Este lunes el Ministerio de Salud Pública (MSP) comunicó que en los últimos días se registró un aumento de enfermedad meningocócica, una afección que puede afectar distintas zonas del organismo, entre ellas, dañar las meninges y producir meningitis por meningococo o llegar a la sangre y provocar púrpura.
El registro actual muestra un “aumento inusual” de casos de enfermedad meningocócica, en comparación con los casos que se registran en el país en esta fecha. Actualmente la enfermedad afectó principalmente “a niños menores de cinco años y a personas mayores de 15 años, como ocurre generalmente”.
Si bien se tomaron acciones “de control y prevención”, hasta la fecha no se identificó ningún nexo epidemiológico entre los casos. La transmisión de la enfermedad meningocócica se da de persona a persona a través de las vías respiratorias en un contacto “estrecho o directo”, es decir, entre personas que comparten dormitorio u hogar, o por secreciones respiratorias.
Algunas condiciones como el hacinamiento, la exposición activa o pasiva al humo de tabaco, las infecciones concurrentes de las vías respiratorias superiores o personas portadoras de enfermedades crónicas que comprometen su inmunidad aumentan la susceptibilidad de contraer la enfermedad, detalló la cartera.
Según el ministerio, el período de incubación tiene una media de entre dos y cuatro días. La persona enferma deja de infectar entre 24 y 48 horas después de iniciado el tratamiento eficaz con el antimicrobiano adecuado.
Para evitar la propagación del contagio, se exhorta a la población a que realice la consulta inmediata al médico sin automedicarse ante cualquier cuadro febril, así como a ventilar de forma habitual los ambientes, especialmente si se está en contacto con personas que cursan una enfermedad respiratoria aguda.
En 2018 el MSP definió no recomendar la vacunación universal por meningococo. Basado en la Comisión Nacional Asesora de Vacunas, debido al bajo número de casos, que ronda una persona cada 100.000 habitantes. La vacuna sí está indicada para quienes presentan un mayor riesgo, por ejemplo, quienes tienen enfermedades que afectan su sistema inmune o quienes están expuestos a la bacteria.