltaban 12 ampollas de fentanilo del block quirúrgico. El director del hospital, Gerardo Eguren, dijo a la diaria que el robo “saltó” por los controles diarios rutinarios que se realizan.
Eguren explicó que se hace un “control estricto” de lo que entra y sale, y que en el lugar donde está esa medicación hay cámaras de seguridad instaladas. En ese orden, este lunes concurrió la Policía al hospital para revisar las cámaras.
Indicó que cuando el tema del fentanilo empezó a cobrar relevancia en Uruguay, se puso una cámara en el lugar, ya que “había una, pero no funcionaba”, y la arreglaron “para que se vea mirando continuamente la parte trasera de las ampollas”.
Asimismo, subrayó que al mirar las cámaras, tienen la intención de revisarlas una semana atrás “para ver si había pasado algo” y esclarecer lo que sucedió. Apuntó que desde el Maciel están haciendo una investigación interna, aunque aclaró que no sabe cuánto puede durar.
Según informó El Observador, con fuentes de la dirección del hospital, el motivo del robo fue para revender el fentanilo, debido a que se trata de una cantidad demasiado grande para consumo personal.
De acuerdo con un pedido de informe que realizó la diputada del Frente Amplio Micaela Melgar al Ministerio de Salud Pública (MSP), y al que tuvo acceso la diaria, el fentanilo que tiene un uso médico-científico es monitoreado de forma permanente por la división de Sustancias Controladas del ministerio.
Por otro lado, según se detalla, la comercialización de especialidades que contienen fentanilo a las farmacias se realiza siguiendo las disposiciones establecidas en el Decreto 454/976, que reglamenta la ley de estupefacientes, que regula la comercialización y uso de estupefacientes, y que establece medidas contra el comercio ilícito de drogas.
Según explicó a la diaria Carolina Juanena, especialista en toxicología clínica y profesora adjunta del Departamento de Toxicología de la Facultad de Medicina, hace unos meses el fentanilo es un derivado sintético de la planta comúnmente conocida como amapola, cuyo nombre científico es Papaver somniferum.
Juanena indicó que el fentanilo es “uno de los opioides sintéticos más viejos conocidos”, y es de la misma “familia que la morfina”, aunque “más potente”. Por lo general, el uso que tiene está vinculado a la analgesia y la sedación, y se lo utiliza en procesos anestésicos debido a que “actúa como depresor del sistema nervioso central y genera alteraciones o cambios al dolor y al estado de conciencia”.