“Si prima la cordura de todas las partes, vamos a seguir avanzando”, dijo ayer a la diaria el dirigente de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) Heber Figuerola, después de las dos reuniones tripartitas que mantuvo el sector en el correr de la mañana en la Dirección Nacional de Trabajo.
A las 9.00 se reunieron, en el marco de Consejos de Salarios, empresas y trabajadores para discutir la propuesta de acercamiento que había realizado el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). Figuerola contó que desde la FTIL se mostraron de acuerdo, pero también plantearon agregarle algunos puntos de su plataforma. En tanto, la Cámara de la Industria Láctea del Uruguay (CILU) planteó “contemplar el descuelgue” de las cuatro empresas que “tienen dificultades económicas y/o financieras”: Ecoleme, Claldy, Calcar y Pili. Por el momento, los trabajadores aceptaron, pero Figuerola advirtió que si bien casos como los de Pili y Ecoleme “son claros”, Claldy y Calcar “van a tener que presentar documentación”. Con la intención de llegar a un acuerdo integral, ambas partes resolvieron un cuarto intermedio hasta hoy a las 16.00, cuando se espera una respuesta de ambas partes respecto de la guía presentada por los representantes del MTSS.
Dos horas después se reunieron la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole y la directiva de la empresa, también en un ámbito tripartito con presencia del MTSS. Figuerola contó que después de que cada una de las partes expuso “sus puntos de vista y planteos” se dio un debate que también acabó en un cuarto intermedio, hasta el jueves. En el interin, autoridades del ministerio se reunirán con ambas partes por separado para “establecer criterios y parámetros para una negociación tripartita”. Figuerola consideró “una señal importante por parte de la empresa” que se haya abierto al diálogo directo con el sindicato, y en ese marco los trabajadores seguirán con las medidas suspendidas “mientras dure la negociación”.
“Aspiramos a que se siga en este curso de negociación, y que ni la CILU ni Conaprole se cierren, porque el peor escenario sería que decretara el Poder Ejecutivo, y en el caso de la cooperativa, que se reiniciara el conflicto. Si prima la cordura de todas las partes, vamos a seguir avanzando” finalizó.